INICIO PERIODO DE REFLEXION
FISCAL
Como cada año por estas fechas se
inicia el periodo de reflexión para los ciudadanos de nuestro país.
Tenemos que ponernos al día.
Tenemos que recopilar todos los
datos que puedan tener una relevancia fiscal para ponernos a la tarea de ser
funcionarios durante unos días al servicio del Estado.
Cualquier dato puede ser
relevante. Bien para declarar todo sin dejarte nada, bien para intentar
conseguir no olvidarte de algo que sea desgravable y te permita reducir un poco
los impuestos a que nos tienen sometidos.
Si algo se te olvida, ya sabes :
Te podrán remitir desde Hacienda una declaración complementaria por tus errores
u olvidos y deberás de pagar multas que llegan hasta los 150% de lo que se te
haya despistado, olvidado, que no tenías constancia, etc., etc.
Se ha iniciado la campaña estatal
a través de los medios de comunicación.
Nadie tendrá posibilidad alguna
de alegar que no sabía una sola de los millones de normas y directrices que
conforman nuestro bagaje de impuestos. Ya nos están machacando constantemente
(Como todos los años por estas fechas) con todas las normas que tenemos la
obligación de cumplir con el estado.
Poco importa que seamos
analfabetos fiscales.
La Lay es muy divina : La
Ignorancia de una Ley, no exime de cumplirla.
Si tú no sabes que debes de hacer,
tienes la obligación de intentar por todos los medios el saber qué es lo que
tienes que hacer y que debes de pagar por la declaración del IRPF.
El IRPF es el decálogo de todo
buen ciudadano. Es equiparable a los Diez Mandamientos de la Ley de Dios que le
fueron entregados a Moisés hace miles de años.
Uno ha sustituido al otro.
Lo malo es que aquel decálogo solo
te castigaba cuando te morías si lo habías incumplido, pero es que este
decálogo del IRPF nos castiga en los dos casos : Primero te castiga mientras
estas vivo y cada año que pasa más y más. Pero además, se han sacado de la
manga el impuesto del muerto. O sea : Si te mueres los herederos deberán hacer
aquel año por ti la declaración de renta que a ti, ya te es imposible de
cumplir haciéndola, pagando de su bolsillo los impuestos a que dé lugar la
declaración.
De no hacerlo así, no te será
posible adquirir la herencia resultante. Si es que te queda algo después de
pagar el IRPF del muerto y las notificaciones complementarias a que diera lugar
tu declaración del muerto.
Por esto se ha legislado que los
muertos también le deben pleitesía a la Hacienda Pública y habilitan a los
herederos para que cumplan con la Ley. Si no la cumplen, que no se preocupen :
La Hacienda Pública es tan poderosa que expropiará todos los bienes del difunto
obligado a pasar por la ventanilla de la HP.
Cuando algún gobernante cree que
las leyes que ha establecido dejan atados y bien atados a los ciudadanos, no es
consciente de que toda ley es posible derrogarla o suprimirla cuando otro
gobernante entra a regir los destinos de una nación, país, pueblo, etc., etc.
Como es el caso que ya nos pasó
hace casi cuarenta años en nuestro país.
Pero no siempre ocurre que un
nuevo gobernante derrógue una ley de carácter fiscal.
Cómo se mantendrá en el poder un
gobernante si rebaja las obligaciones fiscales a los ciudadanos ¿?. Es
imposible.
No existe fórmula alguna que se
equipare a los ingresos que tienen los estados por los impuestos, las tasas, y
toda la gran comedia trágica a que nos tienen sometidos.
Solo podríamos quitar las leyes
que nos obligan pagar impuestos si los gobernantes dejaran de gastar tanto en
cosas innecesarias.
Sin gastar en cosas innecesarias
podríamos dejar de pagar un gran porcentaje de los impuestos que nos asfixian a
todos cada vez más.
Pero esto es pedirle peras al
olmo. Es imposible que nuestros gobernantes se conformen con gastar menos y por
tanto recaudar menos con los impuestos.
Volviendo al tema principal de este
escrito, suerte que todos los bancos, todas las administraciones públicas y
todos los particulares que cumplen con las normas establecidas, nos remiten
cada año los datos que nos serán de gran ayuda para poder realizar le
correspondiente declaración de Renta del años anterior.
Durante un corto periodo de
tiempo, nos dejaron de reclamar un impuesto llamado de Patrimonio, ya que era
un impuesto transitorio que solo quería saber que teníamos. Debía de suprimirse
enseguida. Ha estado vigente varias décadas y cuando al fin se deciden a
dejarlo de cobrar, casi inmediatamente, en uno o dos años, se nos vuelve a
pedir. Pero esta vez que no nos engañen ya más : No será transitorio. Será para
siempre.
También tenemos la gran ventaja
de que la HP nos remite si se lo hemos pedido en la anterior declaración, un
borrador de la declaración a presentar si lo vemos correcto.
Pero este borrador ya te lo hacen
notar, que si no está correcto y lo presentas, te caerá sin remisión las
complementarias, los recargos y multas a que tengan derecho la HP. O sea : No
sirve para nada.
