martes, 7 de agosto de 2012

CAMBIOS EN NUESTRA VIDA




Nunca nos detenemos un instante en nuestro quehacer diario para echar una mirada atrás.

Siempre nuestro horizonte está en el futuro.

Cuando llegamos a una edad en que tenemos más pasado que posible futuro las cosas son distintas y cambiamos sin querer nuestras prioridades.

De niños nuestra prioridad es jugar.

De adolescentes nuestra prioridad es aprender y experimentar las cosas básicas de la vida que nos toco vivir sin haberlo previsto siquiera.

De jóvenes adultos nuestra prioridad es situarnos en la vida de forma que podamos tener un sitio estable y poder seguir nuestro deambular por el mundo para poner años y establecer nuestro futuro.

De adultos se trata de conseguir afianzarnos en el camino tomado para hacer nuestro nido.

Seguimos con vivir solos o en pareja. Si tomamos el camino de vivir con nuestra media naranja y tener hijos, nuestra prioridad es que nada les falte a ella y a nuestra prole.

Escalamos, a ser posible, posiciones en el entorno laboral, de negocios o de relevancia social.

Conocemos el crecimiento de nuestros hijos y les inculcamos que deben de ser buenos ciudadanos y no romper ni violentar las normas que nos hemos dado los habitantes de este mundo, desde que el mundo es mundo y apareció el primer homo sapiens en su suelo.

Entonces se inicia una nueva vida para nosotros, somos padres con todas las consecuencias.

La vida sigue y nuestras prioridades van cambiando conforme se hacen mayores nuestros hijos, iniciándose de nuevo el ciclo de la vida : Niños, jóvenes, adultos.

 Sigue el curso de su vida y se inician de nuevo en la procreación de nuevas criaturas que poblaran el mundo conocido cuando nosotros desaparezcamos de la faz de la tierra que nos vio nacer.

Este es el proceso de cualquier ser viviente.

Para llegar a tener controlados todos estos cambios de nuestra vida, desde que el mundo es habitable, nos hemos ido dando reglas y creando formas de dirigirnos, sin crear problemas insolubles entre nosotros ( En los primeros albores de nuestra existencia) los seres humanos ajustábamos nuestras posibles diferencias a garrotazo limpio. Los que sobrevivían se erigían en jefes supremos. Y así hasta que llegara otro que a garrote limpio le arrebatara el derecho a ser el jefe nuevo.

Ahora es muy distinto : Tenemos jefes elegidos democráticamente. Y si no nos gustan nos aguantamos hasta nuevas elecciones. Salvo cuando algún jefe no se quiere ir y organiza un golpe de estado.

Pero volvamos a la normalidad.

En democracia también se producen cambios sustanciales a nuestra vida.

Unos cambios son producto de nuestra voluntad. Como por ejemplo : Cambiar de oficio, de trabajo, de pensamiento, de votar a uno u otro, de querer una cosa o no quererla, etc., etc.

Otros cambios en nuestra vida son producidos en contra de nuestra voluntad. Como por ejemplo : Poder tener un trabajo, perder el trabajo, no poder cambiar a otro trabajo, iniciar un negocio o empresa y tener que cerrarla por no disponer de los medios necesarios, haber comprado una vivienda para crear nuestro hogar y perderla por no poder atender el pago de la hipoteca, o si es en alquiler no tener nada con que pagar el alquiler, pues una crisis que nos ha devorado nos deja sin trabajo, sin sueldo y sin forma de ganarse la vida.

Si todos estos cambios no fueran suficientes, cuando los has superado y llegas a la edad de jubilarte la paga que deberías cobrar en función de lo que hubieras cotizado en tu vida laboral te la reducen drastricamente por los dos procedimientos más comunes : El precio de las cosas más básicas se sube y sube hasta llegar a precios confiscatorios. La otra es no adecuando lo que se está percibiendo al aumento de precios, e incluso rebajando el importe que se percibe.

Pero llegado este momento no podemos ya influir en nada.

Somos demasiado poco importantes como ciudadanos, como consumidores, como trabajadores, como creadores, como para hacernos demasiado caso.

Somos solo un número dentro del organigrama que manejan los dirigentes y gobernantes.

Si las personas mayores tubiéramos mejores ingresos, consumiríamos más y en parte propiciaríamos que nuestros hijos y nietos también consumieran.

Solo las personas que por su vida en las épocas de juventud, de adultos y de progenitores de nuevos seres vivos, se pudieron situar en alguna manera de forma de vivir con algo de poder adquisitivo mejor que el común de sus contemporáneos y ahorraron algo de lo que ganaban,  se encuentran en una mejor situación para poder vivir sus últimos años de vida, un poco más desahogadamente. Al resto le es imposible seguir viviendo con lo que está cayendo.

Han habido otros cambios generalizados y de forma conjunta para todos, pero que afecta en gran manera a nuestra vida individual.

Entre otros podemos significar el cambio operado en la educación. Hoy no se da importancia al esfuerzo. Todo nos lo tienen que dar sin esfuerzo y reclamamos nuestros derechos sin querer afrontar nuestras obligaciones.

También ha cambiado la forma de comunicarnos, además del clásico teléfono se han incorporado formas de comunicación más modernas como internet, móviles, GPS, ordenadores, tabletas, etc., etc.

También ha cambiado nuestra forma de desplazarnos, además de los coches, bicicletas, motos, hay infinidad de medios como tren TGV o AVE, aviones a reacción, helicópteros, parapentes, ultraligeros, avionetas, y toda una gama de naves que surcan los mares, para individuos o para grandes masas de gente como los cruceros.

El mundo se ha globalizado. Todo lo que ocurre en un punto dado se transmite a grandes velocidades a todo el resto del planeta.

Los desastres naturales nos afectan a todos, pues sabemos cuantas vidas se ha llevado un determinado fenómeno fortuito o una desgracia debida a un accidente, o a una masacre por parte de algún dirigente de un país.

Los cambios en nuestras vidas son constantes y nos hace ver lo pequeños que somos como individuos. Cualquier cosa nos hace desaparecer para siempre de la faz de la tierra.

Pero estamos aferrados a ella hasta el fin de nuestros días.

Entonces : Porqué tantas y tantas personas no quieren dejar que los demás vivamos de forma tranquila nuestra efímera vida terráquea ¿?

Tenemos siempre la espada de Damocles encima de nuestra cabeza.

Se debería de producir un cambio más en nuestra vida antes de desaparecer de este mundo : Deberíamos de cambiar nuestra manera de ser.

Considerar que nos debemos los unos a los otros y que no existe nadie más importante que otro.

Cuando todos los habitantes de nuestro país ( Tanto los poderosos como los más necesitados) sean conscientes de que el país necesita el concurso de todos para salir de esta crisis tan demoledora que tenemos encima se producirá este cambio en nuestras vidas : Volver a tener el bienestar perdido en la última década.

Ojalá que lleguemos a ver este último cambio antes de desaparecer de este mundo.

 El abuelo cabreado

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