Rembrand
Estamos en días de identidad de
los pueblos de nuestro gran país.
Todos los pueblos de este mundo
que habitamos son conscientes de que descienden de unos u otros antepasados
comunes.
Desde que el mundo es mundo y
desde que andan por él las distintas razas e identidades de nuestra especie (Me
refiero a nuestra especie llamada humana, claro está). No hemos parado de
evolucionar y cada vez ser más conscientes de nuestra vida sobre la tierra.
Nunca como en la actualidad
existió un grado tan elevado de entendernos entre todas las culturas y todos
los pensamientos, tanto filosóficos como económicos o políticos.
Debemos de congratularnos que cada vez más la especie humana aprecie
todos sus logros, ya que estos logros han propiciado el alto (Altísimo si se me
permite) grado de integración de todos los pensamientos y culturas.
No debemos de creer que sería
mejor que retrocediéramos a siglos pasados de oscurantismo y malas prácticas de
entendimiento entre nosotros. Debemos de consolidarnos como una especie
privilegiada y ser consecuentes con nosotros mismos.
No despreciemos a nadie por ser
de otra cultura, otra forma de entender el mundo, otra forma de entendernos por
nuestro idioma, o por cómo queremos ser y como queremos que nos vean los demás.
A través de la historia se han
producido muchísimas batallas, verbales, o de violencia extrema, o de concordia
y seguimiento de buenas maneras de entendernos entre todos.
Una de las buenas maneras de
entendernos fue crear los foros mundiales de representantes de las naciones y
países que tenían formas distintas de ver lo que era mejor para unos o para los
otros también.
Se formalizaron grandes acuerdos
para llegar a lo que es hoy la Organización de Naciones Unidas (ONU), cuyo
antecedente fue la sociedad de naciones creada al término de las primeras
guerras mundiales, con el fin de no volver a caer de nuevo en el futuro en tan
desastrosas maneras de entender las relaciones entre los pueblos de la tierra.
Desde entonces se han ido creando
infinidad de organismos con la misma idea
: Entendernos todos los seres
humanos y tratar de resolver pacíficamente nuestras diferencias.
Es digno de destacar que al mismo
tiempo que se creaban estos organismos, en Europa se estaba gestando un
sentimiento de solidaridad entre todos los pueblos, países, naciones o entes
políticos de nuestro continente.
Al igual que en los otros
continentes se estaban agrupando en organizaciones políticas, culturales,
económicas, de progreso, de mejorar el sistema de vida, de la escolarización de
los niños, de erradicar el hambre, de atender la mejora de la salud, etc., etc.
En la actualidad ya tenemos una
Unión Económica Europea : La UE. A la que nuestro país como Nación Española
pertenece de pleno derecho. Con una moneda única llamada Euro, la cual es
moneda oficial en más de la mitad de los países que conforman dicha unión ( Hoy
somos 27 y dentro de menos de un año seremos 28 al incorporarse Croacia).
Solo existen en el mundo dos
grandes conglomerados de países, naciones, o entidades nacionales que tengan
una moneda comun : La UE y EEUU de América. Ambos surgidos de unos estados que
se han agrupado para ser un solo país. Aunque esté formado por distintas
entidades o estados.
Los EEUU son una buena muestra de
lo que deberá llegar a ser nuestra incipiente UE. No debemos de olvidar que
EEUU tiene más de doscientos años de unión y que nuestra UE solo hace 12 años
que unificó su moneda, pero aun le queda mucho camino por recorrer para
unificar todo el engranaje de entidades que conforman un estado eficiente y
seguro. Poco a poco, pero sin pausa, veremos cómo se van dando pasos decisivos,
sin posible marcha atrás.
Daremos un paso de gigante cuando
unifiquemos nuestros sistemas políticos. Seremos muy parecidos a los Estados
Unidos de América. Podremos decir con toda propiedad que somos los Estados
Unidos de Europa. Mientras, solo somos
la Unión monetaria Europea.
La soberanía de los estados que
conformamos como UE poco a poco van cediéndola a esta entidad supranacional que
es la UE.
Desde hace más de una década que
estamos padeciendo una crisis de gran calado y de múltiples y complicadas
posibles soluciones, pero que en el camino nos está destrozando a unos países
más que a otros.
Hemos de ver en países como
Alemania, Francia, Inglaterra, Finlandia, Noruega, Suecia, Holanda y otros, la voluntad de ser de nuestra UE.
Fuertes en su caminar económico y fuertes en su caminar político.
España, por nuestra forma de ser. Por nuestra
forma de entender la economía. Por nuestra forma de entender nuestra política.
Por nuestra forma de tener unos organismos dirigentes. Por nuestra forma de
crearnos nuestros propios problemas internos, hemos llegado a ser considerados
por el resto de naciones como poco creíbles. Muy inestables y muy volubles.
Debemos de hacer esfuerzos
adicionales a los ya realizados, para llegar a tener una credibilidad muy
necesaria y que sin la misma no podremos superar esta crisis galopante (Crisis
múltiple : Crisis económica, crisis política, crisis de identidad, crisis de
que queremos ser. Crisis de presentación de nuestro pueblo al resto de pueblos
del mundo, etc., etc.). Crisis que tenemos desde hace una década y parece que
no se acabará nunca.
Cuando muchos países ya estaban arreglando sus
asuntos económicos nosotros estábamos haciendo oídos sordos a todo lo que se
avecinaba. Gastando sin ton ni son lo que teníamos ahorrado y lo que no
teníamos.
Actualmente se están haciendo
reformas, podríamos llamar como heroicas, para enderezar nuestro mal estado.
