No nos dejan respirar.
Siempre es posible exprimirnos
más y más.
Aun pueden sacarnos más el jugo.
No pararan hasta dejarnos secos.
Más que secos. Amojamados. O tal
vez amortajados para nuestro entierro.
No podemos luchar contra los
millones y millones de normas, decretos, decretos-ley, leyes sencillas, leyes
orgánicas.
Cada día las mentes pensantes del
país se exprimen el cerebro en encontrar nuevas normas, leyes, y reglamentos
para poder jodernos más y más.
Sea quien sea el que nos
gobierne, solo ponen sus neuronas a mil para darnos cada día más por allí donde
más amargan los pepinos.
No es cuestión de quien gobierna.
Es mucho más profundo. Solo nos dejarán de magrear en el momento en que nos den
lo definitivo. La puntilla. La buena nueva de que estamos descansando en paz.
Aunque dudo que no se inventen
algún impuesto que debamos de pagar después de muertos.
Existe un impuesto que los
entendidos llaman el impuesto del muerto. Haber si alguien adivina de que hablo
¿?
Les he de contar algo que es el
pan nuestro de cada día :
Recibí una notificación de
embargo de mi exigua pensión y me presenté en las oficinas de la gestora de la
región en donde habito, para saber a qué se referían, pues nadie me había
comunicado nada hasta el momento de recibir el aviso de que me ejecutaban un
embargo.
El funcionario de turno, muy
amablemente me dijo que era un pago por basuras y otro por impuesto de
circulación de un vehículo que yo ya no tengo.
Nunca me habían mandado ninguna
comunicación de que debía estos impuestos de ahora hace cerca de dos años.
Me informaron de que si no recibí
las notificaciones no era culpa del servicio de recaudación de impuestos, pues
como todo el mundo debe saber : Los impuestos debemos de pagarlos en el día que
corresponda, recibas o no la notificación de pago. Porque debemos de ser los
ciudadanos los que nos tenemos que preocupar de pagar los impuestos en el
momento que esté establecido por las normas y leyes vigentes.
Debemos de estar siempre
pendientes de los innumerables días al año que debemos de ingresar a uno u otro
organismo estatal, autonómico, local, etc., etc. nuestros exiguos dineros para
colaborar en el gasto inmenso de la administración pública.
Si no podemos saber lo que
debemos de pagar es por el hecho de que nos han inundado de impuestos, tasas, y
otros nombres muy rebuscados, casi cada día debemos de pagar algo a alguien de
la administración pública. Y encima debemos de tener muy presente todos y cada
uno de nuestros deberes para con la administración. Si no lo hacemos nos dan
palo y tentetieso, pues según el ideario de nuestra administración, si no
pagamos algo, es forzosamente porque somos insolidarios y nos han de poner
recargos del 20%, más intereses, más tasas, más correo, más gastos peregrinos :
Nos deben casi de ajusticiar por no haber pagado alguno de los miles de
impuestos.
Suerte que no eran millones de
euros, con un poco más de 200 euros logre lo imposible : que se retirara el
embargo de mi pensión.
Debí de darle las gracias, pues
encima me indicaron que quizás no me había llegado la comunicación a mi
domicilio pues tenían el número de mi casa como el 181 y en realidad es el 182.
Cuando la sede del organismo de
gestión tributaria ( Organismo que se encuentra a unos treinta Km. de mi casa
situada en un pueblo del bajo Montseny) no realizó su labor correcta de
comunicarme los pagos a su debido tiempo, la culpa es del pobre y sufrido
contribuyente. Qué paradoja. No creen ¿?. Que encima tenga yo la culpa. Bueno,
quiero decir que nosotros los ciudadanos tengamos la culpa de todo este
embrollo en que estamos metidos.
El tema tiene mucho de
maquiavelismo.
Si no pagas algo se supone que no
quieres pagarlo. Nadie supone que no has recibido la comunicación o aviso de
pago.
