De cada diez empleados públicos que fallezcan o se jubilen en las administraciones central, o autonómica y municipal sólo será sustituido uno hasta que el número total se reduzca a 700.000.
En los primeros tres años en número de empresas públicas, endeudadas hasta las pestañas, quedarán reducidos en la administración central, autonómica y municipal a un total de 100 frente a las 4.000 en las que se despilfarra el dinero de todos. El número de asesores de los presidentes, alcaldes y altos cargos se dividiran al menos por veinte. El presidente del gobierno sólo podrá disponer de doce asesores, en lugar de los varios centenares que tiene enchufados.
Los partidos politicos no podrá recibir directa o indirectamente subvenciones públicas. Se financiaran exclusivamente con las cuotas de sus afiliados y la adenda, como se ha hecho con la Iglesia Católica, del 0,7% que cada ciudadano de forma voluntaria especifique en el casillero correspondente a su declaración de la renta.
Los sindicatos no podran recibir ni directa o indirectamente subvenciones de ningun tipo de las tres administraciones. Se financiaran a traves de las cuotos de sus afiliados y del 0,7 de loa ciudadanos. Ninguna empresa pública o privada podrá pagar las cuotas de la afiliación sindical de sus afiliados o trabajadores. El número total de los liberados se disminuirá a la mitad, en un primer envite.
En 1977 pagabamos en España a 700.000 funcionarios. Ahora a 3.175.900. El los últimos años el sector privado ha perdido 1.657.500 empleos. El sector público ha engordado en 244.000 empleos. Se ha multiplicado la burocracia. Donde hace treinta años se resolvia un asunto con un tramite, hoy, se precisan tres o cuatro . El 42 por ciento de los empleados públicos, han sido nombrados a dedo.
Según estimaciones no desmentidas, alrededor del 90% de los gastos de los partidos politicos y de los sindicatos se sufragan con dinero público, maná que reciben de forma directa o indirecta a través de las mas pintorescas camelancias.
Zapatero, Rajoy, mendez y toxo son los máximos responsables, no los únicos del escandalo que tiene asqueada a la opinión pública.
Estracto de un comentario de luis maria anson.
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