Ha llegado y nadie sabe como ha
sido.
Cada año no lo esperamos, pues
nos invade una gran alegría el transcurrir del verano, pero siempre llega.
Se han empezado a ver las esperadas
lluvias y nos han traído un reguero de desgracias en vidas humanas y en
destrozos sin fin de nuestros pueblos y nuestras casas.
Cada año esperamos que las
lluvias sean suaves, intermitentes, sin aguaceros frondosos que nos destrocen.
Pero salvo unos pocos años que han sido benignos, muchos más han sido terribles.
Y eso que nunca hemos llegado a los destrozos ocurridos en otras latitudes,
como son los países del Caribe, algunos sudamericanos, los del Asia insular
como Malasia, Laos, Tailandia o Vietnam y recientemente en China también. Entre
otros muchos, como los que padecieron los sunamis no hace muchos años.
Y no hablemos de los volcanes en
erupción. De vez en cuando vomitan su tripa en forma de lava y destruyen muchos
pueblos y seres humanos.
La Naturaleza es como es : Una fuerza incontenible y de gran poder de
destrucción. Totalmente incontrolable por los pobres seres humanos que lo
padecen.
Es importante que le humanidad
sea consciente de que necesita la solidaridad entre todos los seres humanos
para mitigar los desastres naturales. De hecho hay infinidad de ayudas para los
países que quedan destrozados por las catástrofes naturales, sin embargo, no
todas llegan a todos los que más las necesitan. Muchas veces la ayuda se queda
en el camino y en manos de gente sin escrúpulos que se adueña de todo lo que deberían
recibir los damnificados.
Hemos dado pasos de gigante en los últimos
siglos, pero aun queda un largo camino para andar si queremos ofrecer todo lo
necesario a quienes sufren estos embates de la Naturaleza.
Debemos de ser conscientes de que
a todos nos puede pasar. Y entonces toda ayuda será poca para mitigar las
consecuencias del desastre natural.
La península ibérica ha sido
hasta el presente una especie de protectorado de la Naturaleza, sin grandes
problemas de desastres naturales. A pesar de ello hemos tenido algunos
desastres muy importantes como fueron antaño las inundaciones de Valencia, como
son cada año los temporales que arrasan algunas playas, como fue recientemente
el terremoto en Lorca y algunos seísmos de alguna intensidad que a veces notamos
pero no causan desgracias. Hemos de dar gracias, si nos comparamos con las
zonas del mundo que sufren periódicamente de seísmos, terremotos, inundaciones,
etc., etc.
Ha llegado el otoño y llegará el invierno y
así sucesivamente como desde hace millones de años. Nos tenemos que preparar
para las posibles rabietas de la Naturaleza.
A través de las ventanas,
mientras escribo estas líneas, veo caer el agua de la lluvia, con insistencia.
Es bueno para los campos, para la agricultura, para los seres humanos y todos
los seres vivos, el tener esta lluvia,
siempre que sea sin excesos.
Escribo en la penumbra, pues con
el cielo sin sol no tenemos mucha visibilidad. No me atrevo a encender la luz.
Está carísima y los ciudadanos de este país no podemos permitirnos consumir
nada. Ni electricidad, ni gas, ni agua, ni casi el necesario oxigeno para poder
respirar.
Todo en este otoño, como desde
hace los otros cuatro anteriores, está todo más caro y no podemos asumir su
coste, las cargas fiscales, las tasas, los cánones especiales. En fin, todo lo
que conlleva vivir en un país que solo pueden vivir los ricos actuales. Como
son : Los políticos, sindicalistas y demás vividores del erario público.
Los trabajadores (Los que tienen un trabajo tienen una joya),
los parados y los pensionistas son los desheredados de la tierra. Ni son ricos,
ni lo pueden ser, con sueldos de entre 600 euros y 1.200 euros al mes (algunos
quizás lleguen a 1.500 euros y muy pocos a 1.800 euros al mes). Las pensiones están en un promedio de poco más
de 800 euros al mes, pero la inmensa mayoría cobra 600 euros o menos. Solo que
al hacer el promedio cuentan también los privilegiados que por haber
pertenecido a un partido político están cobrando cotas máximas de pensiones.
Cuando no cobran indemnizaciones de 180.00 euros al ser cesados. Todo muy
razonable. No les perece ¿?
Nuestros otoños son cada año más
tristes. Pronto no podremos ni llegar al invierno y ni mucho menos al siguiente
próximo verano.
No nos dejan posibilidades de
recuperarnos. Cada vez estamos más empobrecidos y sin futuro.
