Vaticano: carta del Papa a irlandeses es coherente con el pasado de Ratzinger
Ese trabajo de tres décadas se resume, según el vespertino de la Santa Sede, en la exclamación que hizo durante el Vía Crucis del Viernes Santo de 2005, pocos días antes de la muerte de Juan Pablo II: "¡Cuanta inmundicia hay en la Iglesia, sobre todo entre aquellos que en sacerdocio deberían pertenecer totalmente a Cristo".
"Y es coherente como Papa", añade el diario vaticano en el editorial, de su director, Giovanni María Vian, que señala que desde el primer momento Benedicto XVI pidió a los prelados irlandeses que sacarán a la luz la verdad de lo sucedido y adoptarán todas las medidas para evitar que se produzcan casos similares en el futuro.
El Papa, agregó el diario, siempre ha buscado que los principios de justicia sean "plenamente respetados" y "sobre todo" que las víctimas y todos los afectados "sean curados de esos crímenes anómalos".
El vespertino subraya que ante la situación "grave y vergonzosa" que atraviesa la Iglesia irlandesa, el Papa ha escrito a los irlandeses una carta "que por su valentía no tiene precedentes, una documento evangélico para responder a un inaudito oscurecimiento del Evangelio".
Vian resalta en su editorial la "amargura y la severidad" del texto papal y afirma que ha sido escrito "no para esconder el mal realizado (por los sacerdotes pederastas) ante Dios y los hombres, sino sobre todo para mirar hacia adelante".
"Sobre todo para que la horrenda culpa de los abusos perpetrados sobre los menores sea reparada según la justicia y según el Evangelio", precisó Vian.
Joseph Ratzinger nada más llegar al Papado adoptó la "tolerancia cero" para los casos de pederastia, como los ocurridos primero en EEUU y Australia, que condenó con contundencia durante su visita a ambos países.
Esa "tolerancia cero" también la mostró el 19 de mayo de 2006, un año después de ser elegido Papa, cuando castigó al fundador de la poderosa congregación Legionarios de Cristo, el mexicano Marcial Maciel, por abusos sexuales durante décadas contra seminaristas y le exigió que renunciara "a todo ministerio público" de su actividad sacerdotal y llevara una vida retirada de rezos y penitencias".
La decisión de Benedicto XVI fue un duro golpe para los Legionarios, que vieron como su fundador, que gozó del afecto de Juan Pablo II, caía en desgracia.
El Papa, como ahora con los irlandeses, ordenó una inspección en la Legión de Cristo, realizada por cinco prelados, que acaba de finalizar y se está a la espera de que los prelados presenten sus informe a Benedicto XVI y que éste tome las medidas necesarias. EFE
No hay comentarios:
Publicar un comentario