martes, 7 de agosto de 2012

POLITICUS O SOCIEDAD CIVIL. HE AQUÍ LA CUESTION)




Estamos en una encrucijada.

Que es mejor ¿?

Una sociedad política ¿?

O. una sociedad civil ¿?

Recientemente he visto que se ha desempolvado una vieja propuesta de sociedad civil.

La que yo recuerdo estuvo vigente allá por los años 80 o 90.

La proponía un novel en la política.

Los partidos se confabularon en intentar que no prosperara la idea ¿?

Era una propuesta que les dejaba al margen de nuestro ordenamiento jurídico ¿?

O, era su partida de defunción, en el caso de que prosperara la sociedad civil ¿?

Crearon una red de circunstancias por las que se pudiera ajusticiar a quien lo propuso.

Se formó un acuerdo ( no suscrito, solo verbal) entre partidos para sacarse de encima a quien les podía enterrar, políticamente ablando.

Tras pasar por la cárcel durante muchos años, ha vuelto para proponer de nuevo, a través de las estructuras de partidos políticos, de nuevo su propuesta : Que la sociedad civil se administre directamente sin el concurso de los partidos políticos.

Es posible este esquema de llevar a un país ¿?

No lo creo posible.

Pero… cuando todos los partidos políticos se empecinan en demoler sus cimientos ( la base de los ciudadanos), solo queda este recurso : Abdicar de los partidos políticos tradicionales y crear nuevas estructuras sociales que nos den una mejor calidad de vida y nos organicen sin tener en cuenta sus propios intereses. Solo teniendo en cuenta los intereses generales de los ciudadanos de este país.

Tenemos que tener en cuenta que ya pertenecemos a un ente superior a nuestra propia soberanía como país : La Unión Europea.

Si prospera la UE en términos económicos y políticos, dentro de algunos años en el mundo nos conocerán por los Estados Unidos de Europa. Pero ya no como España, Italia, Grecia, Irlanda, Portugal (países del sur de EU) ni como Francia, Alemania, Inglaterra, Bélgica, Austria, Suecia, Noruega, Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania, Croacia, Montenegro, Kósovo, Bosnia, Herzegovina, hasta veintisiete países que han decidido pertenecer a la UE, incluso Turkia que lo intenta desde hace años.

Todos los países está, comprometidos con llevar a término un sistema político democrático.

Nuestro país, España aun que les pese a muchos, es un país que desea la integración en una entidad supranacional que en principio nos mejorará a todos.

Desde hace más de diez años, pertenecemos de pleno derecho a esta organización superior.

Desgraciadamente, en la última década hemos retrocedido en el sistema intercomunitario, debido a las malas políticas del nuestro gobierno.

Estamos  ahora en una carrera contra reloj para subsanar los descréditos propiciados por las boutades que nos hicieron perder tantos puntos entre los demás países de la UE.

Estamos intentando recuperar para nuestro país los puntos que perdimos en nuestro último decenio.

Los ciudadanos, tanto votantes de uno u otro partido, hemos sufrido en nuestras carnes el descalabro propiciado por políticas erróneas y sin sentido.

Los ciudadanos tenemos derecho a crear nuestras propias estructuras frente al fracaso de los partidos políticos que han mangoneado nuestra vida desde hace casi 40 años.

Los ciudadanos debemos de intentarlo, para el bien de nuestros hijos, nuestros nietos y de todas las generaciones futuras.

Hemos confiado durante casi 40 años en que las fuerzas políticas, agrupadas en los partidos políticos, nos hicieran la vida más llevadera. Ha sido lo contrario. Nos han dejado exaustos con sus impuestos para gastarlo alegremente en francachelas y en malos hábitos, al encontrarse con una inmensa alacena rebosante de dinero público (dinero de todos que fue ahorrado por nosotros y nuestros padres, que se han gastado en faraónicas construcciones de monumentos a su gloria y a su ego personal, estafándonos y tirando nuestro dinero en cosas nada buenas para el ciudadano normal.

Es por esto que estoy a favor de una sociedad civil.

Que los ciudadanos sean participes de la administración del estado, autonomías, ayuntamientos, comunidades de ayuntamientos, áreas metropolitanas, y sindicatos.

Que los ciudadanos eviten pagar millones y millones de euros a los que no hacen nada para la sociedad. Solo piensan en sus vidas y en sus parientes, amigos y afines.

La rentabilidad de un proceso productivo se mide por la eficacia de sus componentes de equipo de trabajo.

Como se mide la rentabilidad de los grupos de políticos ¿?

No exsite posibilidad humana de comprobarlo.

Lo esconden todo.



No sabemos lo que se gastan. Lo que ingresan. Lo que producen. Lo que dan a la comunidad y lo que reciben de la comunidad. En definitiva : Hacen lo que les da la gana. Ingresan cantidades ingentes de dinero  público ( O sea, de nuestros impuestos) y no dan cuentas a nadie, gastándolo todo en sus grandes ideas que nos han hundido y endeudándose hasta las cejas, para que sus deudas las paguen los ciudadanos actuales, sus hijos y sus nietos, etc., etc.

Cualquier padre de familia sabe que no podemos gastar más de lo que se ingresa.

Los partidos políticos y sus huestes no se dan por enterados. Cuanto más gasten, más tienen votos cautivos. Mejor vivirán sus familias, sus amigos y sus acólitos políticos. Si se tienen que endeudar, no es problema de ellos. Ya lo pagarán quienes no han tenido ni voz ni parte en la deuda : Nosotros los ciudadanos.

Sería muy diferente si las deudas firmadas por un político se las reclamaran a él, aunque ya no ejerciera la política, bien por haber dimitido, bien por haberle sacado de su poltrona los votos de los ciudadanos.

Ojala que esta vez no se saquen de la manga un nuevo juicio y dejen hablar a los ciudadanos, votando o no votando, esta alternativa novedosa.

Los políticos de siempre. Los partidos políticos que les sustentan, las personas que han vivido tan ricamente en este proceso de empobrecimiento general de los ciudadanos que nos ha llevado al desastre actual, deben de estar con restriñamiento de grave intensidad.

Deben de pensar : Que será de nosotros si los ciudadanos se creen en posesión de una forma de quitarnos de en medio ¿?

Como podremos seguir viviendo sin los sueldazos, las dietazas, las prevendazas, los cargazos, los grandes ventajas de ser un político votado y encumbrado a la cúspide de la autoridad suprema de la nación ¿?

Yo les diría : que empiecen a pensar como gente de la calle.

Que empiecen a saber cómo administrar los misérrimos sueldos de un trabajador. La miseria de un jubilado,  de una viuda, de un parado, y tantos y tantos otros que no tenemos sus sueldazos y sus ingresos por todos los conceptos y vías de estafarnos cotidianamente.

Espero que prospere esta segunda iniciativa de alguien que ya pasó por la cárcel al intentar la primera.   



El Abuelo cabreado

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