Yo propondría un año sabático en
la recaudación de impuestos : Durante un año no pagaremos impuestos, cánones,
tasas, etc., etc. y durante este mismo año los políticos, sus cargos, altos o
bajos, los sindicalistas, y todos los que cobran de nuestros impuestos estarán
un año también sabático, sin cobrar nada por su presencia. No por su trabajo.
Puesto que de trabajar nada de nada. No trabajan y viven muy bien de nuestros
impuestos.
Todos los ciudadanos del mundo
pagan impuestos.
Pero no siempre son
proporcionales a sus posibilidades de vivir de su trabajo.
Muchos tienen medios más que
posibles de vivir muy bien y podrían pagar unos impuestos proporcionales a sus
ingresos. Pero sin embargo la distribución de los impuestos no son
proporcionales a las posibilidades de ingresos. No tenemos más que ver los
impuestos indirectos.
Los impuestos indirectos gravan
todo consumo, como es los suministros más necesarios de la electricidad, el
agua, el gas, cualquier tema básico de alimentación, vestir, calzar, lavar,
adecentarse como afeitarse, o lavarse . También gravan lo más necesario en esta
vida y en esta civilización que nos ha tocado vivir : Nadie se escapa de los
costes elevadísimos de los transportes, de los medios de comunicación y de todo
lo que comporta muestra forma de vida actual.
Nadie se escapa de los impuestos
indirectos : Lo pagan igualmente los pobres, los trabajadores mileuristas, los
jubilados sin casi pensión, que los
ricos, los de clase media, los funcionarios, los políticos, etc., etc.
Con pocos ingresos pagas igual
que con muchos ingresos al consumir algo, sea lo que sea.
Pagarán igual un rico que se
compre una casa, un coche, un vestido, una bicicleta, o cualquier cosa, como un
viaje en coche, en tren, en barco o en avión, que un ciudadano menos rico, más
pobre o más necesitado de la fortuna, que al cobrar poco sus ingresos deben de
sufragar unos impuestos confiscatorios.
Es por todo esto que se está
diluyendo cada vez de forma más acusada la llamada clase media.
La clase media había sido la esperanza
de casi todos los pobres en décadas anteriores.
Se intuía que si trabajabas con
tesón y de forma racional, ahorrando parte de tus ingresos y no gastando más de
lo que ingresaras, lograrías llegar a un estatus de clase media. O sea, sin ser
ricos, pero viviendo de tu sueldo y más o menos mejor que siendo pobres de
solemnidad.
Habíamos logrado que una parte
muy importante de la población en nuestro entorno de países civilizados esta
clase llegara a ser una parte sustancial del entramado humano que habitaba en
los países llamados “ricos” por los países que no habían conseguido sacarse la
miseria de siempre.
Pero que ha pasado ¿?
Hemos retrocedido de forma
acelerada desde hace una década.
Hace una década y más atrás aún,
había una gran posibilidad de acceder a esta llamada clase media. De hecho,
casi todos los de mi generación pudieron dar a sus hijos una educación, unos
estudios, unas formas de ganarse la vida que no habíamos tenido nosotros de
jóvenes.
Sin embargo en la última década
la cosa se torció y de forma muy acelerada se pasó de una situación de mejoras
a una situación de peoras. O sea : Pasamos a ir como los cangrejos, en lugar de
ir hacia adelante empezamos a ir marcha atrás en todos nuestros anhelos y
expectativas.
Las empresas no pudieron seguir
produciendo porque nadie compraba sus productos. Los trabajadores de percibir
un sueldo que les permitía vivir con dignidad pasaron a engrosar las listas de
parados. Con prestaciones cada vez más raquíticas. Sin posibilidad de poder
vivir dignamente a partir de entonces al no poder encontrar un trabajo, por
haber más trabajadores parados que puestos de trabajo posibles, cada vez más
reducidos en su número y cada vez aumentando los puestos de trabajo destruidos.
Sin trabajo digno y un sueldo
acorde con nuestras necesidades básicas, se han producido los problemas de
todos sabidos en el pago de las viviendas que habíamos comprado : Al no
poder pagar las hipotecas se han producido los muchísimos desahucios por falta
de pago. Creando más ciudadanos pobres y sin ni siquiera posibilidades de
subsistir con decencia.
Y así estamos en el año del señor
de los cristianos llamado 2.012. 600 años menos para los creyentes de la fe en
Ala. Miles de años más que para el calendario de los Mayas. Para los
calendarios chinos, indus, egipcios, etc., etc. Todos tenemos nuestra forma de
entender el mundo. Y aunque sea igual en lo sustancial ( El paso de los años
terrestres) no es igual la forma de contabilizarlos.
