El proceso se inició hace entre
dos y tres décadas.
Los bien pensantes estipularon
que la educación debía de sufrir una gran transformación.
Transformaron, sin pensarlo muy
bien, todo nuestro sistema educativo, primando la libertad de hacer lo que te
dé la gana, sobre la educación y la enseñanza para lograr individuos más
preparados, más conscientes de su destino como padres de nuevas generaciones.
En estos años de democracia, nos
hemos acostumbrado a ser meros espectadores de experimentos realizados sobre
nuestros hijos y nietos en materia de educación y enseñanza reglada en
escuelas, institutos y universidades.
No tenemos referencia alguna para
conseguir la excelencia en nuestras escuelas. Solo mediocridad y zafia
enseñanza de cosas sin sentido humano. Nuestros profesionales de la enseñanza,
los maestros, se han convertido en la mayoría de los casos en funcionarios que
no les importa un bledo si los niños y niñas aprenden algo que les servirá en
su vida de adultos.
Hay casos excepcionales de
maestros que se toman su magisterio como una entrega sin límites a la mejor
educación de sus alumnos.
La vocación.
Este es el problema de nuestros
tiempos.
Todos son funcionarios sin
vocación para impartir las lecciones de la vida a sus alumnos. Sean alumnos de
guardería, de primaria, de secundaria e incluso de estudios universitarios.
Los políticos se han afanado en
crear planes de estudios que en algunos casos ni han llegado a ponerse en
marcha.
En muchos casos se han cambiado
nada más empezar a ser implantados.
Hemos pedido ya la cuenta de
cuantos planes de estudios han proliferado a lo largo de estos casi 37 años de
democracia.
Como es posible que los políticos
de uno y otro lado no se pongan de acuerdo en una de las cosas más importantes
que tenemos los seres humanos : Nuestra educación, la de nuestros hijos y la de
nuestros nietos.
Sin enseñanza de calidad, sin
maestros que sepan lo que están enseñando, sin una dirección correcta por parte
de los gobiernos. No habrá futuro para nuestros jóvenes. Ya está pasando.
Desde hace años que se ve
claramente que a muchos políticos no les interesa que las nuevas generaciones
sean mejor preparadas que la suya. Por esto ponen todas las zancadillas
posible.
Si no ponemos toda la carne en el
asador para que nuestros niños y jóvenes sean algo mejor en un mundo tan
competitivo como el actual. Que les puede pasar ¿?
No. No es la pregunta. La
pregunta es que les está pasando ya ¿?
Nuestro sistema de enseñanza está
corrompido por la ingerencia de los políticos mal sanos.
No tenemos claro nada de lo que
hasta hoy ha pasado en estas últimas décadas en el tema de la enseñanza.
El caso es que todos los informes
y estudios a nivel internacional, situan a nuestro sistema de enseñanza en los
últimos lugares del mundo.
Que galardón más importante para
nuestros políticos. No les parece ¿?
El problema es de gran calado.
Nuestras generaciones actuales y las futuras están condenadas a tener que
soportar que son las menos preparadas para afrontar las nuevas tecnologías, las
nuevas bases de enseñanza, las más grandes metas en enseñanza. Están condenadas
a la mediocridad y la burla de todos los ciudadanos del mundo.
Si realmente quisieran los
políticos que se supera la mediocridad actual, todos sin excepción alguna, se
pondría manos a la obra y conseguiría consensos para dejar atrás cuanto antes
este sistema de mediocridad enquistado.
En lugar de esto lo que hacen es
ponerle barricadas a alguien que se atreve a cambiar una mínima parte de lo que
se ha llegado a denominar como intervención de las mentes de los jóvenes para
tener una inmensa mayoría de acólitos incondicionales a sus políticas.
Si no hay que estudiar para
aprobar, porqué he de esforzarme en nada ¿?
Así nos va.
Nadie se toma en serio nada. Y
menos su educación. Les dicen desde los estamentos públicos que sin esfuerzo
les darán un título.
Lo que ellos no saben que el
título que les darán sin esforzarse en estudiar, no les servirá de nada en la
vida.
Nadie les dice nunca la verdad ¿?
Sin esfuerzo no hay actividad
humana que sea recompensada.
Sin trabajarse los estudios,
nadie puede acceder a un puesto de responsabilidad.
Como debe de dirigir una empresa
un mal estudiante ¿?
Como debe de organizarse en su vida
privada ¿?
Como debe de comportarse un joven
que ha ingresado en un partido político ¿?
Es que sus padres le empujaran a
lo alto del pódium ¿?
Es que no cuenta ya nada la
inteligencia de nuestros jóvenes, hijos nuestros o de otra pareja humana ¿?
Es que mejor que sean como
autómatas sin cerebro y sin alma ¿?
Es que a los que nos mandan les
molesta que otras generaciones los sustituyan ya ¿?
Nuestros estudiantes pierden gran
parte de su tiempo de estudio en cosas muy alejadas de la calidad de la
enseñanza.
Porqué están más dedicados a
presionar y a no estudiar, lo que deberían de hacer sin crearse estos problemas
¿?
