viernes, 22 de marzo de 2013

DIAS DE RECOGIMIENTO SIN LÍMITE!

fotografia hecha en Santorini. Mamapi

Ya estamos un año más en los días de recogimiento, que como siempre. ha sido la Semana Santa.

Existieron tiempos pasados, que en estos días sólo podías ir a visitar las iglesias para ver la exposición de Cristo en el crucifijo.

Ahora todo es diferente. Ya no se nos impone nada. Podemos hacer o dejar de hacer lo que más nos interese.

Hoy,  los días de Semana Santa son los más esperados como primeras vacaciones pre-estivales del año, por casi  todo el mundo .

Siguen existiendo las manifestaciones religiosas, como las procesiones con las imágines de Jesús, la Virgen María y todos los personajes que conforman la tradición Cristiana.

Pero no es lo mismo que antaño. Ahora es más una fiesta con días de asueto que celebración religiosa.

 La evolución constante es lo que nos cambia todo lo que conocimos de pequeños.

No es mala cosa. Lo que ocurre es que nos habíamos acostumbrando a algo que ahora es totalmente diferente. Y eso también les sucederá a las generaciones de niños y de jóvenes actuales. Un día rememoraran lo que les sucedía en sus primeros años de vida y lo verán todo cambiado.

Pero siempre nos queda algo del recogimiento de estos días.

Todo lo que está sucediendo en este mundo tan cambiante es altamente negativo.

Estamos acongojados con la situación económica y llevamos un sobresalto sobre otro. Cada día nos asaltan con nuevos sobresaltos, a cual más acojonante, digo, acongojante.

Tenemos justo el tiempo de comer algo para mantenernos en esta vida, y mientras nos dan ganas de vomitarlo todo al ver como se está embrollando cada vez más la vida a nuestro alrededor.

Todo está convulso.

Nada se centra en mejorarnos la vida cotidiana.

Ahora nos acosa todo lo que está pasando en Chipre. Antes fue lo que está pasando en Siria. Y antes lo que pasó en Afganistán, Túnez, Egipto, Libia, Irak, Irán, Corea del Norte, China, Tíbet y tantos y tantos motivos de dejarnos sin aliento.

Entre unas cosas y las otras nos acosan una miríada de problemas en cada uno de los países que formamos nuestro pequeño rincón en el Universo.

Tenemos las pelotas en la garganta con todos los temas nucleares que nos asedian. Hay demasiados países de ideologías contrarias, que tienen la posibilidad de destruirnos a todos con solo apretar un botón.

No nos daríamos cuenta que estaríamos todos en el mundo de la ultratumba sin remisión alguna.

Ya puedes ser alguien inteligente y buena persona. Son muchos más los imbéciles que son malas personas y no tienen pudor alguno en demostrarlo. La destrucción ha imperado siempre por encima de la construcción.

Nuestro mundo actual se ha sofisticado de tal forma y tan rápidamente que ya no es posible esperar nada de nadie. Todos los que consiguen el poder, unos por las votaciones de los ciudadanos y otros por la fuerza de las armas dando golpes de estado cruentos,  nos están machacando sin piedad, y en muchos casos masacrándonos con toda la intención malévola que les permite su estatus político.

Lo más reciente es el caso de Chipre. Un país de lo más pequeño, pero que nos está llevando a un desastre económico a toda la Unión Europea.

De momento, se está discutiendo: Que si o que no, se confisquen un porcentaje de los dineros que tienen depositados en sus bancos, los mismos chipriotas y los extranjeros.

Esto supone que, si se confirma el sistema que implanten en Chipre, en cualquier momento nos pueden decir a los habitantes de nuestro país lo mismo que a los chipriotas : No Puedes sacar del banco tu dinero ahorrado con penas y fatigas, para que el país solvente sus problemas financieros. Problemas a los que somos totalmente ajenos. Problemas creados por el propio sistema financiero de cada país, sin que los ciudadanos de a pié hayamos podido hacer nada.

Nuestros dirigentes políticos, como los de cualquier otro país, se lavan y lavaran las manos, como ya hizo hace más de 2.000 años un tribuno romano llamado Poncio Pilatos.

