«Los recortes son injustos y no servirán para crear empleo»
Blanco exige al PP que apoye el recorte por «patriotismo»
GABRIEL SANZ | MADRID Domingo , 23-05-10
«¿Por qué Elena Salgado no apareció el jueves 14 o el viernes 15 a explicar en horario de máxima audiencia el recorte que había anunciado Zapatero, antes de que Pepe Blanco fuera a «La Noria?»», se preguntaba el martes el secretario general de una importante federación del PSOE en un almuerzo con periodistas. La reflexión de ese «barón», que no afea a Blanco su aparición, y que defiende ir a «La Noria» y a donde sea a explicarse, iba más bien contra la propensión de Salgado a esconderse de los medios. Y, en general, contra la falta de fuste del relato político que emana del Gobierno.
Su testimonio tiene hoy valor, en tanto que se producía 48 horas antes del rocambolesco episodio de la subida de impuestos «a los que más tienen», este jueves 21 de mayo. Un episodio que viene a demostrar, a decir de muchos en distintas federaciones del PSOE, que la descoordinación del Ejecutivo ha ido a más y que ya no afecta sólo a las vicepresidentas. Porque, a diferencia del sonado enfrentamiento que protagonizaron Salgado y María Teresa Fernández de la Vega en febrero, cuando al secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, se le escapó que la subida salarial a los funcionarios habría que anularla, lo ocurrido ahora es «más grave».
En eso coinciden varias fuentes consultadas por ABC. Porque fue el mismísimo presidente del Gobierno quien levantó la liebre de la subida de impuestos a los ricos, mientras debatía, el miércoles 13 en el Congreso. con el portavoz de IU-IC, Joan Herrera. Cierto es que enseguida aclaro que esa subida se hará «en su momento», que es a lo que se agarró la vicepresidenta este jueves por la noche para explicar por qué no se había aprobado el impuesto, pero no lo es menos que Zapatero permitió que durante días Salgado y De la Vega volvieran a escenificar un enfrentamiento.
La ministra de Economía, defendiendo que «no hay nada en este momento sobre la mesa», y la portavoz del Gobierno replicando que se está «estudiando». Y además les han acompañado, en esta sinfonía desafinada Manuel Chaves, hablando de un impuesto «a corto plazo»; Leire Pajín diciendo que era «inminente», y Celestino Corbacho asegurando que «algo que no está en la mesa no existe» (?). Ahora, tras la tormenta, la crítica a Salgado se centra en que no fuera capaz el jueves pasado de confirmar que la subida se hará en otoño con los Presupuestos. «Lo peor que le puede pasar a un Ejecutivo es que la gente se dé cuenta de que no controla la acción de gobierno», reflexionaba ayer un alto cargo de la administración central.Hay temor a que cuando se cree la tasa el partido no pueda ya obtener un beneficio político«¿A qué viene este lío?»
Esa fuente y otras, de federaciones, reconocen que en el PSOE hay «estupor». «Sobre todo, porque, cuando realmente se apruebe (la subida), pierde todo efecto después de tantas idas y venidas». Se critica «sotto voce» a Zapatero por haber dejado que el debate llegara tan lejos. Argumentan que era previsible que en el Grupo Socialista hubiese voces proclives a ese nuevo impuesto a las grandes fortunas -hubo intervenciones como la del gallego Javier Carro que propuso incluso que la Iglesia católica done parte del IRPF que recoge para enjugar déficit-. Pero si Salgado y el presidente tenían claro que no se iba a aprobar hasta el debate de presupuestos -entre otras razones porque no puede entrar en vigor antes del ejercicio fiscal de 2011-, «¿a qué viene este lío?». Hasta el «twitter» del PSOE llegó a colgar el anuncio de un impuesto a patrimonios superiores a un millón, que podría terminar siendo de dos millones.
Zapatero clausura hoy en Elche (Alicante) un acto municipal con 2.000 concejales y alcaldes procedentes de toda España. en el que se van a ensalzar las inversiones del Plan E. Puede que el presidente del Gobierno explique en ese foro sus razones para aplazar este impuesto a las grandes fortunas. De momento, los tres diputados de Izquierda Socialista (IS), Manuel de la Rocha, Juan Antonio Barrio de Penagos y José Antonio Pérez Tapia, van a usar la reunión del Grupo Socialista el próximo martes 26 para insistir al Gobierno en que se deje de «guiños» de una vez. Barrio de Penagos declaró ayer a ABC que darán «un voto de confianza» hasta el debate de Presupuestos, pero se debe ofrecer un calendario claro de esa subida. «Hay que acabar con la sensación de que el recorte siempre llega a funcionarios, pensionistas y clases débiles, y a las rentas altas, nunca». Barrio cree que el G-20 tiene que actuar porque es un «escándalo» que se pueda especular «a corto» con deuda soberana de los países y no en Bolsa con algunas compañías privadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario