Nubes negras sobre Rajoy con el rescate en el horizonte
MADRID (Reuters) - El presidente del
Gobierno, Mariano Rajoy, encara un sombrío regreso de su corto receso
vacacional, con la posibilidad de que se intensifiquen las protestas callejeras
y las tensiones en el seno del Partido Popular si el Ejecutivo, como esperan los
analistas, pide ayuda financiera a Europa en septiembre.
La popularidad de Rajoy se ha desplomado en los primeros siete meses de su mandato de cuatro años, con importantes errores de comunicación a la vez que acometía sus medidas de austeridad, y mientras el país, la cuarta economía de la eurozona, se hundía en la recesión con una tasa de desempleo de más del 24 por ciento.
Ante los desorbitados costes de financiación -con el rendimiento del bono español a 10 años en un nivel insostenible, cercano al 7 por ciento-, muchos expertos prevén que Rajoy realice una solicitud formal de ayuda financiera coordinada entre los fondos de rescate europeos y el Banco Central Europeo (BCE).
Un plan de rescate en el que la UE compre bonos españoles, o una línea de crédito preventiva, reduciría la tensión del mercado pero también conllevaría duras condiciones, en un momento en el que las calles de muchas ciudades españolas están viendo un recrudecimiento de las protestas contra los recortes.
El opositor Partido Socialista se opone a un rescate en toda regla e incluso en el propio PP se han alzado voces en contra.
En privado, altos cargos del partido comienzan a culpar a Rajoy -con un perfil que no encaja con la gestión de una crisis, con comportamientos demasiado temerosos-, mientras España se hunde más y más en una crisis de deuda de la eurozona que dura ya dos años y medio.
Aunque Rajoy tiene una amplia mayoría en el Parlamento que hasta el momento no ha mostrado señales de resquebrajarse, los líderes del conservador PP en las comunidades autónomas han empezado a rebelarse contra un estricto control de gasto que les está obligando a hacer recortes en hospitales y escuelas, lo que podría tener consecuencias políticas negativas.
La popularidad de Rajoy se ha desplomado en los primeros siete meses de su mandato de cuatro años, con importantes errores de comunicación a la vez que acometía sus medidas de austeridad, y mientras el país, la cuarta economía de la eurozona, se hundía en la recesión con una tasa de desempleo de más del 24 por ciento.
Ante los desorbitados costes de financiación -con el rendimiento del bono español a 10 años en un nivel insostenible, cercano al 7 por ciento-, muchos expertos prevén que Rajoy realice una solicitud formal de ayuda financiera coordinada entre los fondos de rescate europeos y el Banco Central Europeo (BCE).
Un plan de rescate en el que la UE compre bonos españoles, o una línea de crédito preventiva, reduciría la tensión del mercado pero también conllevaría duras condiciones, en un momento en el que las calles de muchas ciudades españolas están viendo un recrudecimiento de las protestas contra los recortes.
El opositor Partido Socialista se opone a un rescate en toda regla e incluso en el propio PP se han alzado voces en contra.
En privado, altos cargos del partido comienzan a culpar a Rajoy -con un perfil que no encaja con la gestión de una crisis, con comportamientos demasiado temerosos-, mientras España se hunde más y más en una crisis de deuda de la eurozona que dura ya dos años y medio.
Aunque Rajoy tiene una amplia mayoría en el Parlamento que hasta el momento no ha mostrado señales de resquebrajarse, los líderes del conservador PP en las comunidades autónomas han empezado a rebelarse contra un estricto control de gasto que les está obligando a hacer recortes en hospitales y escuelas, lo que podría tener consecuencias políticas negativas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario