La falsa huelga de los terroristas
La dieta Bolinaga: «Pakito» se alimentaba en la celda con lecitina de soja y aceite con ajos
El «duro» de «Pakito» dejó la huelga un día antes que Bolinaga y se alimentó con lecitina de soja
El histórico, y uno de los etarras más «duros», Francisco Múgica Garmendia dejó la huelga de hambre que inició el día 16, es decir apenas cinco días después de haberla empezado. Sin perder tiempo el día 21 por la mañana presentó la instancia correspondiente en la prisión zaragozana donde cumple condena (Zuera) para comunicar que abandonaba esa actitud, por tanto, realizó las comidas establecidas. Es decir, volvió al comedor de la prisión un día antes de que Bolinaga anunciara que ponía fin a la misma.
Además, gracias a una conversación intervenida en la prisión se ha podido conocer que no tenía la más mínima intención de poner en riesgo su vida por no alimentarse, ni él ni sus compañeros de la banda que están presos. En esa conversación, le dice a su interlocutor que ni él ni ninguno de sus compañeros llegarían a una «situación extrema» en la huega de hambre, y por ello propuso la solución: «Iremos alternando jornadas de ayuno con jornadas de comida de economato», para así no llegar a ninguna «situación extrema».
Pero, junto a lo anterior, resulta que la huelga de hambre de cuatro días que ha realizado en solidaridad con Bolinaga no ha sido muy «rigurosa». En su celda, el día 16, cuando la inició, tenía un bote de lecitina de soja –complemento dietético– y otro de aceite con ajos. El martes, los funcionarios comprobaron que estaban vacíos, con lo que todo hace indicar que se alimentó esos cinco días. Su estado de salud no ha sufrido ninguna alteración durante estos días.
Arnaldo Otegi sí ha realizado una huelga de hambre más prolongada. En concreto, 20 días. Fue el pasado 12 de agosto, cuando lo comunicaba a través de un mensaje en su cuenta personal de Twitter, que gestiona su hijo. Otegi anunciaba el inicio de la huelga de hambre junto con sus compañeros de la banda en el penal riojano. Su estado de salud, según las fuentes consultadas, también es óptimo.
Pantomima etarraDos «grapos» murieron de inanición
Ningún etarra ha muerto por inanición. Sin embargo sí ha ocurrido en el caso de los Grapo. Juan José Crespo Galende, en 1981, y José Manuel Sevillano Martín, en 1990, son los dos únicos reclusos fallecidos por huelga de hambre en España. El primero falleció en a Paz, como consecuencia de una insuficiencia respiratoria y una hemorragia generalizada después de permanecer en huelga de hambre durante más de tres meses. Sevillano Martín, por su parte, murió el 25 de mayo de 1990 tras permanecer en huelga de hambre durante 177 días. En ambos casos, fue su forma de protestar por la política de dispersión que adoptó el Gobierno respecto a los presos terroristas y exigiendo el reagrupamiento de los mismos.
«Pakito»
Francisco Múgica Garmendia cumple condena en el centro penitenciario de Zuera en Zaragoza que el Gobierno socialista utilizó junto al de Villabona en Asturias como cárcel laboratorio para agrupar a aquellos presos de ETA que comenzaban a dar muestras de su desvinculación de la banda. No obstante y, aunque desde una posición crítica, 'Pakito' nunca ha roto del todo con la organización criminal.
Fue detenido en 1992 cuando se produjo la caída de la cúpula de ETA en Bidart (Francia). En 2005 la dirección de la banda le suspendió de militancia por haber firmado junto a otros cinco presos una carta en la que defendía el abandono de las armas.
Leer mas... La Razón.es
Además, gracias a una conversación intervenida en la prisión se ha podido conocer que no tenía la más mínima intención de poner en riesgo su vida por no alimentarse, ni él ni sus compañeros de la banda que están presos. En esa conversación, le dice a su interlocutor que ni él ni ninguno de sus compañeros llegarían a una «situación extrema» en la huega de hambre, y por ello propuso la solución: «Iremos alternando jornadas de ayuno con jornadas de comida de economato», para así no llegar a ninguna «situación extrema».
Pero, junto a lo anterior, resulta que la huelga de hambre de cuatro días que ha realizado en solidaridad con Bolinaga no ha sido muy «rigurosa». En su celda, el día 16, cuando la inició, tenía un bote de lecitina de soja –complemento dietético– y otro de aceite con ajos. El martes, los funcionarios comprobaron que estaban vacíos, con lo que todo hace indicar que se alimentó esos cinco días. Su estado de salud no ha sufrido ninguna alteración durante estos días.
Arnaldo Otegi sí ha realizado una huelga de hambre más prolongada. En concreto, 20 días. Fue el pasado 12 de agosto, cuando lo comunicaba a través de un mensaje en su cuenta personal de Twitter, que gestiona su hijo. Otegi anunciaba el inicio de la huelga de hambre junto con sus compañeros de la banda en el penal riojano. Su estado de salud, según las fuentes consultadas, también es óptimo.
Pantomima etarraDos «grapos» murieron de inanición
Ningún etarra ha muerto por inanición. Sin embargo sí ha ocurrido en el caso de los Grapo. Juan José Crespo Galende, en 1981, y José Manuel Sevillano Martín, en 1990, son los dos únicos reclusos fallecidos por huelga de hambre en España. El primero falleció en a Paz, como consecuencia de una insuficiencia respiratoria y una hemorragia generalizada después de permanecer en huelga de hambre durante más de tres meses. Sevillano Martín, por su parte, murió el 25 de mayo de 1990 tras permanecer en huelga de hambre durante 177 días. En ambos casos, fue su forma de protestar por la política de dispersión que adoptó el Gobierno respecto a los presos terroristas y exigiendo el reagrupamiento de los mismos.
«Pakito»
Francisco Múgica Garmendia cumple condena en el centro penitenciario de Zuera en Zaragoza que el Gobierno socialista utilizó junto al de Villabona en Asturias como cárcel laboratorio para agrupar a aquellos presos de ETA que comenzaban a dar muestras de su desvinculación de la banda. No obstante y, aunque desde una posición crítica, 'Pakito' nunca ha roto del todo con la organización criminal.
Fue detenido en 1992 cuando se produjo la caída de la cúpula de ETA en Bidart (Francia). En 2005 la dirección de la banda le suspendió de militancia por haber firmado junto a otros cinco presos una carta en la que defendía el abandono de las armas.
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