Zapatero adelantó las elecciones para evitar los ajustes que le exigía
Europa
Paula
Hidalgo | 7:00 - 30/05/2012
La tarde del
5 de agosto de 2011, el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez
Zapatero, recibió una carta en la que el BCE ponía condiciones a la compra de
bonos españoles.
Una misiva esperada
por el jefe del Ejecutivo, a quien el gobernador del Banco de España,
Miguel Ángel Fernández Ordóñez, ya le había anticipado que la recibiría y que
las exigencias triplicarían las impuestas el 9 de mayo de 2009, fecha del
primer plan de ajuste del Gobierno socialista, según revela el periodista
económico Mariano Guindal en su nuevo libro Los días que vivimos
peligrosamente, que fue ayer presentado.
Según relata
Guindal, la carta, que firmaban el expresidente del BCE, Jean Claude-Trichet, y
Fernández Ordóñez, efectivamente llegó el 5 de agosto a Moncloa, coincidiendo
con una jornada negra en la que el pánico vendedor contagió a todas las bolsas.
Las condiciones, una reforma laboral impopular, más medidas de consolidación
fiscal y un rígido control a las CCAA.
Las ocho medidas de Trichet
En concreto,
Trichet exigía al Ejecutivo ocho medidas. En el ámbito laboral, pedía una
descentralización de la negociación salarial; la abolición de las cláusulas de
indiciación salarial con la inflación; medidas especiales para la moderación
salarial y un contrato con unos costes de despido muy bajos durante un periodo
de tiempo delimitado, dos o tres años, y que los contratos temporales se
pudieran encadenar.
En el ámbito
fiscal, el BCE exigía medidas adicionales de consolidación fiscal del 1 por
ciento para alcanzar el objetivo exigido por Bruselas del 6 por ciento en 2011;
implantación estricta de los controles del gasto de CCAA y ayuntamientos y una nueva
reglamentación del gasto que limite su incremento al crecimiento tendencial del
PIB.
Con
semejantes exigencias, el expresidente anticipó cuatro meses la celebración de
las elecciones generales con el objetivo de eludir los ajustes y garantizar que
saldría por voluntad propia y no sería el siguiente en la lista de presidentes
europeos forzados a dimitir.
Rajoy consiguió la carta
Según
comentaron fuentes del Gobierno a Guindal, el entonces líder de la oposición,
Mariano Rajoy, consiguió la misiva gracias a la filtración de una copia que le
entregó el abogado general del BCE, Antonio Sáinz de Vicuña. De ahí la
rapidez del acuerdo entre socialistas y populares para cambiar la Constitución
y limitar el déficit, ya que, según explica el periodista económico en su
libro, la llamada de Zapatero para proponerle tal modificación no fue una
sorpresa para Rajoy.
Solbes ignoró la crisis
Por otro
lado, durante la presentación de su libro, Guindal lamentó que la situación
"era evitable porque el diagnóstico ya existía", y destacó que
existía "en un momento en el que el sistema financiero tenía recursos
suficientes para afrontarla".
Así lo narra
en su libro, donde explica que el exministro de Economía Pedro Solbes ignoró la
crisis financiera, a pesar de que los inspectores del Banco de España le
hicieron constar también en una carta emitida en mayo de 2006 que el nivel de
riesgo en el sistema financiero español como consecuencia de la anómala
situación del mercado inmobiliario en aquel momento era muy superior al que se
desprendía de los discursos del entonces gobernador, Jaime Caruana.
Pero la
advertencia de los técnicos de la institución monetaria fue más allá, al
mostrar su preocupación ante la evidencia de que los bancos y las cajas tenían
que acudir al exterior para dar créditos.
Conspiración para mentir
A la mirada
hacia otro lado de Solbes, se sumaron después las mentiras del Gobierno
socialista, para evitar una derrota electoral en los comicios del año 2008. El
exsecretario de Organización del PSOE, José Blanco, decidió mantener la postura
de negación ante la crisis. De ese modo, evitaba que se le acusara de haber
mentido con fines electoralistas. Una decisión que tomó durante una de las
reuniones habituales con los dirigentes del partido socialista.
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