La Guardia Civil detiene a una menor por la muerte de una niña en Seseña
La fallecida, de 13 años, fue hallada en una fosa de una antigua fábrica
F. J. BARROSO / P. ÁLVAREZ - Madrid / Seseña - 04/04/2010
Trágico final para Cristina Martín de la Sierra Motilla, una niña de 13 años que desapareció de su domicilio en Seseña (Toledo) el pasado martes. Una pareja de la Guardia Civil halló ayer su cadáver entre los escombros de una antigua fábrica de yesos derruida en las cercanías del municipio. Los agentes del instituto armado detuvieron a una menor, amiga de la víctima y compañera de instituto, como supuesta autora de la muerte.
"No se hubiera ido con cualquiera"
El padre de Cristina y el hermano de Cristina, en la rueda de prensa que han ofrecido en el Ayuntamiento de Seseña tras la confirmación de que el cadáver hallado es el de la niña.- SAMUEL SÁNCHEZ
Los padres de la joven fallecida, residentes en Seseña desde hace 14 años, denunciaron su desaparición el pasado martes ante la Guardia Civil y la Policía Local. Cuando la vieron por última vez, tras haber dado un paseo con su madre, vestía una chaqueta blanca, unos pantalones de pana marrón claro y unas botas. El progenitor aseguró que la menor no tenía ningún motivo para querer marcharse de casa. Los investigadores de la Policía Judicial rastrearon el ordenador de la menor y no hallaron nada que les hiciera sospechar.
Un portavoz de la Guardia Civil explicó que, justo en el momento en que fue identificado el cadáver, fue arrestada una persona en relación con el caso. Se trata de una menor, de 14 años, que estuvo declarando durante varias horas en el cuartel de la Guardia Civil. Según su versión, mantuvo una discusión con Cristina y, en un momento dado, la empujó al suelo. La niña se golpeó y murió en el acto de forma accidental. Los responsables de la investigación comprueban si Cristina murió de forma fortuita, como afirma la detenida. Este extremo debe ser confirmado por la autopsia, que se le hará hoy en Toledo.
La niña fue hallada muerta hacia las 12.30, cuando dos agentes de Seguridad Ciudadana comprobaban los alrededores del casco urbano de Seseña. Al llegar a las ruinas de la antigua fábrica de yeso y de una cantera, vieron el cadáver de una niña, cuya descripción coincidía con Cristina. El lugar está en una finca a la que acuden a jugar los niños porque es una zona escarpada y con muchos recovecos, según explicó el alcalde de Seseña, Manuel Fuentes Revuelta (IU).
El difícil acceso a la zona obligó a que el cadáver lo rescatase el Grupo Especial de Intervención en Montaña (Greim). El cuerpo, que estaba a unos 3,5 metros de profundidad en una fosa con forma de embudo invertido, presentaba signos externos de violencia. Fue extraído sobre las 18.15. En ese momento, la Guardia Civil confirmó que se trataba de la niña desaparecida. El cuerpo fue trasladado al Instituto Anatómico Forense, en Toledo. Decenas de vecinos se acercaron a la zona del hallazgo, pese al frío que hacía en la zona y que estuvo lloviendo con intensidad toda la tarde. La titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Illescas, que estaba de guardia, decretó el secreto del sumario.
Los padres esperaron en su domicilio, en la calle de la Vega, la confirmación de que la niña encontrada muerta era su hija. Durante todo el día recibieron visitas de familiares y amigos. El alcalde destacó que estaban "destrozados" y que la noticia era "un golpe muy duro" para una localidad tranquila como es ésta, de unos 18.000 habitantes. Las banderas del Ayuntamiento ondearon a media asta en señal de duelo.
Desde la desaparición de la joven, la Guardia Civil de Toledo, ayudada por la Unidad Central Operativa (UCO), había tomado declaración a los familiares y conocidos de Cristina. Por eso, la detención de la joven de 14 años fue tan rápida.
El padre se presentó junto con su segundo hijo, Miguel Ángel, en la conferencia de prensa del alcalde y agradeció de forma muy especial el trabajo de la Guardia Civil. Mantuvo en todo momento que su hija no murió el mismo día de la desaparición: "Mi hija no lleva más de ocho horas en ese sitio. Yo he pasado tres veces por esa zona, y por el arroyo, y no he visto nada". Aseguró que dio la noticia a su hija pequeña de una forma especial. "Le he dicho: 'Dios ha llamado a tu hermana y ya no la volverás a ver más". También le he dicho que lo bueno es que el ordenador ya será para ella". Esta hija tenía previsto celebrar su primera comunión el 1 de mayo. "Ya veremos si se celebra", dijo el padre, que mostró la foto y el carné de identidad de su hija.
"No se hubiera ido con cualquiera"
Su foto estaba a ambos lados de la puerta del supermercado situado frente a su casa. Cristina Martín sonríe en la imagen fotocopiada, con el pelo suelto y unos pendientes largos y una convocatoria para buscarla. Ayer, a las tres de la tarde, todo el pueblo estaba convocado a una batida por el parque de la Chopera, por la vieja fábrica de yesos, por los montes. Su cuerpo fue hallado pocas horas antes, a las 12.30.
Frente al cartel de la niña sonriente, en el portal del número 38 de la calle de la Vega, su hermano controlaba la verja para que no pasasen periodistas a la casa familiar, con un goteo constante de visitas y una ambulancia enviada por el Ayuntamiento para atender a los allegados.
Cristina Martín era la tercera de cuatro hermanos, dos chicos y dos chicas. Su padre, Francisco, trabaja en el Ayuntamiento. La familia planeaba ir de vacaciones al pueblo de la madre, Pilar, en Calzada de Calatrava (Ciudad Real).
Cristina repetía curso en el instituto Margarita Salas y había suspendido varias asignaturas. Era subdelegada de curso en 1º C de la ESO. "Era una chica muy viva, muy valiente", decía Ricardo Larrio, padre de otro estudiante del mismo curso.
Todos sus compañeros han participado en la búsqueda desde que la madre alertó a la Guardia Civil y a las familias de los amigos de Cristina en la tarde del pasado martes. Algunos de los que esperaban ayer al otro lado del cordón policial se enteraron de la desaparición por la red Tuenti, en Internet. Un chico asegura: "Tenía mucho genio, mucho carácter. No se hubiera ido con cualquiera". Alejandro y José, también conocidos de Cristina, la describen como "una niña muy dicharachera".
mamapi dice: Mi mas sentido pesame a la familia y amigos de Cristina y esperar que la ley se cumpla. Con 14 años ya se es mayor de edad y se sabe muy bien lo que esta bien y lo que esta mal...
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