miércoles 13 de enero del 2010
Caos en Puerto Príncipe. El terremoto de 7.0 grados Richter que sacudió a Haití podría haber dejado miles de muertos. En la imagen, varios heridos son trasladados para su atención médica.— Un sEismo de 7 grados en la escala de Richter, considerado el más potente en la historia del Caribe, estremeció a Haití derrumbando decenas de edificios, incluido el Palacio Nacional, y dejando tras de sí un caos total, de acuerdo con testigos y autoridades.
La falta de comunicaciones y la destrucción impedían calcular el número de víctimas, pero testigos y especialistas temen que se cuenten por cientos.
"El Palacio Nacional, el Ministerio de Finanzas, el Ministerio de Trabajo, el Ministerio de Comunicación y de Cultura, el Palacio de Justicia, la Escuela Normal Superior" se derrumbaron, dijo un periodista del canal Haitipal contactado en Puerto Príncipe cuando todavía había servicio telefónico.
Según su versión, el edificio del Parlamento y la Catedral de Puerto Príncipe también se colapsaron.
El embajador haitiano en Estados Unidos, Raymond Joseph, dijo desde su oficina en Washington que logró hablar con el secretario de la Presidencia de su país, Fritz Longchamp, quien le contó que "los edificios caen como naipes".
Hacia la noche, las comunicaciones quedaron cortadas casi por completo, mientras las réplicas sísmicas seguían remeciendo al país más pobre del continente americano.
En muchos lugares no había suministro de electricidad.
Karel Zelenka, representante de los Servicios Católicos de Ayuda en Puerto Príncipe, dijo a algunos colegas estadounidenses, antes de que se perdiera el servicio telefónico, que debe haber miles de personas muertas, de acuerdo con la vocera del grupo asistencial, Sara Fajardo.
El sismo también se sintió en República Dominicana, que comparte con Haití la isla de La Española y activó una alerta por tsunami en Dominicana, Cuba y Bahamas.
Localizan a 80 mexicanos
La embajada de México en Haití, que no sufrió daños, tiene localizados a 80 mexicanos que se encuentran en ese país caribeño y mantiene la búsqueda, informaron fuentes diplomáticas.
La Secretaría de Relaciones Exteriores activó el Plan de Protección de Mexicanos en Situación de Emergencia, para localizar a todos los connacionales y para brindarles la ayuda que requieran.
GINEBRA — El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) indicó hoy que aún es imposible evaluar la magnitud de la tragedia en Haití tras el sismo de 7.0 grados Richter que azotó el martes a ese país caribeño.
El portavoz del CICR en Ginebra para América Latina, Marcal Izard, dijo a Notimex vía telefónica que los reportes de algunos medios que hablan de tres millones de afectados "son prematuros y no han sido confirmados por el CICR".
"La confusión se debe a un texto que emitió la Federación de la Cruz Roja según el cual en la provincia oriental de Haití, la más afectada, viven 2.2 millones de personas, pero eso no quiere decir que todos fueron afectados, ni mucho menos hay tres millones de víctimas", aclaró.
El jefe de la delegación de Haití, Ricardo Conti, dijo a su vez que todavía es muy difícil evaluar las necesidades, el número de víctimas y la magnitud de la tragedia, pues es extremadamente difícil desplazarse en la zona afectada.
"Lo que es cierto es que el terremoto tendrá un impacto masivo en la población haitiana que ha sido golpeada ya por desastres recientes", subrayó Conti.
El CICR informó asimismo que se movilizan ya equipos de ayuda y rescate desde Puerto Príncipe, desde la base regional de Panamá y se enviarán nuevos refuerzos.
Además planea enfocar su ayuda médica a los sobrevivientes del sismo, apoyar en las tareas de recuperación e identificación de cuerpos, así como los esfuerzos de la Cruz Roja local para restaurar el contacto entre miembros de familias que fueron separados tras la tragedia.
De acuerdo con el CICR, los nueve miembros de su equipo en Puerto Príncipe se encuentran a salvo, pero no se sabe la suerte que corrieron 59 empleados locales del organismo.
Describe Cruz Roja situación en Haití como catastrófica
BOGOTÁ — La Cruz Roja Internacional afirmó hoy en que Haití vive una catástrofe que debe ser enfrentada con una movilización muy grande, ante la destrucción que dejó el terremoto del martes.