A pesar de la inmensa evolución habida desde entonces estamos igual que ellos : Los que nos mandan nos roban y estafan , pero siempre legalmente. Siempre tienen a la Ley ( Su Ley) de su parte y lo hacen todo muy legal. Pero el hecho es que nos roban y estafan, cada vez más.

Como es posible que todo lo que poseemos, como por ejemplo una vivienda digna, o aunque sea una chabola, nos la hayan rebajado de tal manera que su valor hoy esté por debajo de lo que pagamos por ella en su momento ¿?

Como es que hoy no puedas mantener abierta una tienda o un taller, o negocio, porqué no te den un poco de oxígeno para poder seguir produciendo algo (No te da ningún banco un préstamo para mantener tu negocio abierto) ¿?

Como es que tenemos unos seis millones de parados sin poder trabajar y cientos de miles de empresas quebradas y cerradas ¿?

Hoy escuchaba la típica referencia a lo acordado por el Consejo de Ministros y lo que más me ha chocado es que se crean más de 1.000 nuevos puestos de trabajo en la Administración. O sea, que en lugar de reducir el desorbitado número de funcionarios habrán 1.000 funcionarios más este año 2.013.

No teníamos que reducir la mastodóntica nomina de funcionarios ¿?

El Estado, las Autonomías, la administración regional y la local de Ayuntamientos, consorcios metropolitános, consejos de administración en entidades y empresas públicas, debería de ser más racional y asequible.

 Pues todo lo contrario es lo que van a hacer. Incrementarán su nómina.

Para qué, digo yo ¿?

Para colocar a todos los parientes y amiguetes ¿? O Para tener más servidores fieles entre los que mangonean la cosa pública ¿?

Es que nadie en este país emprenderá la senda de la racionalidad ¿?

Es que siempre estaremos mandados por ineptos ¿?

Parecía que en las últimas elecciones se daría un vuelco a la racionalidad. Se pondría en marcha una reforma total de las administraciones públicas para que fuera viable su funcionamiento y con un sentido de economías de escala, que dicho sea de paso, brilló siempre por su ausencia en las administraciones públicas.

Pero ningún gobierno se atreve a hacer algo para racionalizar el gasto público. Están demasiado condicionados a unas elecciones que cada cuatro años les examinan y si han soliviantado a los políticos, a los funcionarios y a los sindicatos, no conseguirán de nuevo el voto. Ya harán lo indecible para destruir esperanzas y arrastrarnos a la miseria.

Piensan   :  Dejemos las cosas como estén para ver si nos vuelven a votar otros cuatro años.

Los ciudadanos que no se meten en nada no cuentan para nada. Se comportan siempre de acuerdo con los que vociferan más y nos acojonan más.

No existe una ciudadanía consecuente con lo que demandan todos los habitantes de una país : Siempre se quiere mejorar las condiciones de vida del conjunto, pero solo consiguen que los políticos, funcionarios y sindicalistas sean los que mejoren. Y siempre será a costa de todos nosotros : Los ciudadanos que les votamos como corderitos mientras unos perros nos ladran, para meternos en el corral al rebaño entero.

Es curioso que los políticos, funcionarios y sindicalistas siempre consigan todo lo que desean.

Mientras, los ciudadanos normales que son sus esclavos y trabajan para pagarles sus sueldos, sus dietas, sus mil y una ventajas que ellos mismos se otorgan, como tarjetas Visa Oro, coches de gran cilindrada, y sus casas de alto standing y palacios deslumbrantes, sus choferes, sus guardaespaldas, sus secretarias, sus despachos, sus viajes todo gratis al lugar lo más alejado del mundo, sus pensiones de nuevos ricos, sus gastos sin freno y tantas y tantas cosas de las que disfrutan, gracias al altisimo nivel de impuestos, casi confiscatorios, que nos imponen a quienes pagamos todos los impuestos, por todo lo que se les ocurre y mira que siempre se les ocurre un nuevo impuesto para empobrecernos aun más todavía.

Al revés que ellos. : Siempre legislan normas que les exime de una buena parte de los impuestos que nos meten a nosotros. Y si esto no fuera suficiente, consiguen eludirlos, con mordidas y corrupciones de todo signo.

