martes 9 de febrero de 2010
CATALUÑA: Pero ¿tú tienes estudios, piltrafilla Montilla?



Pero ¿tú tienes estudios, piltrafilla?

SALVADOR SOSTRES

Hace algunos años se puso muy de moda un anuncio de atún en conserva. En la escena, un atún acudía al médico para preguntarle cómo podía lograr ser de la calidad de la marca anunciante, y el doctor, en el momento más gracioso del diálogo, le preguntaba: «Pero ¿tú tienes estudios, piltrafilla?». Y esta gran pregunta es la que me ha venido en mente cuando le he escuchado a Montilla decir que quiere gobernar en solitario durante la próxima legislatura, después de los comicios que en Cataluña tienen que celebrarse, como muy tarde, en otoño. Ni Montilla ni el PSC han ganado jamás unas elecciones autonómicas, y además Montilla ostenta el oprobioso récord de no sólo ser el único en haber ocupado la presidencia de Cataluña habiendo perdido clamorosamente las elecciones, sino de ser uno de los socialistas que menos diputados ha obtenido de la historia del PSC en unas elecciones al Parlamento de Cataluña: 37, estando la mayoría absoluta en 68, y con Convergència -que sacó 48- en la oposición. Ni Raimon Obiols, en los años de las mayorías aplastantes del presidente Pujol, tuvo que conocer semejante desprecio electoral de los catalanes. Se requiere un carácter especial para aceptar ser presidente sin haber ganado las elecciones. Tics de esta izquierda procedente del totalitarismo -Montilla era maoísta-, y que en el fondo aún no ha hecho la transición moral a la democracia.
Montilla ha desempeñado una presidencia mediocre e invisible, sin ninguna capacidad de liderazgo. No ha sido capaz de desarrollar ni una sola idea, buena o mala, ni de exigir nada a sus socios de gobierno, que han podido demostrar, como el eco-comunista Joan Saura, la mayor de las incompetencias, ante la total inhibición del presidente, sabedor de que perdería el cargo sin el apoyo de Esquerra y de Iniciativa. Éste es exactamente el drama de gobernar habiendo perdido las elecciones: que no sólo degradas la democracia y su concepto, sino que degradas también la figura del presidente, convirtiéndole en un pelele de dos fuerzas políticas aún más minoritarias y que sólo buscan mantener su cuota de poder, sin importarles el daño que puedan causar. Por culpa de las embajadas de Carod, Cataluña hace el ridículo por el mundo con un no parar de errores y de desatinos. La incompetencia de Saura y su afán por ir de okupa agravó la crisis -hasta el estallido final- de los estudiantes encerrados en la Universidad contra el plan Bolonia, y está por ver hasta qué punto hubo negligencia de los mandos de Interior en la extinción del incendio veraniego en Horta de Sant Joan, que causó cinco muertos. Montilla deja hacer, se aferra a la silla, mira hacia otro lado y calla. En estos tiempos de crisis, es justo lo que necesitamos.

Montilla, convertido en rehén de dos partidos extravagantes y absurdos, con el signo de la derrota grabado en la frente, sin estudios, con su currículo de funcionario, con su analfabetismo a cuestas, con su incapacidad para escribir sin chuleta dos palabras en catalán, hasta el punto de que, cuando tiene que hacer una dedicatoria, se ayuda de una libretita de donde la copia; y con sus dificultades, también, para expresarse en castellano, como si la conexión entre el cerebro y el habla funcionara con alguna clase de retraso. Si fuera futbolista, sería linier. Montilla dice que aspira a gobernar en solitario y, dados sus resultados electorales y lo que dicen las encuestas, uno piensa que tal vez el hombre está pensando en dar un golpe de Estado. La desesperación es total desde las filas socialistas y ellos mismos ya se han dado cuenta de que sólo les queda probar el juego sucio. Últimamente andan lanzando el rumor de que han conseguido urdir una trama judicial para ensuciar la imagen de Convergència cuando Artur Mas menos se lo espere. Veremos de qué va el circo. Lo que de momento está claro es que el enano es enano, enanísimo