lunes, 5 de abril de 2010

Troncos de árbol y agua sucia permitieron sobrevivir a los mineros
Por Marianne Barriaux (AFP) – hace 5 horas

XIANGNING, China — Troncos de árbol y agua sucia permitieron sobrevivir a muchos de los 115 hombres rescatados este lunes después de haber pasado ocho días en el fondo de una mina china.

Socorristas y autoridades locales lloraron de alegría cuando los mineros fueron sacados uno a uno a la superficie, ocho días después de la catástrofe ocurrida en la mina en construcción de Wanjialing, que se inundó repentinamente, en la cuenca minera de la provincia de Shanxi.

"Fue un milagro. Estaba conmovido y lloré. Todo el mundo lloraba, las autoridades oficiales también lloraban", declaró a AFP uno de los socorristas, Liu, de 50 años de edad.

"Muchos de ellos están en buen estado. Algunos tenían todavía fuerzas para estrecharnos la mano", dijo Liu, al cabo de un día en el que pudieron ser salvados 115 de los 153 mineros atrapados en el fondo del pozo.

El jefe de los socorristas, Chen Yongsheng, da los detalles de la increíble aventura de esos hombres, cuando las esperanzas parecían perdidas y que la catástrofe parecía llamada a convertirse en la peor sufrida en dos años por la industria minera china.

"Los hombres fueron astutos", dijo Chen a la agencia semioficial China News Service (CNS). Para economizar las lámparas "se agruparon y las hicieron funcionar alternativamente, a fin de que los socorristas pudieran localizarlos".

"Los atrapados contaron a los socorristas que habían comido corteza de los troncos de pino utilizados para sostener la galería, y que bebieron el agua (infiltrada). Así pudieron resistir", contó.

Un médico citado por el Shanghai Evening Post relató que un minero le explicó que se había atado con su cinturón durante tres noches seguidas para no ahogarse al quedarse dormido. Después, se subió a un carro de galería que flotaba y pudo alcanzar un lugar seco.

En el hospital Shanxi Aluminium Plant, al que fueron llevados decenas de los mineros rescatados, Liu Qiang, que dirige el equipo médico, explicó que muchos hombres están sumamente débiles y tienen problemas de presión arterial, pero que en su mayoría pudieron ya empezar a comer una papilla de arroz.

Para el centenar de socorristas que siguen en la mina, la urgencia es ahora salvar a los 38 hombres que siguen en el fondo del pozo, inundado el 28 de marzo.

"Todavía hay esperanzas, porque quedan lugares no cubiertos por el agua, pero no estamos seguros de que sigan vivos", dijo el socorrista Liu, agregando que la acumulación de gas en una parte del pozo plantea un nuevo riesgo.

"La situación abajo es muy difícil", afirma otro socorrista, Lin Yonghong, de 28 años, con el rostro aún ennegrecido. "El principal riesgo son los gases tóxicos", señaló.

Liu Huawei, otro socorrista, se prepara a volver a la mina con la cara todavía cubierta de hollín.

"Cuando bajamos, vimos lámparas de cascos" de minero. "Estábamos locos de alegría y emocionados", agregó antes de volver al pozo, mientras los equipos de enfermeras se mantienen listos para intervenir.

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