miércoles, 4 de julio de 2012

NO DEPORTES DE ALTO RIESGO




Somos conscientes de que tenemos unas limitaciones físicas y que el ser humano no puede excederse en demasía sin exponernos a malos resultados.

A pesar de ello, existe una tendencia muy extendida a que somos libres para hacer o no hacer lo que deseamos. Sin limitación alguna. Sin que nos importe los resultados de nuestras acciones. Sin que nos importe si nuestros deseos crean importantes problemas, sean espirituales, sean físicos, sean económicos, etc., etc., a el resto de nuestros contemporáneos.

Por esto que se ha creado un sistema que está presto a actuar ante cualquier emergencia, sea colectiva o individual.

Pero nuestra civilización no puede estar en todos los sitios a la vez. Por lo tanto debemos priorizar las actuaciones de emergencia, sin poner límites.

Cualquier persona que quiera conducir un coche, un barco, un avión o avioneta, o alas delta, o parapentes, o simplemente nadar a contracorriente debe de hacerse un seguro para cubrir las posibles desgracias de su acción individual.

Cuando tomamos un tren, un barco, un avión tenemos un seguro que nos cubre las posibles desgracias más comunes. Al igual que un autobús, un coche, alquilado o en propiedad.

Entonces : Porqué tenemos que pagar todo el gasto que supone una aventura que emprende un ser humano por su propia cuenta y riesgo y sale fallida, con un grave problema para su integridad física o su muerte incluso ¿?

No fue él y solo él quien se aventuró a una gesta muchas veces imposible ¿?

Porqué debemos de ser tan sumamente responsables de la irresponsabilidad de alguien que quiso hacer algo sumamente peligroso y lo hizo, pero que cuando le salió mal debemos de correr todos, con los equipos de bomberos, helicópteros, ambulancias, policía, etc., etc. para socorrerle, buscarle en sitios imposibles de localizar, pero todo ello con cargo a los impuestos confiscatorios que nos imponen ¿?

Y luego si ha sobrevivido, debemos de tenerle o mantenerle en un centro de hospitalización que sufragamos entre todos nosotros ¿?

Se están dando demasiados casos como este ejemplo para no tener que pensar en que nos está sucediendo.

Cuando una persona responsable tiene un accidente de tráfico, los vehículos que circulan deben de tener un seguro para cubrir los posibles accidentes    que se produzcan y es la compañía de seguros que se hace cargo de los gastos que ocasione el accidente, su curación si hubo daños físicos, su rehabilitación, y en caso de estados graves de invalidez se llega a tener una prestación (según el tipo de seguro que tenga contratado el propietario del vehículo), o la justicia hace responsable al conductor, quien debe de pagar los consiguientes gastos al accidentado.

Pero en el caso de que uno misto sea el responsable de haber sufrido un accidente, sin que haya un responsable contrario. Que pasa ¿?

Pues que todos nos hacemos responsables subsidiarios y a través de los impuestos, que nos sangran constantemente, debemos de atender a la persona irresponsable que ha actuado de forma tan alegre.

Si alguien sube y atraviesa una cadena montañosa, se pierde, cae por un barrando, por una pared que escalaba, o por un acantilado, debe de estar cubierto y todos los gastos que ello ocasione deben de ser a su cargo, o de la compañía de seguros que haya aceptado el riesgo. Pero no que todos seamos partícipes del gasto que su irresponsabilidad nos ha generado.

Todos los que hacen deportes llamados de alto riesgo, deben de ser conscientes de su elección. No pueden alegar ignorancia. Nos debemos de proteger de quienes usan y abusan de la buena voluntad de las buenas gentes que solo están para pagar sus gastos, los generados por su accidentes, tales como uso de los medios de emergencia y hospitalización.

Demasiados casos se están dando de accidentes por parte de personas que desean ser distintas a los demás, pero que cuando tienen un problema que ellos mismos se han creado, recurren siempre a la masa de personas que les deben de socorrer y pagar sus gastos.

Si la administración tomara cartas en este asunto, obligando a que todos los inconscientes que quieren hacer algo sumamente peligroso a que suscribieran un seguro de accidentes, nos dejaría al margen cualquier problema que ellos mismos se generaran. No como ahora. Que debemos de pagarles todo con nuestros paupérrimos ingresos de trabajadores, jubilados, etc., etc.

Si no suscriben los seguros deberíamos tener claro que no se les puede atender debidamente y pasarles la factura a ellos, a sus familiares, a sus amigos, a sus parejas, a sus hijos, a sus nietos, etc., etc.

Que culpa tenemos quienes no creamos estas situaciones ¿?

Es que por el hecho de haber nacido ya tenemos que ser responsables de los irresponsables ¿?

Como es que cada año nos piden más y más impuestos y sin embargo se gastan nuestros impuestos de una forma tan fácil de obviar ¿?

Es más fácil mirar para otro lado y pedirnos más y más dinero a todos los buenos ciudadanos que obligar a estos malos ciudadanos a que sean responsables de sus actos.

Desde pequeños se nos dice : Cuidado que no tropiéces y te caigas ya que te harás daño y tendremos que llevarte al hospital. O, cuidado que no te caigas por un sitio que te puedas hacer daño. O, vigila que no pase un coche cuando quieras cruzar una calle o carretera. O vigila que no te caiga encima una maceta cuando andes por una acera. Y tantas y tantas cosas que decimos a los pequeños para preservarles de los peligros que nos acosan en cada esquina.

Pero cuando una ya es adulto nadie le dice cuidado con … Pues entendemos que ya es maduro para darse cuenta de los peligros.

Si fuéramos todos maduros y nos diéramos cuenta de los peligros no tendría via argumental   para escribir esta forma de crítica.

Todos seriamos conscientes y no se producirían situaciones de malas opciones de nuestra vida.

Todos nos dejaríamos llevar por un pensamiento que no nos dejaría llevarnos a situaciones de extrema necedad, como las comentadas. Seríamos conscientes de no ser un problema para los demás y haríamos todo por nuestra parte para facilitar una buena relación con los demás ciudadanos.

Todos los gastos que se producen cuando alguien tiene un accidente practicando deportes de alto riesgo, atravesando montañas, lagos ríos, mares, o calles, o simplemente creando situaciones de peligro para  sí mismo, sin necesidad alguna, sin que exista un causante o contrario (como definen los seguros un accidente), debe de estar debidamente cubierto sin que recaiga los gastos ocasionados por su mala forma de actuar a todos los demás ciudadanos que sin culpa alguna deben de correr con los gastos que su proceder nos ha ocasionado.

Ojalá que dentro de poco tiempo no veamos más este problema en nuestro país.

El abuelo cabreado

           

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