Si no lo has pagado tienen en la
administración dos vías : Reclamarte el pago vía un escrito a tu domicilio o
bien (Esta es la fórmula más empleada ) publicar en el boletín oficial del
estado, de la comunidad autónoma, del los miles y miles de diarios oficiales
que existen en la administración pública, la deuda contraída por el impago.
O sea : Los ciudadanos debemos de
suscribirnos a todos los boletines oficiales del país y cada día leernos todos
y cada uno de ellos, con las miles de páginas
que componen estos boletines.
Si no lo hacemos es culpa nuestra
que no nos sepamos lo que se nos puede caer encima de nuestra cabeza. Pues se
supone por parte de la administración que tenemos el deber de leernos todos y
cada uno de los distintos boletines oficiales, semioficiales o no oficiales en
que publican todas las leyes y decretos, las normas y los cargos de los miles y
miles de personal que se nombran cada
día para los distintos organismos oficiales.
Hace poco leía que nuestro país produce
miles de páginas de normas y leyes, cuando en los países de nuestro entorno
solo tienen más o menos una décima parte de legislación promulgada. O sea que
deben de leerse solo un diez por ciento de hojas de boletines oficiales.
Nosotros tenemos 10 veces más de hojas a leernos cada día.
Existe una norma establecida por
nuestros queridos representantes políticos que dice : La ignorancia de la ley,
no nos exime de cumplirla. Yo lo cambiaria por “No cumplirla”. Así estaría
mucho más repartidas las obligaciones de los ciudadanos y las de los gobernantes.
Pero como no es así : Tenemos
todas las culpas reales e imaginarias que nos hechen.
Sin saber nada de nada de leyes,
nos meten por los ojos, por las orejas. Por todos nuestros sentidos, con
agujeros o sin agujeros, la obligación de saber las millones de leyes que
promulgan cada gobierno que nos gobierna, o mal gobierna.
Si no lo hacemos o no lo hacemos
bien a su mal entender, nos caerá la maldición encima y nos darán golpes, a
base de recargos, intereses, gastos, etc., etc., hasta que los paguemos o nos
muramos en el intento.
Si nos morimos que les importa :
Ya pagarán nuestros descendientes, o si me apuras, como tienen a otros
47.000.000 de ciudadanos a los que exprimir, ya se cuidaran de subir algo más
sus impuestos, y de esta forma compensar nuestra defunción.
La pregunta del millón es la
siguiente :
Qué harán cuando hayan fallecido
los 47.000.000 de ciudadanos por el mismo procedimiento antes señalado ¿?
Creo que ya lo tienen muy bien
estudiado : Habrán nacido y crecido otros 40 o 50 millones más de ciudadanos.
Por lo que se reiniciarán las causas de defunción de los ciudadanos que por
aquel entonces sufran las mismas penalidades que estamos sufriendo ahora
nosotros. Nosotros somos los vivos actuales y ellos los vivos futuros.
No espero que se arregle nada
para los sufridos ciudadanos. Cada vez estamos más huérfanos de políticos que
piensen en nosotros. Nosotros somos los que les pagamos sus inmensos sueldos y
prebendas, todo gratis, coches, choferes, guardaespaldas y sus impuestos. Pues
casi no los pagan ellos por que se eximen la mayoría de sus ingresos, mediante
leyes por ellos mismos promulgadas.
Menos mal que no nos enteramos
casi nunca de todo este proceso. Si nos enteráramos ya habríamos fallecido de
un golpe de sangre en el cerebro, una embolia, un ataque cardiaco, etc., etc.
La cuestión es como dijo un gran
escritor de hace muchos años : Be or not to be.
Pues eso. Eso es lo que nos pasa.
No creo que alguno de nuestros
gobernantes, presentes o futuros, lo arregle. No les interesa arreglar lo que a
través de décadas ellos mismos han desarreglado.
Esperemos que le divina
naturaleza nos lo pueda arreglar.
El abuelo cabreado.
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