Yo como la inmensa mayoría de
seres humanos, creemos que nuestra existencia en este mundo y en el momento
actual, es lo mejor que han vivido en millones de años. Claro que tenemos
problemas, pero hemos llegado a un grado de inteligencia que nos permite
dislumbrar un futuro mejor.
Quisiéramos que realmente fuera
mejor. Las generaciones futuras cuando vean como estamos hoy en día, sabrán de
donde vienen y podrán calibrar si lo hicimos bien, mejor, o tal vez peor de lo
que podríamos haberlo hecho.
No tenemos que hacer las cosas
solo por lo que de nosotros pensarán en las generaciones futuras. Tenemos que
hacer las cosas para no destruir lo que hemos creado hasta hoy y mantenerlo
para ellos.
Debemos de poder retomar el
camino de la necesaria fuente de progreso : Nuestra inteligencia para crear y hacernos más
fieles a nuestro destino en este universo que es la creación.
Necesitamos de nuevos creadores,
de nuevos filósofos, de nuevos humanos que nos den sentido a esta vida finita
que tenemos, pero que es la que tenemos y debemos aprovecharla para no morir en
el olvido eterno.
Tengo fe en que volveremos a
tener un tiempo de florecimiento de artes y oficios, de puestos de trabajo, de
creación de bienestar, como tuvieron nuestra generación.
No todo lo malo dura eternamente.
Miremos los desastres de las guerras y sus consecuencias : Quién recuerda ya las dos guerras mundiales
y su destrucción ¿?. Solo los nostálgicos recuerdan las destrucciones
ocurridas.
El tiempo todo lo arregla. Pero
es nuestra la responsabilidad de crear los medios necesarios para que se
produzca el resurgimiento de nuestra civilización como está concebida. No
destruyéndola más y creando nuevas posibilidades para las próximas
generaciones.
Recuerdo que hace muchísimos años
leí una serie de libros que trataban de historia del turismo mundial.
Decían que siempre que han
ocurrido guerras o desastres naturales se ha retraído el movimiento de personas
hacia destinos turísticos, dentro de los mismos países o hacia países
distintos. Pero que una vez terminadas las guerras o los desastres se había
producido un incremento de la circulación de personas hacia destinos
turísticos, superando incluso a los datos que se disponían anteriores a las
guerras o desastres dados.
Lo he visto confirmado en los
años posteriores a su lectura.
Cada vez se incrementan las
posibilidades de que los habitantes de la tierra viajen más y más barato. Se
han creado los transportes de bajo coste y se están ofreciendo campañas de
pasar unos días en destinos cada vez en forma más económica.
El turismo mueve a nivel mundial
una masa ingente de dinero, que se traduce en empleos para los trabajadores. En
impuestos para los gobiernos. En nuevas expectativas de negocio para los
comercios. Y en concreto nos hace más buenas personas al contactar con otras
culturas y otros modos de pensar y de entendernos entre todos.
Nunca debemos de desdeñar los
beneficios benefactores del turismo.
La experiencia nos ha enseñado
que es mejor que los seres humanos nos abramos a todas las culturas, o por el
contrario que solo nos encerremos en la
nuestra.
Cuando hayan pasado los temores
que nos atosigan recordaremos nuestros problemas y sacaremos consecuencias para
no volver a caer en la misma piedra : No gastaremos más de lo que tengamos como
ingresos normales.
Si todos, pero en primer lugar
los gobiernos y políticos, lo hubiéramos tenido presente en estas últimas
décadas : Hoy no estaríamos tan en la miseria como estamos. Nos habríamos
levantado ya. Como ha sucedido en las economías de otros países de nuestro
entorno dentro de la UE. Por esto es por lo que nos asedian para que arreglemos
nuestra casa común o país, o nación ( Antes llamada España y hoy sin nombre por
la mediocridad de los políticos que nos han mandado y que nos mandan aún).
Mejor será que no nos terminen de destruir y
podamos seguir adelante con nuestra vida cada vez más precaria. Pero que nos
interesa conservarla, pues lo contrario es la muerte definitiva.
Bienvenido sea pues el otoño y
que lleguemos pronto al invierno para ver si en la primavera resurgimos como un
brote nuevo y nos olvidamos pronto del malestar de ahora, floreciendo de nuevo
la vida, como en la naturaleza ocurre cada primavera.
Lo deseo de todo corazón.
El Abuelo cabreado
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