martes, 2 de abril de 2013

YO TAMBIEN!!!!

La madre de un guardia civil asesinado en Capbreton: 'Pediría la pena de muerte'

El padre de Fernando Trapero, guardia civil asesinado en Capbreton | M. Medina / Afp

Tres de los siete etarras podrían ser condenados a cadena perpetua
 La justicia gala ha programado un proceso de cuatro semanas

Efe | París



El Tribunal de lo Criminal de París ha abierto este martes el juicio a los siete etarras acusados por su implicación en el asesinato en Capbreton en diciembre de 2007 de los guardias civiles Raúl Centeno y Fernando Trapero. Tres de los siete etarras son los integrantes del comando que perpetró el crimen.

Se trata de Mikel Carrera Sarobe, 'Ata', Saioa Sánchez Iturregui, 'Hintza', y Asier Bengoa López de Armentia, que podrían ser condenados hasta a cadena perpetua si el tribunal los considera culpables del delito de asesinato con premeditación.

'Ata', al igual que Garikoitz Aspiazu Rubina, 'Txeroki', tendrá que responder también del cargo de dirigente de una organización terrorista, el primero por haber estado en el momento de los hechos al frente de la logística y el segundo al frente del aparato militar.

El resto de inculpados en este sumario son Eider Uruburu Zabaleta, Ibon Goieaskoetxea Arronategi e Iratxe Sorzábal Díaz. Esta última es la única que no se sienta en el banquillo de los acusados, en el Palacio de Justicia de París, ya que sigue en busca y captura.

Los familiares de los guardias civiles, al igual que el Estado español, se han constituido en acusación particular en este juicio.

'Pediría la pena de muerte'

La madre de Raúl Centeno ha asegurado que espera que les caiga "la máxima pena" y, que si por ella fuera, "pediría la pena de muerte".

"Yo pediría la pena de muerte, yo les aplicaría la ley del Talión, ojo por ojo, diente por diente" y si eso no se puede "la máxima pena", es decir, "la perpetuidad", ha señalado Blanca Esther Bayón González a la prensa en un receso del proceso ante el Tribunal de lo Criminal de París.

Fernando Trapero Gómez, padre del otro guardia civil asesinado en Capbreton, Fernando Trapero Blázquez, se ha limitado a responder con un "ya se lo imaginan" cuando se le preguntó cómo se sentía al tener enfrente en la sala de audiencias a los presuntos responsables del crimen cometido el 1 de diciembre de 2007.

La primera sesión del juicio, que ha comenzado con más de una hora de retraso, ha estado en parte dedicada a dos demandas de la defensa de los siete acusados, que han sido rechazadas por el tribunal.

La primera se refería a la anulación del procedimiento referido a la supuesta arma del crimen, encontrada en octubre de 2009 en un zulo de ETA, que los abogados reclamaban por considerar que se les había informado muy tarde (formalmente el pasado 20 de marzo), y que habían sido de un trato desigual respecto a la fiscalía.

La presidenta, Xavière Simeoni, en la lectura del dictamen, ha explicado que se informó a las dos partes simultáneamente de las conclusiones del suplemento de información referida a ese arma, y que en cualquier caso esas conclusiones podrán ser objeto de debate durante el proceso, que está programado para que dure cuatro semanas.

Simeoni también ha indicado que se había denegado la liberación preventiva de López de Armentia que había formulado su abogado porque "no hay ningún elemento nuevo" que lo justifique y "no hay garantía de representación" de ese etarra.

Bengoa ha estado sentado en el banquillo de los acusados junto a Saioa Sánchez Iturregui, Ibon Goieaskoetxea Arronategi y Eider Uruburu Zabaleta, mientras que unos tres metros separados de éstos han estado 'Ata' y 'Txeroki'.

MariMar Blanco, en el tribunal de París. | Afp

'Ata', con Bengoa y Sánchez Iturregui, están imputados en particular por asesinato premeditado, ya que -de acuerdo con la investigación- fueron los tres integrantes del comando que mató a los guardias civiles cuando desarrollaban su misión en la lucha antiterrorista en el suroeste de Francia.

