No creo que haya nadie honrado hoy en día. Al menos en la
política y en los que indecorosamente se erigen en portavoces de los
trabajadores.
Tenemos infinidad de casos llevados ante los tribunales que
merecen un escarmiento ejemplar.
Nunca podíamos pensar que nuestros representantes, tanto
políticos como sindicales, nos fueran a robar y estafar con tanta intensidad.
Estamos huérfanos de buenas personas que nos dirijan y que
nos atiendan en nuestras súplicas de que nos lleven a un buen final de nuestras
vidas.
Todo es malas maneras de tratar nuestras necesidades. Sus
necesidades están claras : Hacerse inmensamente ricos con nuestras míseras
vidas.
No son solamente los delincuentes
habituales y los asesinos, los violadores y los hijos de puta que proliferan a
doquier. Hoy en día son muchos más los que nos roban y nos estafan acogiéndose
a las leyes que ellos mismos han escrito. Por lo que se ha hecho una verdad
incuestionable el dicho de que hecha la Ley, hecha la trampa.
Porqué los representantes del
pueblo como son los políticos y los sindicalistas, no están en su labor de
mejorar la vida de todos los ciudadanos y en concreto de los trabajadores ¿?
Porqué se apropian de nuestro
dinero, de nuestro trabajo, de nuestras buenas cualidades, sin rubor alguno ¿?
Porqué no destinan su alma a
mejorar la vida de todos y no solo de mejorar sus vidas y sus haciendas,
robándonos lo poco que nos queda ¿?
Son malas personas. Muy malas y
no son personas. Son animales depredadores que les importa poco lo que nos
pase. Mientras ellos viven tan ricamente de nuestro sudor y trabajo.
Todos los que nos representan no
nos representan realmente. Solo se representa a ellos mismos. Así pueden
robarnos y estafarnos siempre que quieran con total impunidad.
No nos merecemos esto.
Las cárceles no tienen espacio
suficiente para albergar a tanto corrupto y a tanto mala bestia.
Deberemos ampliarlas para que quepan todos ¿?
Nuestro sistema lo denominamos
democrático. Pero está a años luz del sistema que implantaron hace miles de
años los Griegos. No tenemos nada de democracia, aunque nuestros señores
feudales del siglo XXI nos engañen cada día diciéndonos que estamos en
democracia.
No es verdad. Solo es su democracia.
Democracia que nos niegan a todos los que no somos sus iguales : Nosotros somos
las buenas personas a las que pueden robar impunemente. Nadie será capaz de
darles su merecido castigo terrenal. El celestial, si lo hoy, ya les estará
aguardando en el más allá. La guadaña está presta para recibirles.
Que democracia hay en nuestro
entorno. No es que solamente en España no haya democracia real. En todos los
países de nuestro entorno tampoco encontramos nada que se parezca a la
democracia.
Tampoco podemos confiar que todos
los que promueven las manifestaciones, los protestas, los asedios a partidos y
a las casas de los políticos, si llegaran a mandar, nos tratarían mejor.
Seriamos carne de cañón para
ellos.
Una vez que consiguieran
encaramarse al poder, serian aun peores que los actuales, los anteriores y
posiblemente, los próximos mandatarios.
Los sindicatos que en su
formación inicial eran considerados por todos como fuente de derechos para los
trabajadores, hoy están en las antípodas de sus planteamientos iniciales : Consiguen miles de millones de euros con los
despidos de los trabajadores. Consiguen percibir cifras millonarias de los
llamados ERE s.
Donde van a parar todos estos
dineros robados a los trabajadores ¿?
No pueden ya vivir sin robarnos a
todos lo que es nuestro ¿?
Todos los que defraudan a la
hacienda pública son malas personas, sin alma, sin perdón, sin ninguna
posibilidad de ser ciudadanos libres. Deben de estar en la cárcel.
Pues que pasa con los
sindicalistas ¿?
Ninguno va a la cárcel a pesar de
que todos sabemos lo que nos han llegado a robar. No hay justicia.
Como es posible que los gobiernos
autonómicos nos defrauden sin que ningún presidente, consejero o alto cargo
vaya a la cárcel ¿?
Como es posible que ningún
presidente, ministro, director general, alto cargo del gobierno de España, ni
de nuestro gobierno anterior y de los otros que le precedieron, le hayan puesto
en la cárcel, a pesar de que destruyeron nuestro país, nuestra economía,
nuestra vida, nuestro trabajo, nuestra más preciada pertenencia, como es
nuestra vivienda.
Al gobierno actual le tenemos en capilla para
ver si logra sacarnos de esta miseria en que nos metieron los anteriores.
