La vocacion religiosa puede llegar a los 70 años...

Levante-EMV.com »Comarcas Una mujer con nietos ingresa a los setenta años en la orden de las Clarisas de Canals Sor Celia de Jesús, viuda y con tres hijos, profesa sus votos perpetuos en el monasterio de Santa Clara LEVANTE-EMV CANALS Una mujer viuda de 70 años, madre de tres hijos y abuela de cinco nietos, ha profesado sus votos solemnes como religiosa contemplativa en la orden de las Franciscanas Clarisas de Canals, según ha informado la agencia de noticias del arzobispado de Valencia, Avan. Celia de Jesús, el nombre elegido por la nueva religiosa, ha profesado sus votos perpetuos en el monasterio de Santa Clara, donde colaboraba con su marido antes de enviudar, en el año 2004. Desde entonces ha estado recibiendo formación para profesar sus votos perpetuos, según han indicado fuentes de la orden religiosa. Sor Celia es de Valencia, donde residía. La ceremonia de ingreso en la comunidad de Canals, a la que acudieron los hijos y los nietos de la religiosa, estuvo presidida por el sacerdote Miguel Albiñana y fue concelebrada por un decena de presbíteros vinculados a la localidad o al monasterio. Antes de ingresar en el monasterio, sor Celia de Jesús colaboraba con Acción Católica General de Valencia y en la atención de los enfermos. "Una vez falleció su marido, decidió entregarse completamente al Señor como religiosa", han añadido a la agencia Avan las mismas fuentes. Un caso similar en l'Olleria El caso de sor Celia no es frecuente pero tampoco extremadamente singular. En el convento de l'Olleria, años atrás, una mujer en similar situación profesó igualmente los votos. Se trata de personas fuertemente vinculadas a la Iglesia pero que han formado una familia propia. Con la pérdida de sus esposos y dado que sus hijos ya son mayores y se han independizado, el ingreso en una comunidad religiosas colma todas sus apariciones vitales. La orden de las Clarisas, fundada en 1212 por santa Clara de Asís, primera mujer a quien la Iglesia aprobó una regla propia, se estableció en España en 1228, al fundarse el primer monasterio en Pamplona. Fue canonizada por Alejandro IV en el año 1255.