Poco antes de la apertura del juicio, Mari Mar Blanco, hermana del concejal del PP en Ermua Miguel Ángel Blanco, secuestrado y asesinado por ETA en 1997, señaló ante los medios que esperaba que en este proceso "todo el peso de la ley caiga sobre los asesinos".

Blanco, presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, ha añadido que ha acudido al Palacio de Justicia de París para acompañar a los padres de los guardias civiles asesinados, arroparlos y "darles la esperanza de que se hace Justicia".

Acribillados

Durante las cuatro semanas en las que se ha programado el proceso se presentarán las pruebas recopiladas por los investigadores de que Carrera Sarobe, Sánchez Iturregui y Bengoa López de Armentia fueron los tres que acribillaron, el 1 de diciembre de 2007, a los dos agentes que trabajaban en el suroeste de Francia en la vigilancia y detección de miembros de la organización terrorista.

Antes de disparar contra Centeno (que tenía 24 años) y Trapero (23) en un aparcamiento, se habían cruzado en una cafetería de ese mismo centro comercial de las afueras de Capbreton con esos guardias civiles, que habían llegado días antes desde Madrid e iban desarmados para su misión en cooperación con los servicios secretos franceses.

Los dos recibieron impactos de bala en la cabeza. El primero murió en el acto y el segundo quedó gravemente herido, también en el coche de servicio, y falleció cuatro días más tarde en el hospital de Bayona sin haber recuperado el conocimiento.

Los asesinos se dieron a la fuga con el Peugeot 307 robado con el que habían llegado y dos horas después, a cerca de 90 kilómetros de allí, en Haut Mauco, cambiaron a otro coche de la misma marca y modelo sustraído a su propietaria, a la que secuestraron temporalmente antes de abandonarla atada y amordazada en un pinar.

La huida

La huida, rocambolesca y accidentada, terminó el 5 de diciembre para 'Hintza' y Bengoa en Chateauneuf du Randon, localidad a unos 300 kilómetros del lugar del crimen, gracias a la colaboración ciudadana.

Las pareja dejó numerosas trazas de su paso en las diferentes fases de esa escapada, así como testimonios de las personas que los vieron -empezando por la mujer secuestrada- y, como en el caso de Carrera Sarobe, la presencia de su olor fue identificada por los expertos en la cafetería de Capbreton.

Unas trazas que iban a vincular con los hechos en particular a 'Txeroki', pero también al resto de los inculpados en este sumario: Eider Uruburu Zabaleta, Ibón Goieaskoetxea Arronategi e Iratxe Sorzábal Díaz, que sigue en busca y captura.

De hecho, Sorzábal Díaz es uno de los tres dirigentes etarras -junto a José Antonio Urrutikoetxea, 'Josu Ternera' y David Pla- que supuestamente han sido expulsados estas últimas semanas de Noruega, donde estaban en espera de negociar con el Gobierno español las llamadas "consecuencias del conflicto vasco".

Ruptura de la tregua

Los asesinatos de Centeno y Trapero fueron utilizados en ese momento por ETA para ilustrar su voluntad de extender la acción armada contra España incluso fuera de sus fronteras, once meses después del atentado mortal del aeropuerto de Barajas con el que había quedado en entredicho el propósito de la tregua de 2006.

Este juicio podría suponer la cuarta condena en Francia contra 'Txeroki', que recibió la primera en rebeldía semanas antes de ser capturado el 17 de noviembre de 2008 en una estación pirenaica.

Este marzo ha sido condenado en dos ocasiones, en una a ocho años por los elementos derivados de ese arresto y en otra a 20 años por el secuestro en el suroeste de Francia durante tres días a finales de agosto de 2007 de una familia guipuzcoana para robarle el coche con el que se iba a cometer un atentado, finalmente fallido, en Oropesa del Mar (Castellón).

Por esos mismos hechos igualmente recibió 20 años 'Ata', que está acusado como responsable de la logística etarra, y que se considera que sucedió a 'Txeroki' cuando fue arrestado al frente del aparato militar de ETA hasta su propia captura el 20 de mayo de 2010 en Bayona, en el País Vasco francés.



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