Hoy al igual que hace más de 40
años la pregunta que formuló un presidente de los EEUU de América es tan válida
como entonces.
Cuando todos queremos nuestros
derechos pero nadie quiere sus obligaciones para con los demás, la pregunta
está muy bien formulada.
Yo quiero esto. Yo quiero aquello. Yos quiero lo de más allá.
Yo quiero que me den esto. Yo quiero que me den aquello. Yo quiero que me den
lo otro. Y así hasta el infinito, y más allá.
Nos hemos acostumbrado demasiado
a la facilidad de reclamar nuestros derechos y sin tener ninguna conciencia
clara de lo que ello supone para el resto de nuestros compañeros de viaje
colectivo que es la vida.
Todos tenemos derechos. Si. Pero
nadie quiere las obligaciones que comportan los tan cacareados derechos.
Cuando en nuestro país se ha
vivido durante más de 35 años reclamando solo derechos, ha sido una de las
claves de nuestro nefasto presente.
Siempre se ha dejado en el
tintero nuestras obligaciones. Y así nos vá.
Nadie quiere dejar ninguno de sus
derechos. Todos los quieren. Y cada vez más y más derechos.
Como se consiguen estos derechos
si no hay nadie que cumpla con sus obligaciones. La respuesta es clara : Que
otros tengan las obligaciones y yo que me den solo los derechos. Porque tengo
derecho a tener todos los derechos. Fantástico. No ¿?
Por esto he empezado este escrito
con la frase más importante que pronunció un presidente americano que estaba en
la misma situación abocada al desastre que tenemos ahora mismo nosotros como
país.
Tenemos un país que se
descompone, debido a muchos factores. No es necesario reseñarlos. Todos los
sabemos casi casi al dedillo. Cada día nos los recuerdan desde los medios de
comunicación, periódicos, televisiones, revistas especializadas en economía,
etc., etc.
Tenemos una juventud a la que no
se le dan oportunidades de desarrollar sus aptitudes y sus sueños.
Tenemos a una parte de nuestra
sociedad tan arrinconada que le hemos llegado a hacer creer que no nos sirve
para nada.
En estas circunstancias todos los
ciudadanos preguntan con insistencia machacona y repetitiva : Que hace el estado, los gobiernos y los
políticos para sacarnos de este marasmo intelectual y económico ¿?
No deberíamos hacernos la
pregunta en pasivo : Que puedo hacer yo por mi país ¿?
Muchos de los problemas actuales
se generaron por una desidia generalizada de todos los ciudadanos. Ha impero
siempre en estos años el decir y preguntar : Que me corresponde a mí del pastel
de la nación ¿?. Que me corresponde a mi de las prestaciones de paro ¿?. Que me
corresponde a mi de los chanchullos de los políticos y de los sindicalistas ¿?.
Que me corresponde a mi de los derechos adquiridos ¿?. Que me corresponde a mi
de todos y todos los derechos habidos y por haber, presentes y futuros ¿?.
La frase se termina diciendo :
Los quiero todos. Ah. Y que no me falte ninguno.
Si en algún momento de la
historia de la humanidad se nos relata nuestro pequeñísimo rincón de una
península llamada Ibérica. Durante estos años y en concreto en el siglo XXI,
alguien sabe lo que dirán de nosotros ¿?. Lo más seguro que pasarán pagina sin
nada destacable que reseñar.
Solo dirán que fueron unas
generaciones de ineptos en que solo pensaban en el bien propio y despreciaban
el bien común de todo el país.
Porqué hay sociedades o naciones
que se adelantan a su tiempo y consiguen ser las mejores de su entorno ¿?
Porque hay sociedades que
desaparecen sin siquiera dejar un pequeño, pero fructífero legado para las
futuras generaciones ¿?
Pues porque todos y cada uno de
los ciudadanos que las conforman están dedicadas al bien común de todos los
ciudadanos del país en cuestión.
Aquí. Y ahora. Esto no existe.
Somos una tribu de prehistóricos que nos estamos liando a garrotazos los unos a
los otros. No importa que se hunda el país. La cuestión es : Salvarme yo y mis
amigos y parientes.
Todos deberíamos de ser
consecuentes con nuestros pensamientos, pero debemos de desarrollar nuestro
instinto de supervivencia.
Nuestro instinto nos dice que así
vamos muy amal.
Pues lo que toca es rectificar
que es de sabios.
Algún día nuestros hijos y
nuestros descendientes futuros nos agradecerán
los sacrificios que hagamos ahora para dejarles un mundo mejor del que
tenemos ahora mismo.
Tenemos un sinfín de ONG s que nos
dan cada día una lección. A pesar de que en estas siglas se han introducido
otros pensamientos y otros quehaceres no tan altruistas como sería de desear.
Debemos de defender la Tierra
como la conocemos. Debemos de defender las especies animales que conocemos.
Debemos de hacer las cosas mejor para preservar la vida en el planeta. Debemos
de coordinar nuestros esfuerzos para que se llegue a un buen fin.
Debemos ser guardianes del rico
patrimonio de la humanidad y no destruirlo.
Debemos de pensar que detrás de
nosotros hay generaciones y generaciones que nos seguirán, como nosotros
seguimos a las generaciones anteriores.
Como se conseguirá que las
generaciones futuras sean posibles ¿?
Pues muy elemental : Sin
destruirnos a nosotros mismos.
La vida lleva millones de años
sobre la tierra. A pesar de todos los impedimentos que la reza humana ha puesto
en el camino.
Sólo con que dejemos de incordiar
a la naturaleza, la continuidad estás garantizada.
En nuestro país se han producido
cambios de gran calado : Primero las invasiones de Celtas y de Celtiberos.
Luego las invasiones de países del norte, incluso de vikingos. Luego de
romanos. Luego de cartagineses. Luego de árabes. Luego de ingleses. Luego de
franceses, luego de muchos y muchos más cuando descubrieron que España era un
paraíso de sol y playa.
Que nos espera pues si destruimos
nuestra convivencia pacífica desde hace más de 35 años ¿?.
Es por esto que es tan importante
la pregunta base de este escrito : Que estas dispuesto ha hacer tu por tu país
¿?
Si todos como un solo ciudadano
y/o ciudadana, responden que se pondrán a hacer lo mejor posible para salir de
esta endiablada crisis ( sin esperar a que lleguen otros para arreglárnosla),
nuestro futuro está garantizado y creo que nos mereceremos una página ilustre
en la historia de nuestros días.
En la historia ha habido muchas
frases pronunciadas en los momentos más importantes en el devenir de nuestra
civilización.
Pero para mí, que la que más le
va a nuestra situación actual es la ya repetida anteriormente.
Si nos ponemos todos a trabajar,
cada uno en su campo de experiencia y buen saber hacer las cosas, este país
saldrá de la recesión y volverá a ser una referente mundial, como cuando se
quedaron todos atónitos al hacer la reforma política después de la dictadura.
Ojalá sea así.
El Abuelo cabreado
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