El oficial de información de la Unidad Panamericana de Respuestas a Desastres, Manuel Rodríguez, dijo que "estamos ante uno de los desastres naturales más grandes ocurridos en el hemisferio" en los últimos años.
"El informe que tenemos es de una situación catastrófica de grandes proporciones que todavía no puede ser cuantificada", declaró el funcionario en entrevista telefónica con la radio Caracol.
Aseguró que la mayoría de la población en Haití ha sido afectada por el terremoto de 7.0 grados en la escala de Ritcher, que sacudió el martes a la nación caribeña y que provocó el desplome de varios edificios.
Rodríguez señaló que es imposible manejar cifras de muertos o heridos, porque se debe esperar la evaluación que realizan los equipos de rescate sobre el terreno para "tener una panorámica real de lo ocurrido".
"Lo que estamos haciendo es recopilar fondos para que la ayuda empiece a llegar a Haití en las próximas horas, de parte de la Cruz Roja" y atender a los afectados, dijo.
Insistió en que "estamos ante uno de los desastres naturales más grandes ocurridos en el hemisferio en los últimos años y tenemos que prepararnos para responder con una gran operación humanitaria".
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16 de enero del 2010
Actualizado 5:16H
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Los haitianos pasan de la desolación a la ira por no recibir aún la ayuda
La población está reflejando su rabia con saqueos y haciendo barricadas con cadáveres en las calles
La ONU cifra en tres millones de personas las que están sin comida, agua, luz y refugio
Autor:
Javier Otazu
Fecha de publicación:
16/1/2010
La ayuda humanitaria está llegando de forma masiva a Haití, pero la falta de seguridad y los problemas logísticos en el país perjudican la distribución a los supervivientes, que no la reciben y ya dan muestras de su desesperación con saqueos y violencia.
Miles de personas pasaron su tercera noche a la intemperie. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo ayer que tres millones de personas están sin comida, agua, luz y refugio en la capital haitiana, y que 300.000 carecen de hogar, cifra que un ministro local sitúa en 1,5 millones.
En Puerto Príncipe, el agua y los alimentos escasean y los que hay se venden a precios desorbitados, las comunicaciones siguen cortadas, salvo las satelitales, y el hedor de los cadáveres en descomposición y el polvo de los edificios derrumbados hace irrespirable el aire y aumenta las probabilidades de epidemia.
Tampoco hay medios de transporte por falta de combustible. Muchas vías son intransitables, y los hospitales no dan abasto para atender a los heridos, que un ministro cifró en 250.000.
Todo ello ha hecho que cunda la desesperación, paradójicamente cuando se produce un verdadero aluvión de material y personal humanitario. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Programa Mundial de Alimentos repartieron ayer comida a 8.000 personas, aunque los necesitados son muchos más. La cifra refleja las limitaciones para llegar a las víctimas del sismo, que han pasado de la desesperación a la rabia, reflejada en saqueos y la construcción de barricadas con cadáveres en algunas calles.
«Mientras haya hambre y sed, y mientras no se logre resolver el problema de la falta de vivienda, es posible que tengamos algunos disturbios», dijo el ministro de Defensa brasileño de Defensa, Nelson Jobim, tras pasar dos días en Puerto Príncipe.
La OIM aseguró que la distribución de comida tuvo que ser suspendida en algunas zonas debido a temores por la falta de seguridad. Varios cooperantes han expresado su preocupación por una posible erupción de violencia ante el enfado y la frustración de la gente. Algunos informaron de amenazas y saqueos de material y evitan trabajar cuando cae el día.
Falta de policía
«Si la gente no ha comido ni bebido durante 50 horas y ven un camión o un supermercado que se hunde, correrán para conseguir algo de comer», dijo un empleado de la ONU. .
La emisora Radio Metropole informó de que la falta de presencia policial ha disparado la inseguridad y se están registrando casos de pillaje y de tiroteos en Puerto Príncipe. Muchos policías han desaparecido y otros atienden a sus familias.
La Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah) es la única fuerza que intenta atajar la inseguridad, pero su tarea es titánica. El jefe de las operaciones de la ONU para mantenimiento de la paz, Alan Le Roy, teme que todo se complique y que las agresiones y actos de delincuencia aumenten. De momento, dice la Minustah, «la situación es tensa, pero está bajo control».
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