Fieles hindúes exigen a una falla que no queme sus símbolos religiosos
La comunidad asiática invoca la Constitución para acusar a la comisión de Ceramista Ros de atentar contra la libertad de credo - Agentes de policía vigilan el monumento para evitar altercados
19.03.2013 | 10:26
LOLA BERNABEU | VALENCIA La falla Ceramista Ros-José María Mortes Lerma, de Sección Primera B, ha ganado popularidad a su pesar como si de una falla de seccion especial se tratase. Respresentantes de la comunidad hindú en Valencia se han sentido ofendidos por la respresentación de sus símbolos religiosos en la falla y se oponen a que sean consumidos por las llamas esta noche.
Durante la tarde del domigo, mientras los falleros de Ceramista Ros acudían a la Ofrenda, un grupo de hindúes acudió a la falla con uno de sus sacerdotes y un traductor. Se encontraron el casal vacío y hablaron con algunos vecinos y con el guardia de seguridad. Les explicaron que no podían quemar el monumento porque da mala suerte y es una falta grave. Agentes de las Policías Nacional y Local vigilan el monumento desde la tarde de ayer y lo harán durante todo el día de hoy para garantizar una «cremà» sin incidentes. Los agentes fueron alertados por la falla para evitar incidentes, pues la comitiva que acudió el domingo advirtió de que volverían.
«Atentado cultural»
A Swami Omkrananda, presidente del Templo Hindú en Valencia, todo esto le «ha pillado por sorpresa», según afirma. Omkrananda dice que los «ninots» de las divinidades hindúes incurren un delito constitucional y se ampara en el artículo 16, referente a la libertad religiosa. Para él «no se pueden quemar y profanar estos símbolos, se trata de un atentado cultural». El problema reside especialmente en la quema, no ya en la representación. Swami Omkrananda confiesa que en muchos templos del sur de la India hay representaciones de sus divinidades que se asemejan mucho a las esculturas falleras, «con figuras redondeadas en colores pastel y muy llamativas». Pero el presidente del Templo ha advertido: «si se quema a las diosas y eso se fotografía, dará la vuelta al mundo, para mal. Podría haber consecuencias dramáticas y se liaría gorda». Durante todo el día de ayer, personas y grupos de religión hinduista se acercaron a la falla para tomar fotos y grabar. Sandip, uno de los que fue a inmortalizar el monumento, opina: «esto no es normal, toda religión merece un respeto». Ayer por la tarde, Sandip se reunió con otros fieles para pensar en posibles actuaciones para impedir la «cremà» de las figuras. Este hindú ha enviado las fotos y los vídeos de la falla al presidente de los hindúes en Madrid y a la India.
El presidente del Templo Hindú ha mostrado en todo momento una actitud dialogante y pacífica. A pesar de ofrecerse como mediador entre la falla y los hindúes más radicales, está convencido de que es impensable quemar las divinidades y advierte que esta mañana acudirían al juzgado de guardia a interponer una denuncia.
La falla: «el monumento se va a quemar»
Mariano Rajoy convertido en mercader hindú o Angela Merkel en colona inglesa son figuras de esta crítica falla. Pero el problema son las divinidades. Saravatí, la diosa del conocimiento y la justicia, sirve para criticar un posible criterio arbitrario de la Junta Central Fallera a la hora de dar los premios. O el dios Ganesha, figura central con forma de elefante, lleva símbolos en cada uno de sus cuatro brazos, como una maza de oro que representa el autocontrol o una trompa de caracola de mar para alegrar a los humanos.
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