Lo mejor es tener un buen asesor
fiscal que se sepa todas las leyes pasadas, actuales y tal vez las futuras,
para que te ayude de forma real a cumplir con el fisco y te evite el sonrojo de
tener que recibir una comunicación de embargo de tu mísera cuenta en algún
banco para pagar lo que no has pagado, según la HP.
Embargo que se extiende
irremisiblemente al sueldo o pensión que percibas. Con lo que solo se salvan
los miserables que no tengan nada, ni sueldo, ni pensión alguna.
Lo malo de esta buena práctica
legal, es que tenemos que pagar al asesor fiscal, que en según en qué ocasiones
se come todo nuestro pobre dinero. O sea, que lo que quizás te ahorres de pagar
a la HP con las declaraciones y embargos, se te irá pagando al asesor fiscal
que te evita dejar de pagar algo por olvido o error.
Estamos atrapados sin remedio.
Tenemos encima de todos nosotros
los poderosos medios de los que dispone la administración de la Hacienda
Pública. Con sus miles de funcionarios a los que con nuestros impuestos pagamos
sus sueldos.
No es posible que tengan ellos
errores. Nosotros sí que los podemos tener. Faltaría más. Todo es muy
maquiavélico. Pero así nos ha tocado vivir.
Los que sustentamos el entramado
de la administración pública, sus funcionarios, sus políticos, sus grandes
vividores de lo público, somos también los únicos que tenemos errores. Ellos
nunca admitirán un solo error.
Cuando tienen un error se
promulga una Ley nueva. Entonces : Ya no
existe el problema.
El problema es para los ciudadanos que tienen
que lidiar con millones de leyes y normas de obligado cumplimiento.
Yo propongo que a partir de este
año en las guarderías ya estén iniciando a los nuevos ciudadanos en el manejo y
cumplimiento de las Leyes de carácter fiscal.
Que cada nuevo ser viviente,
desde su más tierna infancia, conviva y sepa lo que ha de pagar de impuestos.
De esta forma crearán seres de una nueva especie : Los Homosfiscaliums.
Esta nueva especie será
cumplidora de los preceptos fiscales desde su más tierna infancia y no podrá
alegar que nunca se lo dijeron en la
guardería.
Cada vez es más complejo todo el
entramado de leyes y normas fiscales.
Podríamos por tanto sustituir
muchas de las materias que se imparten en primaria, en secundaria, e incluso en
las Universidades.
El alumno que no pase los
exámenes de obligaciones fiscales, no tiene derecho a sobrevivir en una nación,
país o pueblo, pues no será capaz de poder enfrentarse al reto imprescindible
de hacer su declaración de Renta y, en su caso, de Patrimonio, para pagar los
impuestos tan necesarios para que funcione, bien o mal, su administración de
Hacienda y el propio gobierno.
Mucho más importante que unas
elecciones para elegir a un gobierno, es elegir y exigir a los ciudadanos para
que sean buenos pagadores de impuestos, desde que nacen hasta que se mueran,
dejando a salvo el impuesto del muerto, entes mencionado.
También sería bueno para hacienda
el que implantaran un impuesto del aun no nacido y que lo pagaran los futuros
probables padres del aun no nacido. A que me copian la ocurrencia ¿?
Sin impuestos volveríamos a la
condición de esclavos de hace miles de años.
No pagaríamos impuestos pero solo
podríamos roer los mendrugos de pan seco que se cayeran de las mesas de los
poderosos.
Los impuestos son necesarios
(Dicen algunos), pero es que cada vez más son confiscatorios y reducen la
creación de riqueza. Riqueza de los países. No la riqueza de unos pocos seres
humanos, llamados ricos, como ocurre hoy en día.
Roguemos fervientemente para que
nos reduzcan los impuestos y nos los hagan más fáciles de entender y declarar.
Y lógicamente que podamos pagar con nuestros exiguos sueldos, jornales y
pensiones.
Cada año nos enfrentamos con un
gran despliegue de impresos.
La declaración o declaraciones de
Renta y Patrimonio nos llenan de hojas a rellenar.
Además nos dan una especie de
Libro Sagrado : Las normas con que podemos mal que bien rellenar todos los
espacios de las declaraciones, sin que nos podamos dejar nada.
También tenemos la alternativa de
de hacerlo nosotros mismos si disponemos de un ordenador, mediante un programa
Padre. Que más que llamarlo Padre, debería llamarse de Padre, Madre y muy Señor
mío. Pues no hay quien lo entienda si antes no has hecho unos cursillos para
manejarlo.
Pero a pesar de todo, de libros,
de asesores, de querer hacerlo todo bien, siempre nos podemos dejar algo y
recibiremos sin remedio alguno la visita de los hombres de negro de la HP, que
nos llevarán a los infiernos, a la indigencia, a la miseria, sin rubor alguno,
ya que no tienen alma y solo tienen Leyes y Normas que somos remisos de
cumplir, según alegan todos ellos.
Todo sea por el bien de la
Hacienda Pública y de sus servidores : Los políticos.
El abuelo cabreado
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