lunes, 25 de marzo de 2013

ABDICAMOS DE EDUCAR A NUESTROS HIJOS


 

El proceso se inició hace entre dos y tres décadas.

Los bien pensantes estipularon que la educación debía de sufrir una gran transformación.

Transformaron, sin pensarlo muy bien, todo nuestro sistema educativo, primando la libertad de hacer lo que te dé la gana, sobre la educación y la enseñanza para lograr individuos más preparados, más conscientes de su destino como padres de nuevas generaciones.

En estos años de democracia, nos hemos acostumbrado a ser meros espectadores de experimentos realizados sobre nuestros hijos y nietos en materia de educación y enseñanza reglada en escuelas, institutos y universidades.

No tenemos referencia alguna para conseguir la excelencia en nuestras escuelas. Solo mediocridad y zafia enseñanza de cosas sin sentido humano. Nuestros profesionales de la enseñanza, los maestros, se han convertido en la mayoría de los casos en funcionarios que no les importa un bledo si los niños y niñas aprenden algo que les servirá en su vida de adultos.

Hay casos excepcionales de maestros que se toman su magisterio como una entrega sin límites a la mejor educación de sus alumnos.

La vocación.

Este es el problema de nuestros tiempos.

Todos son funcionarios sin vocación para impartir las lecciones de la vida a sus alumnos. Sean alumnos de guardería, de primaria, de secundaria e incluso de estudios universitarios.

Los políticos se han afanado en crear planes de estudios que en algunos casos ni han llegado a ponerse en marcha.

En muchos casos se han cambiado nada más empezar a ser implantados.

Hemos pedido ya la cuenta de cuantos planes de estudios han proliferado a lo largo de estos casi 37 años de democracia.

Como es posible que los políticos de uno y otro lado no se pongan de acuerdo en una de las cosas más importantes que tenemos los seres humanos : Nuestra educación, la de nuestros hijos y la de nuestros nietos.

Sin enseñanza de calidad, sin maestros que sepan lo que están enseñando, sin una dirección correcta por parte de los gobiernos. No habrá futuro para nuestros jóvenes. Ya está pasando.

Desde hace años que se ve claramente que a muchos políticos no les interesa que las nuevas generaciones sean mejor preparadas que la suya. Por esto ponen todas las zancadillas posible.

Si no ponemos toda la carne en el asador para que nuestros niños y jóvenes sean algo mejor en un mundo tan competitivo como el actual. Que les puede pasar ¿?

No. No es la pregunta. La pregunta es que les está pasando ya ¿?

Nuestro sistema de enseñanza está corrompido por la ingerencia de los políticos mal sanos.

No tenemos claro nada de lo que hasta hoy ha pasado en estas últimas décadas en el tema de la enseñanza.

El caso es que todos los informes y estudios a nivel internacional, situan a nuestro sistema de enseñanza en los últimos lugares del mundo.

Que galardón más importante para nuestros políticos. No les parece ¿?

El problema es de gran calado. Nuestras generaciones actuales y las futuras están condenadas a tener que soportar que son las menos preparadas para afrontar las nuevas tecnologías, las nuevas bases de enseñanza, las más grandes metas en enseñanza. Están condenadas a la mediocridad y la burla de todos los ciudadanos del mundo.

Si realmente quisieran los políticos que se supera la mediocridad actual, todos sin excepción alguna, se pondría manos a la obra y conseguiría consensos para dejar atrás cuanto antes este sistema de mediocridad enquistado.

En lugar de esto lo que hacen es ponerle barricadas a alguien que se atreve a cambiar una mínima parte de lo que se ha llegado a denominar como intervención de las mentes de los jóvenes para tener una inmensa mayoría de acólitos incondicionales a sus políticas.

Si no hay que estudiar para aprobar, porqué he de esforzarme en nada ¿?

Así nos va.

Nadie se toma en serio nada. Y menos su educación. Les dicen desde los estamentos públicos que sin esfuerzo les darán un título.

Lo que ellos no saben que el título que les darán sin esforzarse en estudiar, no les servirá de nada en la vida.

Nadie les dice nunca la verdad ¿?

Sin esfuerzo no hay actividad humana que sea recompensada.

Sin trabajarse los estudios, nadie puede acceder a un puesto de responsabilidad.

Como debe de dirigir una empresa un mal estudiante ¿?

Como debe de organizarse en su vida privada ¿?

Como debe de comportarse un joven que ha ingresado en un partido político ¿?

Es que sus padres le empujaran a lo alto del pódium ¿?

Es que no cuenta ya nada la inteligencia de nuestros jóvenes, hijos nuestros o de otra pareja humana ¿?

Es que mejor que sean como autómatas sin cerebro y sin alma ¿?

Es que a los que nos mandan les molesta que otras generaciones los sustituyan ya ¿?

Nuestros estudiantes pierden gran parte de su tiempo de estudio en cosas muy alejadas de la calidad de la enseñanza.

