miércoles, 26 de mayo de 2010

Un día, un florista fue al peluquero a cortarse el pelo. Luego del corte pidió la cuenta y el peluquero le contestó: - No puedo aceptar dinero. Esta semana estoy haciendo un servicio comunitario.
El florista quedó agradecido y dejó el
negocio. Cuando el peluquero fue a abrir el negocio, a
la mañana siguiente, había una nota de agradecimiento y
una docena de rosas en la puerta.

Después entró un policía para cortarse el pelo, y cuando
fue a pagar, el peluquero respondió:
- No puedo aceptar
dinero. Esta semana estoy haciendo un servicio comunitario.
El policía se puso contento y se fue. A la mañana
siguiente cuando el peluquero volvió, había una nota de
agradecimiento y una docena de bollos esperándolo en
la puerta.

Más tarde, un profesor fue a cortarse el pelo y, en el
momento de pagar, el hombre otra vez respondió:
- No puedo aceptar
dinero. Esta semana estoy haciendo un servicio comunitario.
El profesor con mucha alegría se fue. A la mañana
siguiente, cuando el peluquero abrió, había una nota de
agradecimiento y una docena de diferentes libros, tales como
' Cómo mejorar sus negocios' y 'Cómo tener éxito en la vida'.

Entonces un diputado fue a cortarse el pelo y cuando fue a
pagar y el peluquero nuevamente dijo:
- No puedo aceptar dinero. Esta semana estoy haciendo un servicio comunitario.
El diputado contento se alejó. Al día siguiente
cuando el peluquero fue a abrir el local, había una docena
de diputados haciendo cola para cortarse gratis.

Esto, querido amigo, muestra la diferencia fundamental que
existe actualmente entre los ciudadanos comunes y los
miembros del Honorable Congreso de la Nación.

Por favor, en las próximas elecciones, vota con cuidado...
Atentamente, EL PELUQUERO

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