sábado, 12 de mayo de 2012

Eurovegas en Cataluña.

Cataluña El macro complejo de casinos integraría pasarelas y miradores sobre los humedalesdel Remolar ÀLEX GUBERN / BARCELONA Día 12/05/2012 La partida lleva jugándose durante varios meses, años incluso, y la sensación es de que se están repartiendo las últimas cartas para conocer dónde recala el macroproyecto de Eurovegas. La Generalitat de Cataluña, que hasta hace poco reconocía que en la batalla por conseguir el complejo partía con desventaja con respecto a Madrid, está dispuesta a echar el resto. En un todo o nada que desde Cataluña se espera que acabe por decantar la suerte a su favor, sobre el tapete se ha lanzado una sustancial mejora de la oferta con la que se tentará al magnate Sheldon Adelson. No tanto en cuanto a las condiciones legales y ventajas económicas del complejo como en cuanto a su encaje territorial, el punto precisamente en el que la oferta madrileña, con menos limitaciones, sacaba ventaja a Barcelona. Como hecho diferencial, y en una atrevida pirueta, la Generalitat ofertará un macro complejo con los rascacielos que reclama el magnate, pero con una coartada naturalista, un proyecto necesariamente más integrado en un territorio ya denso en cuanto a infraestructuras. Rascacielos en Cornellà Así, el equipo negociador de la Generalitat trasladará a la corporación Las Vegas Sands la posibilidad de prolongar la parcela de 800 hectáreas que se ha ofrecido en unos terrenos próximos al Aeropuerto de El Prat, y que implica a los municipios de Gavà, Viladecans, Sant Boi y, como novedad, Cornellà. La inclusión de este último municipio no es casual, ya que ello permitiría sortear la limitación de altura en los edificios que implican las servidumbres del aeródromo. Es el elemento clave, ya que fue precisamente la limitación de alturas uno de los motivos que Adelson arguyó para descartar la primera propuesta barcelonesa, y que llevó a la Generalitat a contraofertar con unos terrenos en Montcada i Reixach, algo que el magnate, convencido de que la proximidad al mar es el gran atractivo de la oferta barcelonesa, también rechazó. Así, y tras las modificaciones antes descritas, la opción del Llobregat se ponía de nuevo sobre el tapete, aunque ya con la posibilidad de ubicar rascacielos. La inclusión de Cornellà en la oferta implicará la construcción de una pasarela sobre el río para dar continuidad al «Strip», o paseo principal del complejo, una pasarela que se asomaría al nuevo parque fluvial que recientemente se ha recuperado para uso lúdico. Reserva natural En esta compleja negociación, Adelson ha asumido que el hipotético Eurovegas catalán tendrá una altura decreciente: desde los rascacielos de Cornellá a los edificios de bajo perfil más próximos al mar y cercanos al Aeropuerto. Allí, Barcelona es donde juega otra de sus bazas, una reserva natural, un elemento que a priori podría jugar en contra pero que los negociadores catalanes quieren revertir a su favor. Así, la pretensión es que los humedales de El Remolar —que ya supusieron un quebradero de cabeza para la ampliación del Aeropuerto— podrían acabar por integrarse, ni que sea visualmente, en el macrocomplejo, mediante la construcción de pasarelas y zonas de avistamiento de pájaros. Algo así como un Eurovegas con vistas al mar y a los humedales, un casino, si es que eso es posible, con vocación naturalista, una jugada atrevida que intentaría también apaciguar las voces que, desde el territorio, se oponen al proyecto por su impacto ambiental. Es en esta partida donde Barcelona está enseñado sus principales comodines: el mar, su potencial turístico y su condición de primer puerto crucerista de Europa (el cuarto del mundo sólo por detrás de las grandes bases de Florida-EE.UU.). Sólo en 2011 2,3 millones de cruceristas han pasado por la capital catalana, una realidad que no ha escapado a los promotores de Eurovegas, que entienden que la marca Barcelona es un gran activo. Reclamo visual Ya sobre el terreno, se ha especulado incluso con la posibilidad de que se ofreciese a Eurovegas la instalación de un gran reclamo visible desde el mar —es decir, para los cruceristas— como símbolo distintivo. De igual forma, la Generalitat se habría ofrecido a soterrar la C32 (Autovía de Castelldefels) a su paso por el complejo. El diario «Ara» avanzó ayer que una delegación de la Generalitat de Cataluña, encabezada por su consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, viajará a Las Vegas el 19 y 20 de mayo para intentar convencer a Adelson de una vez por todas. El Govern no confirmó la expedición. Sea como fuere, la partida entre Madrid y Barcelona apura sus últimas manos.

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