Estamos otra vez en tiempo de elecciones. Aderezadas con una huelga general convocada por los sindicatos subvencionados .
Si realmente fuéramos una nación seria no sería procedente ambas formas de entender una democracia. Unos dejarían que los otros se pronunciaran y luego actuarían en consecuencia. Pero España no es así de demócrata aun, después de más de treinta años aun es una dictadura, una republica sin republica, una noción de estudio para los estudiantes, una prueba de que queremos ser demócratas y muchos se empeñan en que no lo seamos, etc., etc.
Yo propondría que las elecciones o bien fueran cada treinta años ( así nos ahorraríamos muchos millones de euros) o bien fuera una un democracia continua : Que cada decisión del gobierno nos fuera consultada a los ciudadanos y pudiéramos emitir nuestro voto positivo o nuestro voto negativo, en cuya caso no de pondría en marcha la parida gubernamental que nos propusieran.
Pero entonces de que vivirían los políticos que nos llevan a través del tiempo con sus consejos y sus actuaciones, más o menos nulas ¿?
La humanidad no ha conseguido tener una estabilidad entre la gobernación de sus respectivos países y la debida conciencia de que todos somos iguales, seres humanos nacidos de mujer y engendrados por hombres.
Si los seres humanos consiguieran entender que nuestro mundo será lo que nosotros tengamos a bien hacer o no será .Si no creemos en nuestra propia existencia, nuestros sistemas de convivencia, de gobierno, de relación entre nosotros serian mucho más eficientes y menos dañinos para con nosotros mismos
Volviendo al tema principal de estas cuestiones, si los seres humanos entendiéramos que debemos de ser más condescendientes con nosotros mismos y con nuestros semejantes, otra cosa sería nuestra habitual convivencia.
Pero claro, esta es una quimera, una utopía, un imposible, pues todos nosotros ( unos más y otros menos) nos empeñamos en meter cizaña, en causar daño a quien no es de nuestro parecer, y concretamente en la política, se debe de hundir al adversario para conseguir gobernar, mandar, dirigir un país, y tener todos los resortes de una nación, pera conseguir las metas que cada uno se propone.
Es por ello que siempre he pensado que si todos los políticos (tanto de una formación o partido, como los de los demás formaciones o partidos), desean el bien común de todos los ciudadanos que habitan en un momento determinado en un país : Porque unos y otros se empeñan en hacernos la vida imposible y destrozan nuestra convivencia con sus ataques y sus incongruencias ¿?
Cuando se acercan elecciones, sean generales, sean autonómicas, sean de administración local, nos llenan nuestra cabeza con sus ataques a todo lo conocido y por conocer ¿?
Si alguien ama a su país no puede ser tan mezquino que solo desee lo mejor para los suyos y desee lo peor para los que no sean sus votantes.
El tema debería ser de otro sentido : Tener una mejor actividad en el gobiernos para conseguir la felicidad de los habitantes, sean del bando o partido que sean.
No debería de ser legal que cuando un gobierno esté gobernando no haga lo mejor para el conjunto de sus gobernados. Le hayan o no votado.
La responsabilidad de un gobierno debería de estar acotada a que consiga hacer más felices a a sus gobernados. En caso contrario debería sentir el peso de la Ley y ser juzgado por “Lesa Humanidad”, pasando a sufrir la pena que se le imputara por los hechos delictivos a que hubiera dado lugar en sus actuaciones.
Cuando un país necesita que un gobernante reconduzca sus actuaciones, los ciudadanos deberían de tener la voz y el voto suficiente para desbancarle de su puesto, ya que se le consideraría indigno de seguir ejerciendo sus funciones de gobernante.
Pero claro. Esto no es lo que les interesa a los políticos profesionales que existen hoy y siempre han existido en la antigüedad.
Si un país necesita que sus dirigentes sean un modelo de eficacia, de austeridad, de valor intrínsico para poder gobernar. Porqué no existe ninguna disposición legal para hacerlo bien : Hay una explicación muy concreta : Los que deberían de hacer estas disposiciones no están interesados en implantarlas, pues irían en contra suya. De esta forma se eternizan en sus cargos, sus prebendas, sus ansias de poder mandar sobre todos nosotros cuanto más tiempo mejor para ellos.
Nuestra democracia debería haber superado estos temas, después de llevar ya más de 35 años con la democracia surgido a la Constitución de 1.978.
Pero al paso que vamos nuestros nietos celebraran los doscientos años dentro de otros 165 años de esta Constitución y se les llenará la boca delo que habría podido ser y no fue. Igual que la Constitución que ahora celebramos de los 200 años de su promulgación y que nos queda pequeña pues no tuvo mucho recorrido legal.
La letra de cualquier Constitución, de cualquier Ley, sea ordinaria u Orgánica, de cualquier disposición de un gobierno, no es nada si los ciudadanos no se la toman en serio.
De que sirven las normas que dictan un gobierno, las comunidades autónomas, los entes locales, etc., etc. si nadie les hace caso ¿?
Porqué cuando se acercan elecciones de cualquier índole todos los partidos políticos nos inundan de consignas partidistas en lugar de decirnos lo que ellos han hecho y harán , en el caso de ganar las elecciones, para que tengamos un país próspero y con un futuro mejor de forma clara y contundente ¿?.
Es posible que los ciudadanos de a pié les podamos entender y votaremos la mejor opción. Pero si se empeñan en darnos una visión surrealista de nuestro pasado, nuestro presente y de nuestro futuro, la única opción posible es pasar de asistir al teatro que nos presentan en cada elección : Ningún ciudadano serio y congruente participará en la pantomima y dejaran de votarles.
No quiero decir con esto que les dejemos de votar. Solo expreso un sentimiento muy interiorizado en todos nosotros y es que no vale la pena votarles para que luego se junten en coaliciones y nos den gato por liebre. Una coalición debe de ser propagada entes de que votemos y no después de que votemos. Solo de esta forma estaremos seguros de que si votamos a un partido no se pondrán a gobernar a los que no hemos votado pero que al juntarse acceden a cotas de poder que el votante no quería que consiguieran.
Cuando todos los ciudadanos de un país se sienten engañados por sus representantes políticos, votados en las urnas y gobernando con poca eficacia, deberíamos de tener una segunda oportunidad y poder votar a otros más eficientes.
Si algún día se resuelve este laberinto de leyes constitucionales, encontraremos quizás la felicidad soñada. Pero mientras tanto, debemos de apechugar con lo que tenemos. Por esto es tan importante votar, como no votar, si no tenemos claro de quienes llevarán nuestros destinos en el nuevo periodo electoral y si creemos que harán todo lo imposible para satisfacer nuestras necesidades de hoy, de mañana y de futuro.
No quiero extenderme. Creo haber dado las claves para que todos nosotros seamos consecuentes. Tengamos presente de que lo que hagamos nosotros, nuestros contemporáneos y todos los que existimos en un momento dado, serán de una importancia vital para nuestros hijos, nietos y seguramente para toda nuestra descendencia futura.
El Abuelo cabreado
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