Pero todo se muestra inútil hasta ahora. No tenemos credibilidad en el contexto
internacional. No se nos creen nada de lo que les decimos.
Pero no debe de ser en valde.
Necesitamos que pronto se inicie
un proceso de recuperación. De recuperación del consumo interno. De
recuperación de los puestos de trabajo que se han destruido por el camino. De
recuperación de la actividad económica, industrial, financiera. Pero también (
Y muy especialmente la recuperación política y de las distintas organizaciones
al servicio de los ciudadanos como los sindicatos, los partidos políticos y
todos los que son votados por ciudadanos, por trabajadores, por entidades, o por quienes
tienen la responsabilidad de dirigir el país).
Pero es del todo necesario que
seamos los propios ciudadanos que no nos enfrentemos en discusiones bizantinas,
sin sentido alguno y que solo hacen que nos debilitemos como país para estar en
posición más o menos buena entre el resto de países. Ello debe de producirse
aún a pesar de lo que nuestros políticos les gustaría : Enfrentarnos entre unos
y otros para su mayor gloria efímera en su paso por la política.
Qué sentido tiene que mientras
estemos discutiendo de qué forma debemos
de tratarnos los unos y los otros, y esta misma discusión sea motivo de mala imagen
frente al resto del mundo ¿?
No queremos vivir en un país sin
problemas ¿? O somos masoquistas que queremos autoflagelarnos los unos a los
otros ¿?
Queremos problemas continuos y
sin sentido alguno ¿?
Queremos pertenecer al mundo
reducido a lo que yo quiero, en contra de lo que quieren los demás ¿?
No podemos ver que también
importa lo que quieren los demás ¿?
Es que somos tan obtusos que solo
vemos la paja en el ojo ajeno y no queremos ver la viga en nuestro propio ojo
¿?
No podemos llegar a acuerdos
cediendo todos un poco de lo que deseamos y pensamos ¿?
No es más importante el bien
común a nuestro bien individual ¿?
Como podemos entendernos con los
demás países, si en el nuestro no nos entendemos nadie ¿?
Tanto cuesta de entender por
parte de políticos radicales que sin entendimiento mutuo no llegaremos a
ninguna parte ¿?
Es que nuestro país ha de ser
troceado y repartido sus despojos entre decenas o tal vez centenas de entidades
menores, para que podamos vivir en paz y empecemos a crear riqueza de una vez,
en lugar de destruir riqueza como nos está sucediendo desde hace muchos años ¿?
Alguien, hace muchos años ya lo
dijo certeramente : No es eso. No es eso.
Qué es pues lo que procede hacer
ahora ya urgentemente ¿? Muy sencillo :
Pensar en los ciudadanos que nunca gritamos ni nos manifestamos en lugar de
estar solo por y para tener más y más parcelas de poder. No los que más gritan son los que piden un
país mejor. Los silenciosos también son mayoría y no se les tiene en cuenta. El
que hace ruido se le oye. El que calla no.
Estoy arto de ver y oir los miles
de ciudadanos que protestan por una u otra cosa. Nunca he visto o he oído a los
de la mayoría silenciosa.
Los medios de comunicación están
siempre llenándonos de noticias negativas. Nunca nos dan noticias positivas.
Según los medios no existen otras noticias que las negativas que nos destrozan
y nos dejan inertes para poder rechazarlas.
No existe, según los medios, nada que nos deje la esperanza de ser mejores
en nuestro futuro. Todo es un malestar endémico y no hay antídoto contra ello.
Nos arrastra. No existe fuerza sobre la tierra para crear de nuevo la esperanza
de los desesperados. No hay posibilidad de que existan políticos íntegros que
nos rescaten. Todos son de un bando o de otro bando, pero ninguno es de los que
desean mejorarnos como especie humana.
Nuestro mundo, tantas veces
terminado y vuelto a reiniciar, está ahora en stand bay. No sabemos cómo salir
del bucle originado por la mala actuación de nuestros políticos y dirigentes
sindicales. No tenemos plan B, C, D, E,… que nos vuelva a nuestro mundo común y
humano.
Nos destrozamos los unos a los
otros. No queremos ser ni creer en los demás. Nosotros somos los fantásticos y
el resto del mundo solo merece perecer en el intento de crear puentes y llegar
a los acuerdos que nos podrían beneficiar a todos. Queremos el hundimiento a
toda costa. No pensamos nunca en nuestros hijos ¿?. No pensamos nunca en
nuestros nietos ¿?. No pensamos nunca en que nos relevarán nuestras generaciones
futuras y que nos odiarán por no haber hecho lo necesario para que ellos
pudieran llegar a ser seres humanos completos ¿?.
Estamos creando un mundo irreal.
Una quimera sin sentido. No podremos tener el paraíso que nos prometen nuestras
clases políticas. Nunca lograremos ser unos dioses en la tierra. Lo intentaron
muchos miles o millones de seres que nos precedieron y todos fracasaron. No
llegaron nunca a ser dioses, aunque se autoproclamaron dioses.
A ver si de una vez por todas, a
todos los que llevan las responsabilidades políticas les entra la razón en su
exiguo cerebro y nos dan una vida más llevadera.
Aunque ello es pedir un milagro,
ahora que no se estilan los milagros, pues es muy difícil que en donde no hay
nada, no se puede sacar algo : Por ejemplo, si de un pozo no hay agua, nunca se
podrá sacar agua. Pues esto es lo que nos sucede con nuestros políticos.
Pero siempre hay que esperar un
milagro. O no ¿?
El abuelo cabreado
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