Nuestros descendientes tienen
todo el derecho a que puedan tener una vida plena. Porqué muchos políticos y
agitadores no les dejan tranquilos para que realicen su tarea lo mejor posible
¿?
Si todos queremos lo mejor para
nuestros hijos y nietos, también lo queremos para los hijos y los nietos de los
demás.
Sin estudios, cada vez más
complejos, no llegarán a ser alguien de peso en nuestra sociedad.
Si les privamos de su enseñanza
no serán más que personas zarandeadas por los políticos en cada época venidera.
Lo primero que debemos constatar
es el bajo nivel de los maestros.
Sin calidad en la formación de
nuestros enseñantes, mal podemos conseguir ser excelentes en las enseñanzas que
ellos nos transmitirán a todos los jóvenes.
Sin la mayoría de maestros no se
han preocupado de ser los mejores para dar lo que se espera de ellos, que podemos
hacer los padres y abuelos con nuestros niños y jóvenes ¿?
Pero no todo es culpa de
políticos y de profesionales de la educación.
Desde hace años que planea un
grave problema de autoridad moral de los maestros sobre sus alumnos.
Hay jóvenes que acosan a sus
maestros.
Les tratan como a esclavos.
No quieren atender a sus
explicaciones, ni a sus regañinas más normales.
Siempre esgrimen la sacrosanta
libertad y no quieren escuchar a los mayores que les imparten las clases.
Este problema ha supuesto un gran
enfrentamiento entre los maestros y los padres de los alumnos, habiendo llegado
casos incluso a la agresión física y por descontado verbal, contra al maestro a
que atrevió a negarle algo a un alumno. Los padres en estos casos a actuado
como verdaderos seres irracionales.
Solo tenemos que comprobar la
cada vez mayor cantidad de maestros que se han de acoger a una baja temporal
por el fuerte estrés que han llegado en su relación con alumnos y padres de
alumnos. Problemas de gran depresión. Problemas de no poder seguir con su labor
de docencia normal.
Si se cuestiona la autoridad de
un maestro para hacer que sus alumnos se adapten a la enseñanza, como se podrá
lograr una buena enseñanza ¿?
Si se dinamita la estabilidad
entre maestro y alumno, como llegaremos a inculcar a los alumnos el sentido
universal de la enseñanza ¿?
Hay padres que solo hacen ir al
colegio a sus hijos porque lo mandan las normas de convivencia. No están
conformes con lo que les enseñan ni quieren que les enseñen nada a sus hijos.
Mejor estarán si no saben nada de nada. Eso es lo que creen.
Hay otros padres que sin embargo
les gustaría dejar de llevar a sus hijos al colegio, pues creen acertadamente
que solo les enseñan malas conductas y y cada vez menos cosas necesarias para
desenvolverse en esta vida.
Estos son los que quisieran poder
tener la libertad de poder ser ellos los maestros y las enseñanzas que les
impartan a sus hijos sean calibradas por exámenes en centros de enseñanza
reglada.
Hay casos para todos los gustos.
Pero lo que se constata desde
hace muchos años, es que tenemos generaciones perdidas de alumnos. No han
llegado a un nivel mínimo para poder desenvolverse en el mundo real que se
encuentran tras dejar los estudios.
Entonces lo que ocurre es que se
inclinan a poder vivir trapicheando por aquí y por allá. Sin mencionar los
submundos en que se sumergen de drogas, delincuencia y vagancia.
Nos dirán algunos bienpensantes políticos que el problema no es
de la enseñanza. Nos dirán que el problema es de la crisis Que el problema es
que nuestros jóvenes están desorientados y sin norte al que dirigirse y por
esto están entrando en estos guetos de mal vivir.
Dirán que la crisis les empuja a
delinquir.
Pero todo lo que está pasando no
es nada más que las consecuencias de nuestro mal sistema educativo. Propiciado
por esta norma no escrita de que no vale la pena estudiar si no tendrá trabajo el
niño en su vida.
De entrada les hemos cercenado
sus posibilidades. Sin una buena enseñanza no podrán defenderse en esta vida.
Consigamos entre todos que esto
cambie para bien. Que todos los partidos políticos se volquen en proponer
nuevas formas de conseguir una educación de excelencia. Una educación que nos
devuelva a los niveles que estábamos disfrutando no hace tantos años. Y que nos
hemos caído al pozo más profundo.
Sin buena educación y enseñanza
de calidad, no saldremos del pozo.
El Abuelo cabreado
1 comentario:
Cuando tuve sed llame a tu puerta y me has dado de beber,
Cuando el camino se hizo penoso me has tendido la mano,
Cuando las lágrimas corrían por mis mejillas me las has secado,
Cuando el corazón lo asolaba la tristeza le regalaste una sonrisa,
Cuando la soledad me acompañaba fuiste mi luz y guía,
Cuando, cuando...
Ser tu amigo hace posible que la vida tenga otro sentido
y otras dimensiones...
Una muy feliz semana, esta que es tan especial.
Atte.
María Del Carmen
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