martes, 31 de agosto de 2010

MELILLA YA NO ES ESPAÑA!!!!



El derribo de Melilla
08:09 (31-08-2010)

Melilla ya no es España. Literalmente. Y no en pintadas callejeras, sino en documentos oficiales de Rabat, en los que la ciudad autónoma ya no figura como territorio español.


Como revela hoy LA GACETA, las autoridades alauíes han expedido pasaportes de marroquíes nacidos en esa ciudad en los que ya no pone “Melilla-España”, sino “Melilla” a secas. Y lo peor de todo es que ha sido con la pasividad del Gobierno español. La fachada de la “diplomacia sensata e inteligente” de Zapatero esconde la vergonzante realidad: la claudicación del Gobierno ante Mohamed VI.

Por eso, los “desleales” del PP son los que mejor han definido el papel del Gobierno ante la ofensiva alauí: “puro teatro”. Una semana después del cierre en falso de la crisis de Melilla, 14 activistas españoles fueron golpeados y llevados a Comisaría por manifestarse en El Aaiún por la independencia del Sáhara; lo cual es grave, aunque previsible en un régimen autocrático y con una Gestapo por Policía. Pero más grave aún es que Rabat proceda a echar a España de Melilla, por el sencillo procedimiento de expedir pasaportes donde junto al nombre de la ciudad autónoma ya no aparece el país al que pertenece. La ofensiva comenzó hace meses, cuando las autoridades alauíes expidieron pasaportes a los marroquíes naturales de la ciudad autónoma, en los que ponía “lugar de nacimiento: Melilla-Marruecos”. Enterado el secretario de Estado de Seguridad, el Gobierno logró que Rabat eliminara de los pasaportes la mención a Marruecos, pero no incluyó España y quedó simplemente “Melilla” sin mención a país alguno. Una forma de dejar a la ciudad en una suerte de limbo administrativo.

Lo escandaloso no es tanto la actitud de Marruecos, porque se trata de una dictadura semifeudal y porque, al fin y al cabo, es coherente con su injusta reivindicación de Ceuta y Melilla, ciudades que el premier El Fassi calificó este mismo año de “plazas ocupadas”. Lo auténticamente escandaloso es el papelón del Gobierno español, que renuncia a defender la Constitución, y a luchar por la españolidad de las dos ciudades. Como cuenta LA GACETA, los mandos policiales han pedido a los agentes de la frontera que sean “benévolos” con los pasaportes irregulares.
Si el Gobierno Zapatero no emite una queja formal y Rabat no retira esos pasaportes, habrá ciudadanos marroquíes que se pasearán por la UE con documentos en los que, en el mejor de los casos, Melilla ya no es España. Será una victoria más de Rabat, por la vía de los hechos consumados. Tristemente, lleva las de ganar. Sobre todo con un Gobierno que quita hierro a los incidentes de la frontera melillense, llama “diplomacia sensata” a la claudicación y reacciona con 24 horas de retraso ante las brutales agresiones a los 14 activistas en El Aaiún. Un Gobierno que proporciona armas al enemigo con lapsus tan reveladores como el de Alonso al incluir a Melilla en Marruecos. ¿Qué pensará Mohamed VI de un Ejecutivo que ni siquiera tiene claro algo tan elemental desde hace cinco siglos como la españolidad de esa ciudad?

Marruecos quita España de Melilla, pero Zapatero la abandona a su suerte, que es mucho peor. Si el nuestro fuera un Ejecutivo como Dios manda, exigiría a Marruecos que incluya a España en los pasaportes. Mucho nos tememos que no lo hará, a fin de no molestar al sultán. ¿Cómo esperar que dé un puñetazo en la mesa cuando afirma que la relación entre ambos países es “la mejor de la Historia”? La frase no es de Gila, sino de María Teresa Fernández de la Vega.

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