Porqué están más dedicados a presionar y a no estudiar, lo que deberían de hacer sin crearse estos problemas ¿?

Nuestros descendientes tienen todo el derecho a que puedan tener una vida plena. Porqué muchos políticos y agitadores no les dejan tranquilos para que realicen su tarea lo mejor posible ¿?

Si todos queremos lo mejor para nuestros hijos y nietos, también lo queremos para los hijos y los nietos de los demás.

Sin estudios, cada vez más complejos, no llegarán a ser alguien de peso en nuestra sociedad.

Si les privamos de su enseñanza no serán más que personas zarandeadas por los políticos en cada época venidera.

Lo primero que debemos constatar es el bajo nivel de los maestros.

Sin calidad en la formación de nuestros enseñantes, mal podemos conseguir ser excelentes en las enseñanzas que ellos nos transmitirán a todos los jóvenes.

Sin la mayoría de maestros no se han preocupado de ser los mejores para dar lo que se espera de ellos, que podemos hacer los padres y abuelos con nuestros niños y jóvenes ¿?

Pero no todo es culpa de políticos y de profesionales de la educación.

Desde hace años que planea un grave problema de autoridad moral de los maestros sobre sus alumnos.

Hay jóvenes que acosan a sus maestros.

Les tratan como a esclavos.

No quieren atender a sus explicaciones, ni a sus regañinas más normales.

Siempre esgrimen la sacrosanta libertad y no quieren escuchar a los mayores que les imparten las clases.

Este problema ha supuesto un gran enfrentamiento entre los maestros y los padres de los alumnos, habiendo llegado casos incluso a la agresión física y por descontado verbal, contra al maestro a que atrevió a negarle algo a un alumno. Los padres en estos casos a actuado como verdaderos seres irracionales.

Solo tenemos que comprobar la cada vez mayor cantidad de maestros que se han de acoger a una baja temporal por el fuerte estrés que han llegado en su relación con alumnos y padres de alumnos. Problemas de gran depresión. Problemas de no poder seguir con su labor de docencia normal.

Si se cuestiona la autoridad de un maestro para hacer que sus alumnos se adapten a la enseñanza, como se podrá lograr una buena enseñanza ¿?

Si se dinamita la estabilidad entre maestro y alumno, como llegaremos a inculcar a los alumnos el sentido universal de la enseñanza ¿?

Hay padres que solo hacen ir al colegio a sus hijos porque lo mandan las normas de convivencia. No están conformes con lo que les enseñan ni quieren que les enseñen nada a sus hijos. Mejor estarán si no saben nada de nada. Eso es lo que creen.

Hay otros padres que sin embargo les gustaría dejar de llevar a sus hijos al colegio, pues creen acertadamente que solo les enseñan malas conductas y y cada vez menos cosas necesarias para desenvolverse en esta vida.

Estos son los que quisieran poder tener la libertad de poder ser ellos los maestros y las enseñanzas que les impartan a sus hijos sean calibradas por exámenes en centros de enseñanza reglada.

Hay casos para todos los gustos.

Pero lo que se constata desde hace muchos años, es que tenemos generaciones perdidas de alumnos. No han llegado a un nivel mínimo para poder desenvolverse en el mundo real que se encuentran tras dejar los estudios.

Entonces lo que ocurre es que se inclinan a poder vivir trapicheando por aquí y por allá. Sin mencionar los submundos en que se sumergen de drogas, delincuencia y vagancia.

Nos dirán algunos  bienpensantes políticos que el problema no es de la enseñanza. Nos dirán que el problema es de la crisis Que el problema es que nuestros jóvenes están desorientados y sin norte al que dirigirse y por esto están entrando en estos guetos de mal vivir.

Dirán que la crisis les empuja a delinquir.

Pero todo lo que está pasando no es nada más que las consecuencias de nuestro mal sistema educativo. Propiciado por esta norma no escrita de que no vale la pena estudiar si no tendrá trabajo el niño en su vida.

De entrada les hemos cercenado sus posibilidades. Sin una buena enseñanza no podrán defenderse en esta vida.

Consigamos entre todos que esto cambie para bien. Que todos los partidos políticos se volquen en proponer nuevas formas de conseguir una educación de excelencia. Una educación que nos devuelva a los niveles que estábamos disfrutando no hace tantos años. Y que nos hemos caído al pozo más profundo.

Sin buena educación y enseñanza de calidad, no saldremos del pozo.

 

El Abuelo cabreado

1 comentario:

La Gata Coqueta dijo...



Cuando tuve sed llame a tu puerta y me has dado de beber,
Cuando el camino se hizo penoso me has tendido la mano,
Cuando las lágrimas corrían por mis mejillas me las has secado,
Cuando el corazón lo asolaba la tristeza le regalaste una sonrisa,
Cuando la soledad me acompañaba fuiste mi luz y guía,
Cuando, cuando...

Ser tu amigo hace posible que la vida tenga otro sentido
y otras dimensiones...

Una muy feliz semana, esta que es tan especial.

Atte.
María Del Carmen