Tenemos grandes necesidades de
financiación.
Financiación de bienes y de
inmuebles para conseguir salirnos de esta tremenda crisis que ya se ha llevado
por delante a infinidad de familias, infinidad de empresas, infinidad de
trabajadores.
Cada vez que nos dicen que pronto
mejorará nuestra economía, nuestro necesario trabajo o nuestra vida, se nos
desvanece enseguida. Se inicia un nuevo periodo de recesión de crisis que no
termina y de males inmensos para todos los ciudadanos de un país como el
nuestro.
A cada político le toca bregar
con la más fea, que según ellos siempre es culpa de uno anterior, pero que en
cuanto pueden mangonearnos lo dejan todo inservible para todos.
Lo que nos hace falta como agua
de Mayo es que las personas que se quieran dedicar a la política sean las
mejores y las más buenas en su cometido, trabajando sin descanso para los
demás. Que se termine de una vez el que los que se dedican a la política sean
voraces urdidores de estafas legales para robarnos más y más cada día.
No tenemos salida sin una
mentalización de quienes viven de la política de que no están en ella para
enriquecerse. Están para llevar las cosas por el buen camino y que rebunde en
el bien de todos los que han propiciado que fueran elegidos para tan noble fin.
Porqué a sucedido que solo los
trincones hayan llegado a ser nuestros representantes, tanto políticos como
sindicales ¿?
Es que no hay ni un solo ser
humano en nuestro país que sea íntegro y nos podamos fiar de él para el bien de
todos los ciudadanos ¿?
O es que siempre estaremos presos
en las redes malévolas de estas malas personas sin entrañas nos dan mala vida a
todos ¿?
Tenemos esperanza aun ¿?
Habrá un cambio en su forma de
proceder, o tendremos que procurar sacárnoslos de encima de forma más
expeditiva ¿?
Yo no creo que la solución sea
dar cancha a quienes nos están amargando la vida diaria con tantas y tantas
manifestaciones, huelgas, protestas, destrucción de bienes comunes. Creo más
bien que necesitamos de personas cabales, que sin destruir lo que tenemos, nos
saquen de nuestra mísera condición de ciudadanos mangoneados y estafados.
No se trata de apoderarse de
nuestro descontento con la clase política y encaramarse sin legitimación alguna
al poder.
Todas las revoluciones han
empezado con unos cuantos exaltados que se han ido apropiando de los corazones
de todos los demás, hasta llegar a ser iguales o peores que los que desalojaron
con sus actos irresponsables y destrozaron aun más lo que decían que
arreglarían cuando llegaran al poder político.
Tenemos infinidad de referencias
a lo que digo.
Hay que renovar nuestra
democracia, pero sin estallidos de anarquía y desorden.
Los políticos se han de proponer
crear cauces suficientes para mejorar toda nuestra estructura de
Administraciones : Gobierno central, gobiernos autonómicos, entes provinciales
y territoriales, entes locales, y todos los cauces de gestión y representación
social.
Todo esto lo pueden hacer si se
lo proponen y dejan de tirarse piedras sobre el tejado los unos a los otros.
Solo deben de pensar más en los
ciudadanos y menos en su forma de vivir.
Es demasiado cruel que los
políticos más conocidos estén viviendo de la política desde hace más de treinta
y cinco años. Muchos desde la muerte de un dictador que tuvimos casi cuarenta
años.
Como se puede despotricar contra
las malas artes de un dictador y luego imitarle en muchos malos actos. Es que
se quieren eternizar como lo hizo aquel personaje ¿?
Parece que en muchas cosas
aprendieron de él.
Recientemente se están dando
señales por parte de los empresarios más importantes de nuestro país. Señales
que tienden a decirnos que en unos pocos meses ( Quizás unos tres o cuatro),
volveremos a entrar en la senda de la recuperación económica y se iniciará un
periodo de creación de empleo.
Ojalá no se equivoquen.
Ojalá no hayan nuevas causas,
tanto nacionales como internacionales, que malbaraten estas buenas intenciones.
Si realmente se endereza en estos
meses nuestra maltrecha vida en común, podremos dar gracias a los dioses, cada
cual al suyo, por su intermediación positiva.
No nos dejemos llevar por la
desesperación.
Esperemos que con el cambio de
tendencia, nos lleguen mejoras para que se termine de una vez por todas, el
sufrimiento de tantas y tantas familias, acosadas por el paro, por los
desahucios, por las deudas, por el hambre y por la indigencia más atroz.
Esto es lo que esperamos de
nuestros políticos y de nuestros sindicalistas.
Que ellos lo entiendan así de una
vez por todas.
El Abuelo cabreado
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