viernes, 2 de agosto de 2013

Los grandes grupos tributan apenas al 3,5% por los beneficios de 2011
El pago de grupos empresariales a Hacienda pasó de 12.600 a 3.000 millones en cinco años Los cambios legales elevan el tipo efectivo en 2012
ALEJANDRO BOLAÑOS Madrid 2 AGO 2013 - 00:00 CET132
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EL PAÍS

El informe anual de recaudación de 2011, publicado esta semana, completa el retrato del descalabro en el impuesto de sociedades, que grava los beneficios de las empresas. Los gigantes empresariales, los grupos consolidados, aprovecharon a fondo durante cinco años la reforma del impuesto, que bajó tipos, y su generoso sistema de deducciones. Pasaron de pagar a las arcas públicas 12.673 millones en 2006 a 3.012 millones en 2011, menos de la cuarta parte. Una cantidad que supone apenas el 3,5% de los 85.984 millones de beneficios declarados ese año. Y un boquete descomunal en los ingresos públicos.

Las compañías sacaron provecho durante un lustro de amplias deducciones
El Gobierno socialista aprobó en 2007 una reforma del impuesto de sociedades para bajar por primera vez en democracia el gravamen teórico sobre los beneficios empresariales: del 35% al 30% (del 30% al 25% para las pymes). Lo que se había planteado como una reforma gradual, tuvo una aplicación casi inmediata por la presión de CiU; la anunciada “poda” de las generosas deducciones que disfrutaban las grandes empresas quedó en casi nada. El entonces vicepresidente económico, Pedro Solbes, defendió que el impacto en la recaudación sería manejable, porque la bajada de impuestos mejoraría la competitividad y los resultados de las empresas, lo que acabaría repercutiendo en las arcas públicas.

Cuando la crisis irrumpió en 2009, y pese al desplome de los ingresos, el Ejecutivo socialista aún abrió la mano a más beneficios fiscales —permitió acelerar la amortización de activos, lo que, en la contabilidad, rebaja los beneficios sobre los que se tributa—. Un tímido intento de cambio de rumbo al final de la legislatura no evitó el desastre: muchas grandes empresas aprovecharon a fondo las ventajas dadas para reducir a la mínima expresión sus pagos a Hacienda.

El año pasado, el conjunto de las firmas pagó el 12,5% de su resultado
La crisis ha penalizado con dureza los beneficios de las compañías, grandes y pequeñas. Pero el impacto en la recaudación, por esas facilidades legales, fue mucho mayor. Los resultados empresariales sujetos al impuesto pasaron de 209.642 millones en 2006 a 143.890 millones en 2011, una caída del 31%. La cuota líquida, lo que pagaron todas las empresas a Hacienda por los resultados, bajó en el mismo periodo de 40.529 a 12.665 millones, un 68%. En el caso de los grupos consolidados, ese descenso fue del 76%.

Según la Agencia Tributaria, en 2011 había casi 4.000 grupos consolidados, que integraban en sus cuentas unas 32.000 empresas. Las normas fiscales permiten a estos conglomerados, que copan el Ibex 35, compensar los resultados de compañías del grupo (restar las pérdidas de unas a los beneficios de otras) para rebajar la factura fiscal.

La contrarreforma del PP para recuperar ingresos públicos

Aumento de recaudación. La Agencia Tributaria calcula que las medidas tomadas en 2012 permitieron elevar los ingresos por el impuesto de socieades en 4.607 millones.
Adelanto de recursos. En los pagos fraccionados, Hacienda elevó los tipos que aplica a los resultados de las empresas en el pago del impuesto por adelantado. Y estableció un mínimo, primero del 8% y luego del 12% de los beneficios. La aportación definitiva de las empresas se dirime después en la liquidación.
Supresión de la libertad de amortización. Fue una de las facilitades legales que más aprovecharon las grandes empresas, que utilizaron este beneficio fiscal para descontarse 7.400 millones de la base imponible en 2011. Hacienda la eliminó en marzo del año pasado.
Límite a la deducción de gastos financieros. Esta deducción no solo permitió a los grandes grupos reducir su rebaja fiscal, sino que incentivó a las empresas españolas a financiar su crecimiento con deuda, una apuesta muy criticada después por los organismos internacionales.
Compensación rebajada. El departamento de Cristóbal Montoro ha rebajado la posibilidad de utilizar las bases imponibles de años anteriores para compensar los resultados positivos de un ejercicio.
Menor desgravación del fondo de comercio. Desde marzo de 2012, se limita la deducción del fondo de comercio (que recoge el valor intangible de la empresa) del 5% al 1%.
La última vuelta de tuerca. En junio, Montoro anunció límites a la deducción por las provisiones para cubrir la pérdida de valor de acciones de una filial extranjera, una desgravación que usaban casi en exclusiva las grandes firmas.


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