Volviendo al tema central del presente escrito : Rogamos en estos días que sean iluminados todos nuestros políticos y dirigentes de empresas, como por ejemplo los bancos, para que logren encontrar el camino de santidad y nos dejen respirar a los ciudadanos.

Que se pueda empezar a desarrollar nuevas empresas, industrias o comercios. Que consigamos que nos den créditos a empresas y familias. Que tengamos de nuevo la posibilidad de adquirir bienes y servicios a precio razonable y sin los altos intereses que nos hacen firmar al otorgarnos el crédito, como los intereses de demora que son una usura total. Que recuerden que a los usureros en la Edad Media los quemaban en la hoguera. Que no esperen a que hoy vuelva el mismo castigo para los usureros.

Cada día nos sorprendemos de que un ciudadano que adeuda a una entidad bancaria un dinero, pongamos 1.000 euros, después de no poder pagar uno o dos plazos, le incrementan la deuda de tal manera que acaba debiendo el doble o el triple. De esta forma nunca puede dejar de deber. Siempre debe los altos intereses de demora y las comisiones y gastos de reclamarnos la cuota no pagada en su día. Cuando la pagas debes mucho más. Por lo que nunca acabas de pagar lo que te dejaron.

Es el mismo sistema de los préstamos que dejan las organizaciones mafiosas. Nunca terminas de pagar la deuda.

Por último, tenemos que rogar, implorar y llorar amargamente, para que no nos pase como a Chipre.

Según nuestros políticos, España ha dejado atrás la nefasta calificación de país sin futuro, que nos dejó el gobierno anterior.

Parece que se ha conjurado el inminente peligro de un rescate por parte de la denominada Troica o Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo monetario Internacional.

Si nuestro actual gobierno hubiera seguido engañando a todos como hizo el anterior, ya estaríamos rescatados, con todas las malas consecuencias que con ello se derivan para el país rescatado : Ver si no lo que está pasando a Grecia, a Italia, a Irlanda a Portugal.

Si es verdad que el peligro está conjurado, deberemos aplicarnos ya en rebajar impuestos, crear empresas y dar trabajo a los parados. Pero todo esto es una relación directa a que la banca conceda créditos a quienes se lo demanden, con las suficientes garantías, claro está, de que les devolveremos el préstamo en las condiciones pactadas y a tipos de interés asumibles por las familias y empresas.

Garantías que deben de ser establecidas de forma pactada y sin imposiciones de usura.

Todos los agentes económicos de nuestro país se han de implicar en todos los temas que sean necesarios para reemprender la senda de nuestra recuperación.

Todos sin excepción alguna : Bancos, Empresas, sindicatos, políticos y ciudadanos de a pié.

Hemos de remontar nuestra forma de vivir, de convivencia, de mejoras sociales y económicas y sobre todo de nuestra conciencia de que nada se nos dará sin trabajar duro y con ganas.

De nuevo volveremos a ser buenos en todo lo que nos propongamos.

De nuevo seremos dueños de nuestro futuro.

De nuevo volveremos a ver a nuestros hijos y nietos que podrán disfrutar de una vida plena, como en su día nos conseguimos dar a nosotros mismos.

No tengamos duda de que todo esto es posible si nos lo proponemos y nos implicamos.

No pensemos tanto en las cosas conseguidas antaño.

Pensemos más en que dentro del desastre a que nos condujeron políticas nafestas, hemos encontrado la senda de nuestra recuperación.

No nos confundamos con los cantos de sirenas y hagamos como Ulises en su viaje en barco a Itaca. Hagamos oídos sordos a quienes lo que quieren es desesperarnos para ellos conseguir tenernos encerrados en su puño.

No oigamos los ensordecedores voceríos a que nos tienen acostumbrados. Si les escuchamos y les hacemos caso nos meterán de nuevo en una ratonera. Y esta vez será casi imposible salir de ella, pues nos dejarán sin libertad, ni tendremos posibilidad de votar para propiciar un cambio, ni de criticar sus actuaciones. Como es el caso de países sudamericanos que se han convertido en dictaduras disfrazadas de democracias. Acallando a los medios hostiles con el dictador. Cerrando el acceso de una oposición a las votaciones democráticas.

Así es como  lo que podemos conseguir. Ojalá no nos equivoquemos de nuevo.
 
El Abuelo cabreado

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