martes, 20 de abril de 2010

MAS SOBRE EL PATRIMONIO DE JOSE BONO!!


Bono y su familia también tienen viviendas en Estepona por un valor cercano al millón de euros

Continúa el goteo de inmuebles pomposos en poder de José Bono o de sociedades controladas por éste y su familia. Ahora —según La Gaceta— aparecen dos apartamentos contiguos, adquiridos en 2006, que suman un total de 267 m2, situados en la urbanización “Las Náyades”, en Estepona y cuyo precio de venta asciende a 854.000 €.
Los apartamentos parecen tener todo cuanto el esnobismo más exquisito puede ambicionar: mármol travertino en los baños, hilo musical en las habitaciones, una piscina cubierta que, como quintaesencia de lo kitsch, emula poco menos que a la Domus Aurea de Nerón, un lago artificial como el del Pocero, etc. etc.

Parece, en definitiva, que ya se ha vuelto un hábito en Bono ir adquiriendo bienes raíces a golpes de millón, pero más habitual aún está resultando que esas adquisiciones se negocien con magnates de la construcción con los que el presidente del Congreso, y antes de Castilla-La Mancha, mantiene una amistad muy notoria: Rafael Santamaría o Aurelio González Villarejo, de momento... porque curiosamente, todavía no ha aparecido en este embrollo Domingo Díaz de Mera...

Otra vez más, resulta que el promotor del complejo residencial de Estepona es un viejo conocido: Rafael Santamaría Trigo, presidente de Reyal Urbis, el mismo que, con menos ruido que el Pocero, pero no con menos ímpetu, se lanzó a construir una ciudad de 9.500 viviendas en Valdeluz (Guadalajara) al amparo de un trazado ad hoc de la línea del AVE, coincidiendo en el tiempo con el despegue económico de la familia Bono, es decir, con el punto álgido de la burbuja inmobiliaria.

Mal asunto este, porque si hay un lugar en el que los pies de Bono deambulen sobre el filo de amenazantes navajas barberas, ese es Estepona.

El viernes 18 de mayo de 2007 —poco después de escriturar los dos apartamentos de la urbanización “Las Náyades”— Bono participó en uno de los mítines de la campaña electoral de su íntimo amigo Antonio Barrientos, entonces alcalde de esa localidad, y ahí Bono dijo de él cosas como estas:

“El bienestar de los vecinos vale más que el PSOE. Tú (por Barrientos) No has sido cónsul del Gobierno andaluz en Estepona, sino el representante del municipio en el Gobierno andaluz. Eres rebelde con causa”.

Además, Bono siguió destacando la “honradez, honestidad y los bolsillos de cristal” de Barrientos: “Antonio (dijo) es un valor seguro que honra el carnet del PSOE”; “es un buen alcalde que defiende a quienes menos tienen”.

Momentos antes, el ex alcalde de la localidad Antonio Caba había terminado su intervención diciendo que “Estepona está como nunca, porque la senda del progreso no se trunca”.

No habían transcurrido muchos meses, cuando el 18 de junio de 2008, el alabado Antonio Barrientos salía preso del ayuntamiento de Estepona, camino de los sótanos del Juzgado. Desde entonces, la metáfora que tan feliz le parecía a Bono, la de los “bolsillos de cristal”, ha caído en desuso.

Pero, atentos todos al constructor y al promotor de la urbanización “Las Náyades”. Guardan sorpresas.

1 comentario:

Rafael del Barco Carreras dijo...

JOSÉ BONO Y URBIS VS. CAJA SUR O LA REBAJA DEL SUELDO A LOS FUNCIONARIOS.

Rafael del Barco Carreras

24-05-10. Si a diario se añade un nombre a la Gran Corrupción, no es menos cierto que nada hay nuevo bajo el sol. Las fórmulas son las de siempre. Cuando aun no ha terminado el juicio del Caso Hacienda de Barcelona, donde se acusa a Núñez y Navarro de abaratar unos pisos a favor de inspectores de Hacienda, nos salta que Reyal-Urbis hace lo propio con el presidente del Congreso. Urbis una de las inmobiliarias clave en “Barcelona, 30 años de corrupción” y por lo tanto en este juicio. A resaltar que los Núñez son una empresa privada productiva, y Urbis ha servido de siempre para que roben políticos y financieros.

Un comentarista añade a mi escrito de ayer sobre el citado en el juicio, Antonio de la Rosa Vázquez, y su hijo, el acusado Javier de la Rosa;

“sin duda nuestra gran
preocupación es tener un país limpio, algo difícil ya que a lo
largo de la historia siempre están
ahí”,

y no es que “estén ahí”, lo abarcan todo y prácticamente han arruinado el País.

Lo de Bono no deja de ser una más de las anécdotas que si me dejan huella (y al parecer no extrañan ni ofenden demasiado a la sociedad en general) es porque a mi por mucho menos ¡muchísimo menos! tras tres años de cárcel me condenan por encubrir a Antonio de la Rosa, pura corrupción la condena y cárcel. Pero existen tantos “bonos”, de derecha e izquierda, que alguien con mi propósito, es decir, entender mi propia vida y circunstancias, me desbordarían, y a decir verdad solo involucro a mis escritos aquellos nombres que remueven, si no ya la conciencia pública, si la mediática de unos atacando y otros desmintiendo o “encubriendo”. Fórmula ésta, la de las acusaciones cruzadas, que permite tejer un tapiz bastante completo de lo que sucedió o sucede.

Y sin relación aparente, aunque mucha a mi entender, se interviene Caja Sur. Otro nombre, Castillejo, un cura. De entrada se me ocurre que esa intervención, sumada a otras cajas y caixas, en lo que se ha llamado “intervenciones virtuales”, dejan sin sentido las cifras del famoso decreto en que se rebaja el sueldo de los funcionarios. Por de pronto, se dice, en Caja Sur 500 millones de euros, que serán el doble, triple o más. La Caixa de Cataluña de Narcís Serra, con cifras antes de la fusión de 60.000 millones de euros de “activos” y en práctica “intervención virtual”, necesita y necesitará tras la fusión más que los 15.000 millones de ahorro de las medidas anticrisis de Zapatero.

Algún creyente del Sistema me contestará que no tiene nada que ver la rebaja del déficit público con las regulaciones e intervenciones en el Sistema Financiero. Un empacho jurídico o de simples cursillos de economía conducen a esa conclusión. Pero en nuestro País, todo concluye en una “caja única”, Banco de España, y el Sistema Financiero no solo ha desestabilizado los ya imposibles Presupuestos Generales del Estado (o viceversa), sino amenaza acabar con ese “estado del bienestar” tan discurseado.