Tenemos prácticamente 6 millones
de parados. O más. Algún día lo sabremos de cierto. Hoy aún se esconde con
varias formas de maquillaje iniciada hace ya algunos años.
Espero que pronto sepamos cuantos
parados realmente hay en nuestro país.
Pero lo que es más terrorífico es
que más del 50% de parados son jóvenes de menos de 30 años.
Es una vergüenza nacional y los
políticos tan tranquilos.
No deberíamos ponernos todos a
pensar de que forma se puede reducir el escandaloso número de parados y el
escandaloso hecho de que más de la mitad sean jóvenes con ganas de trabajar
pero que no tienen salida laboral posible.
Cada día nos informan de que una
cantidad de jóvenes están saliendo de España para irse a trabajar al extranjero.
Como en los años 60 del siglo pasado, pero con la gran diferencia de que los
jóvenes que ahora se van son los mejor preparados y salen a ocuparse de
trabajos que precisan tecnología y preparación. No como aquellos de antes que
iban de trabajadores sin cualificación alguna para labores de menor importancia
laboral.
Lo digo con conocimiento de
causa. Conozco a varios de ellos.
Y digo yo : No sería mejor que
todos los jóvenes se quedaran en el país dándoles el trabajo en las distintas
facetas de nuestro entorno industrial, bancario, comercial, docente, político,
agrario, turístico, etc., etc.
Para ello deberíamos hacer una
regeneración de nuestras plantillas en las empresas, en las escuelas y
universidades, en nuestro entorno agrario o de pesca, en nuestros partidos
políticos, en nuestros sindicatos y en todos nuestros entornos de ejecución de
cualquier campo laboral, empresarial y representativo social y político.
Si para dar entrada a los jóvenes
debemos de retirarnos los veteranos, debemos hacerlo ya.
Dentro de poco no servirá ya para
nada este cambio de generaciones pues no tendremos ni empresas, ni bancos, ni
políticos, ni sindicalistas. Nada de nada quedará si no se da a los jóvenes que
se puedan defender en su vida, crear una familia, tener un techo para cobijarse
y ser una persona, no como ahora que es menos que nada, sin trabajo, sin una
familia propia, sin un techo propio, sin ilusión por el futuro, sin nada de
nada y mal viviendo con sus padres o si estos han fallecido, sin nada.
Que queremos para nuestros hijos
¿?
Una vida sin futuro ¿?
Una vida plena como hemos tenido
nosotros ¿?
Estamos a tiempo, pero se nos
agota. Debemos de ser valientes y darles las posibilidades que tuvimos nosotros
hace 30 años o más.
Como debe de hacerse es con ganas
de mejorar su forma de vida, por lo que es importante que en cada puesto de
trabajo, sea en las empresas, en la política o en los sindicatos, tanto en los
puestos más humildes como en los puestos de dirección, de jefatura, de
importancia en el proceso productivo, de partido político, de sindicato, etc.,
etc., se den de baja a los que han sido más importantes hasta hoy y dejen su
puesto a la nueva generación, para que se pongan a trabajar y dar un nuevo
ímpetu a los negocios, a los entes de representación , empresarial, política o
sindical.
Tenemos a jóvenes suficientemente
bien preparados para tomar el relevo generacional que necesitamos. No les
neguemos su necesidad, su derecho, su gran posibilidad de implicarse en el
proceso de futuro.
Solo se conseguirá si nuestra
generación (en su totalidad) renuncia a estar en primera línea y entrega la
“llama de la esperanza” a los jóvenes.
Nuestra recompensa será del cien
por uno. Veremos como son mejores que fuimos nosotros y nos darán muchas
alegrías que podremos compartir entre todos nosotros.
No pensemos egoístamente en
apurar nuestra forma de vida. Démosles un voto de confianza que seguro nos
devolverán con su agradecimiento sincero por haberles facilitado la posibilidad
de demostrar su valía.
Pero para que ello sea eficiente,
debemos de ser todos sin excepción los que les ofrezcamos nuestro puesto en la
sociedad. No vale decir que sean solo los que trabajan en un determinado sector
de nuestra economía, o de ser los que estemos ya superando los setenta años.
Cualquier persona puede retirarse
de su quehacer diario con dignidad y aunque sea un privilegiado de las
finanzas, de la industria, de la banca, de la política, de los sindicatos, sean
currantes o jefazos, pueden hacerlo.
Dejen ya su trabajo en manos de
los jóvenes. Ellos son tan conscientes, o más, de lo que fuimos nosotros.
Démosles su oportunidad ahora ya.
No creamos que no serán
merecedores de nuestro sacrificio al renunciar a nuestro quehacer para que
ellos tengan trabajo y posibilidades de vivir su vida con dignidad, no como
ahora que no tienen posibilidades ni dignidad alguna, porque se lo hemos negado
reiteradamente cerrando las empresas y dejándoles en el paro.
Un buen político se precia de
hacer lo mejor para el ciudadano. Ahora lo podrá demostrar dejando sus
quehaceres y dando entrada en los partidos políticos, con voz y mando a los
jóvenes.
Sin problemas, los sindicatos
podrán entregar la representatividad a los jóvenes, quedando sus dirigentes
como buenos sindicalistas en el cuadro de honor de los secretarios generales,
de los secretarios territoriales, y de todos y todos los secretario y
representantes sindicales.
Los empresarios podrán ser
presidentes de honor de sus empresas y todos los gerentes y apoderados están en
un cuadro de honor por haber dado su puesto de trabajo para que surjan nuevos
dirigentes en los jóvenes. Incluidos los consejeros y directores generales u
ordinarios.
En las escuelas, universidades,
centros docentes, se renovarán todos los cargos, desde los rectores, los
consejos escolares, los maestros y maestras de una cierta edad, propiciando que
sean todos ellos jóvenes.
En la banca también se podrían
retirar de sus consejos de administración, de dirección general, etc. Hay
infinidad de jóvenes esperando su oportunidad para dirigir los bancos.
Cualquier actividad es
susceptible de regeneración generacional.
En multinacionales, en autónomos,
en pequeños comercios o en grandes superficies, en supermercados, en grandes
cadenas, en pequeños negocios. En fin, en todos los posibles puestos de cambiar
a unos trabajadores que ya han dado todo su jugo por el país a la nueva
generación sobradamente preparada. Preparación que nos ha costado mucho a todos
nosotros. No lo echemos por la borda y démosles su oportunidad.
El Abuelo Cabreado!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario