sábado, 26 de mayo de 2012

TODOS A UNA ¿?. COMO FUENTEOVEJUNA ¿?.

SI NO, QUE ES LO QUE NOS ESPERA ¿?. En los grandes momentos de nuestra historia siempre el pueblo ha encontrado lo que nuestros políticos de poca monta no creían poder encontrar. Estamos en uno de estos momentos cruciales en que nos lo jugamos el todo por el todo. Nada de lo ocurrido en los años anteriores es parecido a lo que nos está ocurriendo actualmente. Necesitamos a buenas personas que tomen conciencia de lo que debemos hacer para superar los problemas actuales y sepan ser lo suficientemente altruistas como para dar un paso adelante, prescindir de sus propias convicciones y dar lo mejor de ellos mismos para que nuestro país supere con nota nuestra desgracia. Tenemos grandes mentes pensantes en nuestro entorno, pero no saben ellos como hacerlo para renunciar a su propio ego y servir a la comunidad de ciudadanos que esperamos todo de ellos. Tampoco sabemos nosotros pobre masa de ciudadanos, incapaz de sacudirse a nuestros representantes malévolos, como dar un nuevo empuje a nuestra vida en común y solventar tantos y tantos problemas creados alrededor nuestro por la incompetencia de quienes deberían de dirigirnos hacia una vida mejor. Solo hemos conseguido que nos dirigieran a una vida sin futuro, sin vida, sin nada por que luchar, sin nada por lo que seguir siendo seres humanos llenos de ilusiones y de buenos augurios. Constantemente nos informan de lo malo, de lo peor, de lo pésimo que es nuestra vida actual. Pero, ni es tan malo, ni es peor, ni es pésimo lo que nos está sucediendo. Solo nos falta encontrar el modo de contrarrestar todos los malos augurios que nos anuncian, un día sí y otro también. Porqué todos nuestros representantes, votados en unas elecciones libres, en las que se gastan nuestros dineros a espuertas, para al final salir elegidos como salvadores de una patria que ya no existe ni en los sueños de nuestros tiernos infantes. No se hacen de nuevo niños y creen que tener una patria es bueno para los ciudadanos ¿?. Y nos intentan arreglar los desaguisados que ellos mismos han propiciado con su estrecho punto de mira de nuestra realidad¿?. No existe más cera que la que arde, según dice un dicho popular. Pues que se apliquen el cuento y vean como proceder con la poca cera que arde actualmente. Para eso les pagamos su sueldo, sus prebendas, sus subvenciones, sus casas, sus palacios, sus esposas, hijos, nietos y toda sus parentela o no parentela que sufragamos sus gastos y divertimientos, o sus francachelas sin fin . Cuando un ciudadano que trabaja en un trabajo productivo, gasta algo de lo que ha ganado de forma legal y paga sus impuestos y colabora en el mantenimiento de gasto social del conjunto de los ciudadanos, es todo una persona digna de ser encumbrada a los altares de la conciencia humana. Por el contrario, cuando un ciudadano se aprovecha de todos sus congéneres y los esquilma, les roba el producto de su trabajo, les hace la vida imposible y solo él es el beneficiario del trabajo de millones de personas, debe de ser repudiado por el conjunto de ciudadanos y someterle a la Justicia. Justicia en mayúsculas. O sea, el máximo de nuestro entender como Justicia. Este es el momento crucial de nuestro devenir en la historia, en que se han de dejar de lado todos los planteamientos partidistas de uno y otro bando, de todos los partidos residuales o no y de todos los grandes partidos. No sirve de nada que el equipo médico discuta en cuál es la mejor manera de salvar al enfermo. La mejor manera de curarlo es iniciar todos juntos el tratamiento necesario para salvar su vida, al margen de quienes apliquen la medicina prescrita por el equipo médico. Sin un modelo de convivencia real será imposible curar al enfermo, que cada vez está peor y las crisis le dejan exáusto. Sin posibilidad de recuperarse de forma eficiente. Pronto precisará del boca a boca, de oxigeno y de todas las terapias se salvación para que no entre en coma. Porqué pues todos los políticos se empeñan en llegar a este extremo para ponerse de acuerdo y salvando sus diferencias hacer de una vez todo lo que sea posible humanamente para que el enfermo no se colapse y entre en coma ¿?. Muy sencillo. Ninguno de nuestros representantes ( y mira que tenemos más representantes que ciudadanos de bien), desea que el oponente se lleve la gloria de haber hecho algo a favor del pueblo que les ha votado. Si fueran más personas normales, padres normales, madres normales, hijos y nietos normales, en lugar de ser representantes nuestros no habría problema. Todos a una se pondrían a trabajar para sacarnos de la miseria en que nos han convertido con sus estúpidas creencias de que solo es bueno lo que nos les perjudica a ellos. Cuando un ciudadano renuncia a su forma de pensar para que el conjunto sea más feliz. Es una buena cosa. O no ¿?. Porqué pues no son conscientes todos los representantes del pueblo de que renunciando a un poco de lo que les hemos dado entre todos : Su poder, su estar por encima de cualquier otro ciudadano, como su inmunidad, su gran ventaja de ser intocables mientras les dure el mandato y más allá del mandato, pues se ayudan los unos a los otros para que no les juzguemos por sus fechorías, etc., etc. Serian como dioses en el Olimpo y darían un poco de felicidad a todos sus gobernados, sin casi problema para ellos. Serian divinizados por el pueblo soberano. Pero no, no es así. Quieren todo y no dan nada. Pero es tiempo de pensar en como salimos de esta tan problemática situación. En como es posible que no haya en nuestro mundo de ciudadanos conscientes unos determinados seres predispuestos a sacrificar sus vidas, haciendas, honor, sus consciencias, sus creencias y todo lo que sea necesario para darse a todos los demás, tratando de salir de esta mala, malísima, pésima situación actual ¿?. Deberíamos de paralizar el País para que los sin trabajo, los funcionarios, los trabajadores con trabajo, los políticos, los sindicatos, los empresarios, los autónomos, los maestros, los alumnos, los catedráticos, los rectores de las universidades, los gestores y economistas, los abogados, los jueces, los médicos, los enfermeros, los barrenderos, los alcaldes, los concejales, los diputados, los senadores, los consejeros de estado, de empresas, de artes, de cualquier tipo de consejo, los guardias, los multeros de los aparcamientos, los actores y empleados en teatros, en cines, en salas de arte, de pinacotecas, de ocio y entretenimiento, las personas que realizan labores de atención social, las ONG s, los ejércitos, de marina, el del aire, los pilotos de aviación, el personal de tierra de los aeropuertos, los pescadores, los mineros, los agricultores, los ganaderos, los religiosos, sean de la religión que sean, los técnicos en algo, los estudiantes de algo, las buenas personas en general y todos y cada uno de los más de 40 millones de personas que vivimos , respiramos, nacemos y morimos en nuestro País. Pudieran decir de forma real que están orgullosas de pertenecer a un grupo de personas o nación en que pueden vivir y respirar sin que les impongan la forma, el modo, la intensidad de su respiración. Todos a una. Debería de ser nuestro lema. Desterrando el lema actual de que cada uno vaya por su lado y mire de romper al otro su vida. El mundo está lleno de Paises, Naciones, Pueblos, Mancomunidades, Federaciones de pueblos o naciones. Tenemos una Organización de Naciones Unidas. Tenemos muchos entes internacionales de unión de Naciones y Pueblos. Tenemos infinidad de organismos internacionales que tienen como misión el bienestar de los pueblos que los integran. Porqué pues nuestra Nación, País, sistema político de Autonomías, o lo que sea, no es capaz de ser un todo congruente y sin fisuras que lo resquebrajen constantemente, hasta el punto de romper sus lazos y tratar de ir los más de 40 millones cada uno por su lado ¿?. Volviendo al tema principal de este escrito, no es mejor ir todos a una ¿?. Debemos de probarlo. Más malo que el sistema actual no será. Digo yo ¿?. Quizás, encontremos el camino, que por ser el más fácil, no ha sido pensado por nuestros representantes políticos, empecinados como están en sus propias ideas que nos llevan al desastre final de una antigua nación totalmente rota y sin poderse defender de las infecciones que nos asolan. Pido pues una terapia efectiva y que salvemos al moribundo, aunque sea a base de grandes dosis de medicamentos de última generación. Si todos se empeñan en esta misión, lograremos salirnos. Si no. Solo nos espera un buen entierro, con un gran funeral y lloros de plañideras para esconder nuestras culpas ante el mundo que nos ha de enterrar.

No hay comentarios: