Nunca he sido alguien implicado
en los sistemas políticos.
Nunca he considerado que debamos
de ser partícipes de las decisiones que nos afectan a todos.
Nunca creí que llegaría a pensar
y a transmitir estos pensamientos.
Creo que el deterioro político ha
llegado a un límite muy difícil de traspasar sin tener que padecer en nuestras
carnes lo que nos imponen.
Espero que el mundo que se nos
presenta no sea tan destructivo como nos quieren hacer creer.
Quiero que nuestros hijos,
nuestros nietos, nuestros biznietos (si los hubiera) pudieran pertenecer a
nuestra civilización sin tener que sonrojarse de lo que hicieron sus
ascendientes.
Creo sinceramente que es una
misión imposible, dado lo que día a día nos están demostrando quienes deberían
poner todo su empeño en resolvernos la forma de vida de todos nosotros (que
para esto les votamos y les pagamos su sueldo), que no son capaces de llevarnos
por un camino correcto y eficaz.
Cuando duermo, cuando estoy
despierto, cuando pienso, cuando sueño, cuando creo en las cosas que siempre
han sido y que hoy ya no son, me entra una especie de sopor por lo que pudo
haber sido y no fue.
No es nuestra culpa.
No es que los seres humanos
debamos ser dioses.
No es que podamos ser mejores de
lo que somos.
No es que no seamos conscientes
de lo que nos sucede.
Es que la condición humana no
está preparada para afrontar los retos que se nos están poniendo en nuestra
efímera vida terrenal.
La alternativa no está nada clara.
Debemos de avanzar en nuestra
civilización ¿?
Debemos de retroceder ¿?
Debemos de crear una nueva
revolución para seguir siendo nosotros mismos ¿?
Cuando escucho los telediarios,
las noticias, los opinadores, los tertulianos, etc., etc. me digo a mi mismo :
Como hemos podido caer tan bajos en nuestra propia estima y hemos dado cancha a
toda esta gente que nos quiere manipular. Y lo consiguen.
No hay nada que nos obligue a
seguir escuchando todo lo que nos están entrando en nuestro cerebro. Pero es
una fuerza más fuerte que nuestro intelecto la que nos hace seguir viendo y
escuchando sus zafias preguntas, sus zafias contestas o sus zafias formas de
manipularnos, hasta el extreme de que nos giran el cerebro hacia donde nos
quieren llevar.
Volviendo al tema de este
comentario, creo que sin una revolución del sistema no saldremos de nuestra
falsa utopía.
Si avanzamos, ya sabemos lo que
nos espera : Más de lo mismo.
Si retrocedemos ya sabemos lo que
nos espera : El pasado.
Si nos revolucionamos. Que nos
espera ¿?
No lo sabemos.
Pero siempre será mejor que lo
anterior.
Hubo en el pasado dos grandes
revoluciones : La Francesa y la Rusa.
No es cuestión de recrear de
nuevo las revoluciones a la vieja usanza, pero sí que es importante tener
presente que sin un vuelco sustancial no saldremos del espiral o bucle
informático en que nos encontramos.
Cuando el sistema actual se está
hundiendo, solo queda que nuevas mentes, nuevos seres activos, nueva savia se
le permita acceder a los resortes del poder para mejorar y poner de nuevo en
funcionamiento un sistema absoleto y sin futuro. Nuestros hijos y nietos deben
de aportar su granito de arena para que la vida siga y sea mejor de lo que les
dejamos nosotros.
No tenemos que compadecernos de
lo que hemos hecho.
Tenemos que reconocer que no ha
sido del todo perfecto y que quizás las nuevas generaciones lo harán mejor que
nosotros lo hicimos.
El común del ciudadano no ha sido
protagonista de descalabro actual.
Pero si ha sido el gran
perjudicado.
Votamos en nuestra democracia al
personaje erróneo y así nos ha ido.
Solo podemos que pedir que el de
ahora sea más eficiente y nos saque de este marasmo en que nos han metido.
Lo tiene difícil. Pero es en la
dificultad cuando se reconoce a un héroe. A un forjador de imperios, a un ser
normal que hace lo mejor para sus contemporáneos. Para hacer lo que haríamos
todos no hace falta votar a nadie en concreto.
En mi juventud no viví en
democracia y siempre nos vendieron que en democracia viviríamos como seres
humanos. Es humano que la mitad de un país esté en el paro ¿?. Es humano que la
mitad de gente que esté en el paro sean jóvenes de menos de 30 años ¿?. Es
humano que no tengamos posibilidad de pagar nuestras hipotecas y nos quiten
nuestra vivienda ¿?. Es humano que no podamos vivir de nuestro trabajo con
sueldos de miseria ¿?. Es humano que nuestros jóvenes no estén suficientemente
educados, a pesar de que nos hemos gastado en la educación pública todos
nuestros ahorros ¿?. Es humano que solo puedan vivir (y vivir muy bien por
cierto) todos los afiliados a partidos políticos, a sindicatos o a las ONG s al
uso ¿?. Es humano que no se pueda vivir de una pensión ganada por años de
trabajo honrado ¿?. Es humano que seamos la última escoria que cagó pilatos en
el concierto europeo y mundial ¿?. Es humano que no podamos tener un futuro
como cuando éramos jóvenes los viejos actuales ¿? . Es humano que nos reduzcan cada vez más los sueldos de
quienes trabajn y las pensiones de quienes ya no podemos trabajar ¿?. Es humano
que nos estén diciendo constantemente que es culpa de todos de lo que está
pasando ¿?. Es humano que vivan tan ricamente quienes nos han llevado a este
estado comatoso ¿?.
Es humano tantas y tantas cosas que nos han
destruido como nación, país o colectivo de personas que tienen un futuro común
¿?.
Según los políticos sí que es
humano.
Mientras ellos se refocilan con
su estatus de impunidad, nosotros estamos en el limbo, en el infierno o en el
máximo exponente de la pena capital.
Algo debe de tener que cambiar.
Por las buenas o por las malas. No es posible seguir con estos supuestos de que
todos somos malos y los políticos son los buenos.
Quienes han consentido en que se
deteriorara de forma tan nefasta nuestra convivencia ¿?
Quienes son los que nos empujan a
desear cosas imposibles de conseguir ¿?
Quienes tienen toda la culpa de
lo que nos sucede ¿?
Según los políticos somos
nosotros. La ciudadanía que ha vivido por encima de las posibilidades de cada
uno.
Según el sentir popular : Nos han
destruido los mismos que nos decían que todo lo hacían por nosotros, cuando en
realidad nos destruían sistemáticamente. Todos los gobiernos deben su poder al
pueblo que les votó, en democracia. Si no son capaces de dar al pueblo lo que
este les demanda al votarles : deben de dimitir.
Pero claro : Quien es el
personaje que renuncia a los sueldos, a las prevendas, a los palacios, a los
coches, a los chóferes, a los guardaespaldas, a los secretarios, al ejército de
funcionarios que han colocado sin tener trabajo para ellos y que viven de
nuestros impuestos, en muchísimos casos que son sus parientes y amigos, a los
honores de ser los que mandan, los que están por encima del común de los
mortales, los que con una llamada nos mandará a la policía, al ejercito, a sus
espias, a sus colaboradores, a sus confidentes, etc., etc. para detenernos y
llevarnos al fin de nuestros días entre rejas.
Cuando alguien dijo una vez que
Montesquiu había muerto ( un personaje importante del gobierno surgido de las
elecciones de 1.982) no pensamos que se había puesto coto a la tradicional
triología de poderes del estado surgido de la revolución francés. Pero así ha
sido.
Desde entonces, el poder judicial
es una pata más de los políticos de turno.
No tienen independencia para
juzgar.
Siempre están supeditados al
poder el ejecutivo. Cuando debería de ser al revés.
Si exisistiera de verdad una
separación de poderes no habrían tantas y tantas sentencias judiciales de
inspiración política. El fiscal general sería realmente independiente.
Pero a los que mandan no les
interesa lo más mínimo que los jueces y fiscales sean independientes. Quizás
entonces realmente les fiscalizarían y les haría ser realmente gobernantes a
favor del pueblo. Como sucedía hace miles de años en la Grecia clásica.
Hoy ya no interesa nada la
democracia al estilo de la Grecia de entonces : No tenemos a un Pericles, a un
Aristóteles, a un Agamenón y Clitemnestra, o a unos Argonautas.
Nosotros tenemos un González, un
Rubalcaba, un Aznar, un Suarez, un Calvo-Sotelo, un Zapatero, un Rajoy, etc.,
etc.
No hay comparación posible a
nuestro favor.
Quizás con el tiempo (medido en
cientos o miles de años) nos equiparemos a los clásicos. Pero lo dudo, por más
que pasen los años no lograremos este milagro. No es nuestro programa
existencial.
Cuando un país toma el camino de
la derrota como ha tomado nuestro país, antes llamada España, no tiene ninguna
posibilidad de un retorno a sus esencias. Es un caso imposible de solucionar.
Solo si los políticos quisieran el bien del país sería posible retornar a
nuestra senda de crecimiento y de posible felicidad en la ciudadanía. Mientras
tengamos a nuestros políticos actuales no existe futuro claro para nosotros. Es
muy triste. Pero es así de claro.
Volviendo a nuestro inicio : Si
no es posible avanzar y solo estamos que retrocediendo. Qué nos queda pues ¿?
Dejo el interrogante para que
cada uno saque sus conclusiones.
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