lunes, 1 de marzo de 2010


Alarma empresarial ante el parón del consumo que provocará la subida del IVA
Muchas compañías no podrán repercutir el incremento del impuesto en el consumidor y tendrán que reducir sus ya deteriorados márgenes, generando más paro, alertan


Cada punto que se eleve la tasa le costará a la banca 10 millones
Un lastre para la recuperación
EDITORIAL: Subir el IVA es un camino fallido
«El camino fácil»; por Rolf Campos
Y. GÓMEZ, J. GONZÁLEZ, M. PORTILLA | MADRID
La cuenta atrás para la subida del IVA, prevista para el próximo 1 de julio, ha comenzado y el temor de los empresarios va «in crescendo» a medida que avanza el año sin que haya una recuperación clara de la actividad y del consumo que pudiera mitigar el impacto de este incremento impositivo en la segunda mitad del año.
Economistas y empresarios coinciden en que la subida del principal impuesto que grava el consumo llega en el peor momento, cuando la recuperación ni siquiera se ha iniciado, lo que hace temer a los empresarios que no puedan repercutir al consumidor la subida y que tengan que absorber ellos mismos el incremento del tributo. Eso se traduciría en una merma de los ya reducidos márgenes empresariales y probablemente en más destrucción de empleo.
Y el efecto no es mucho mejor si los comerciantes finalmente se ven obligados a repercutir la subida en los precios, lo que afectaría directamente a los consumidores, ya que se puede producir un parón de la todavía débil demanda.
De hecho, la primera en dar la voz de alarma ha sido la Comisión Europea, que en sus previsiones para España advierte que la incipiente recuperación que comenzará a producirse en el segundo trimestre se verá truncada a partir de julio por la subida del IVA. De hecho, España continuará la recesión en solitario -la única entre las grandes de la UE- durante el año 2010, según las estimaciones de Bruselas.
Los cálculos del Gobierno
Pese a las advertencias y las críticas que la subida de impuestos ha provocado, tanto por parte de los empresarios, como de los sindicatos y los principales grupos de la oposición, el Gobierno insiste en que seguirá adelante con la subida del IVA porque es necesario para reducir el desbocado déficit público. De hecho, el Gobierno prevé obtener más de 5.000 millones de recaudación extra este año con este incremento impositivo y 6.500 a partir del próximo.
Trampas en el solitario
El Gobierno se ha hecho trampas en el solitario y la mayoría de los expertos coinciden en que le han fallado los cálculos. Hacienda eligió julio, en lugar de en enero, para aplicar la subida del IVA porque pensaba que en ese momento la reactivación ya podría tener cierto impulso. Además, el adelanto de las compras también contribuiría a adelantar la recuperación.
Pero la realidad dista de lo que el Ejecutivo preveía. La economía española sigue estancada y aunque el anticipo de algunas compras importantes, como la de vehículos, puede producir un ligero repunte de la actividad, será ficticio, y en la segunda parte del año se agravará la recesión, alertan.
Pese a todo, el Gobierno insiste en mantener la medida.Esta misma semana, la vicepresidenta económica, Elena Salgado, ha insistido en que no retirará la subida del IVA -dos puntos para el tipo general, que pasará del 16% al 18%, y un punto para el reducido, que subirá al 8%-. El Partido Popular, muy crítico con el incremento, ha exigido al Ejecutivo su retirada como medida previa para cualquier pacto económico. Álvaro Nadal, secretario de Economía y Empleo del PP, advierte que esta subida va a profundizar la crisis porque lleva aparejada una recaída garantizada del consumo.
Bajar cotizaciones
También otras organizaciones que antes de la crisis abogaban por subir el IVA, como la CEOE, el Instituto de la Empresa Familiar, o el Instituto de Estudios Económicos, se muestran ahora contrarias.
Argumentan que ahora es el peor momento y que además, sus propuestas consistían en bajar las cotizaciones sociales a las empresas para fomentar la creación de empleo y compensar esta caída de la recaudación con la subida del IVA. Pero si sólo se sube el IVA sin tocar otros tributos, su impacto -aseguran- será muy negativo para la economía.
Pequeñas empresas
Por su parte, el presidente de Cepyme, Jesús Bárcenas, declaró a este periódico que el incremento del IVA «es contraproducente para el consumo, en particular, y para los ciudadanos, en general, en un momento en el que tenemos que reactivar la confianza».
Asimismo, teme que la medida pueda aumentar más la elevada economía sumergida en nuestro país -fundamentalmente el fraude fiscal de las facturas sin IVA-, al favorecer que la gente «opte por el camino más fácil».

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