viernes, 20 de agosto de 2010


España ya no es atractiva para los trabajadores extranjeros
El número de ocupados inmigrantes se estanca en julio, frente al aumento de 62.000 personas en la afiliación total
Y. G. / madrid
Día 20/08/2010 - 06.01h

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Temporeros inmigrantes en la recogida de fresas
España está dejando de ser un reclamo para los trabajadores extranjeros. De hecho, en 2009, la crisis provocó la salida de más de 90.000 inmigrantes de nuestro territorio, según un reciente informe elaborado por Adecco, en colaboración con el IESE. Y es que la destrucción de empleo ha afectado con dureza a los inmigrantes. Desde julio de 2008 a enero de este año, el número de ocupados extranjeros cayó en casi 350.000. De los 2.151.000 afiliados que había en verano de hace dos años se pasó a poco más de 1.806.000 en el inicio de este ejercicio 2010.
Desde ese momento se ha producido un repunte continuo en el número de afiliados extranjeros, que ascienden ya a 1,9 millones, con un crecimiento de 100.000 en cinco meses. No obstante los datos del mes de julio reflejan un estancamiento en esta tendencia, pese a coincidir con el apogeo de la campaña veraniega. La afiliación media de extranjeros se situó en julio en 1.900.157, lo que supone un mínimo incremento del 0,02% en comparación con los datos de junio.
Los datos hechos públicos ayer por el Ministerio de Trabajo demuestran que es el sector agrícola el que refleja una mayor caída del número de inmigrantes. Se perdieron más de 21.000 en un solo mes. También se redujo el número de ocupados foráneos entre los empleados del hogar y mínimamente en el régimen del carbón. Por el contrario, al igual que en las cifras totales, los afiliados al régimen general fueron los que tuvieron un mejor comportamiento con un aumento de más de 22.000 cotizantes. También creció, aunque ligeramente, el número de autónomos.
El estancamiento de la afiliación entre trabajadores extranjeros, contrasta con la mejoría total en el número de cotizantes del sistema, que creció en julio en algo más de 62.000. Algunos expertos interpretan este comportamiento dispar en el hecho de que los españoles, que en época de bonanza se negaban a realizar determinados trabajos, que pasaron a ser hechos por extranjeros, vuelven ahora a aceptarlos. Este podría ser el caso, por ejemplo de la tradicional vendimia u otras tareas del campo.
Se acaba la prestación
Según Florentino Felgueroso, doctor en Economía e investigador asociado de Fedea, aunque todavía no hay datos suficientes para hacer esta afirmación, sí que existen factores para actuar a favor y en contra de esta evolución. Entre los factores a favor, Felgueroso destaca que a muchos nacionales se les está acaban el período de prestación por desempleo, siendo hora de aceptar empleos que no han tomado hasta entonces. Sin embargo, entre los factores en contra están que los extranjeros tienen una mayor propensión a aceptar puestos de trabajo irregulares, no contabilizados en los datos de afiliación. En estos momentos de la crisis, probablemente de transición en el ciclo económico, este tipo de empleos pueden tener un mayor peso, una forma de reajustar costes salariales evadiendo cotizaciones e incumpliendo salarios de convenio.
Y es que, pese a a la salida de inmigrantes que se ha producido con la crisis, España sigue siendo el Estado europeo con una mayor proporción de inmigrantes sobre la población activa, un 15,8%, aproximadamente, es decir, uno de cada seis. La media en la UE es menos de la mitad, el 7,2%, según el citado estudio de Adecco.
En total, a finales del año pasado la UE-27 albergaba a 17 millones de inmigrantes que trabajaban o buscaban empleo y de ellos casi la mitad, se encontraban repartidos entre Alemania y España. Así, Alemania, con 3,9 millones de extranjeros activos es el país que alberga mayor número. Le sigue España con 3,6 millones. Sin embargo, si consideramos qué proporción del total de personas económicamente activas suponen los inmigrantes en cada país, España se coloca a la cabeza con el 15,8% y Alemania pasa a la cuarta posición con apenas el 9%. Además, en España la población activa de extranjeros cayó un 1,2%, frente al 0,3% de la nacional.
Rumanos y marroquíes
Por países de procedencia, en julio disminuyó en algo más de 6.000 el número de ocupados marroquíes, y en 4.000 los rumanos, países que, por otro lado, son los principales emisores de inmigrantes hacia España.
Según las últimas cifras del Ministerio de Trabajo, dentro de los países no comunitarios, el colectivo más numeroso era es de nacionalidad marroquí, 225.036 y 177.340 de nacionalidad ecuatoriana. Colombia, con 118.471 trabajadores, se sitúa como tercer país de procedencia de afiliados, por delante de China, que cuenta con 81.764 cotizantes. El resto de afiliados no comunitarios se repartieron entre Bolivia (80.952) y Perú (72.708), entre otros.
Por su parte, de los que proceden de la UE-27, rumanos, italianos y búlgaros son los más numerosos, con 286.294, 67.003 y 54.264 cotizantes, respectivamente. Les siguieron portugueses y británicos, con 54.144 y 52.495, y algo más lejos, los alemanes, con 42.077 afiliados.
Por autonomías, Cataluña y Madrid concentraron cuatro de cada diez extranjeros afiliados a la Seguridad Social en julio, al sumar entre ambas el 43,9% del total de inmigrantes ocupados. En concreto, Cataluña contaba con 434.177 extranjeros cotizantes, mientras que en Madrid la cifra era de 401. 023. Tras estas dos regiones se situaron Andalucía, con 215.167 afiliados extranjeros y la Comunidad Valenciana, con 200.828 ocupados

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