• Arranca en Roma la Cumbre de Seguridad Alimentaria.
• El G-8, en su reunión de verano, prometió 20.000 millones de dólares.
• Compromiso para reducir a la mitad el hambre en el mundo.
EFE. 16.11.2009 - 21.15 h
El director general de la FAO, Jacques Diouf, lamentó este lunes la ausencia de los líderes del G-8 en la cumbre sobre Seguridad Alimentaria que ha comenzado en Roma y señaló que todavía no se han hecho efectivas las ayudas prometidas durante la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de L'Aquila.
Se calcula que hay mil millones de personas sufriendo del azote del hambre en el planeta
Durante la rueda de prensa al término de la primera jornada de trabajo de la cumbre, el director general manifestó que espera que el compromiso al que llegaron los jefes de Estado y de Gobierno en L'Aquila de "movilizar 20.000 millones de dólares para la agricultura" sea respetado.
En esta misma línea Diouf insistió en la necesidad de invertir 44.000 millones de dólares (unos 29.000 millones de euros) en el desarrollo agrícola en los países subdesarrollados, a la vez que precisó que no corresponde exclusivamente a los países ricos el facilitar esos fondos.
Reducir el hambre
Los mandatarios mundiales, entre ellos unos 60 jefes de Estado y de Gobierno, que han asistido a la cumbre se comprometieron a reducir a la mitad para 2015 el número de personas que sufren hambre en todo el planeta.
Los líderes mundiales no han dudado en gastar cientos y cientos de billones para salvar la caída de los bancos
La reunión, que acoge la sede de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) hasta el miércoles, comenzó con la aprobación de una declaración conjunta y con las intervenciones del papa Benedicto XVI y de líderes políticos, como los presidentes de Chile y Brasil, Michelle Bachelet y Luiz Inácio Lula da Silva, respectivamente.
Cumpliendo con el principal objetivo con el que se llegaba a la cita, los participantes en la cumbre dejaron claro que su primera preocupación sobre seguridad alimentaria para los próximos años es llegar a reducir a la mitad para 2015 la cifra de más de mil millones de personas que actualmente padecen hambre.
En el punto de mira de los países se encuentra además la necesidad de aumentar en un 70% la producción agrícola para 2050 para alimentar a una población mundial que superará los 9.000 millones de personas, combatiendo además el cambio climático.
Hambre y colapso financiero
Bachelet y Lula, en sus respectivos discursos, exigieron que, ante la crisis económica, no se deje a un lado la lucha contra el hambre, para cuya erradicación hace falta ese dinero utilizado por los gobiernos en el colapso financiero.
"Frente a la amenaza de un colapso financiero internacional, causado por la especulación irresponsable y por la omisión de los estados en la regulación y la fiscalización del sistema, los líderes mundiales no han dudado en gastar cientos y cientos de billones de dólares para salvar la caída de los bancos", dijo Lula.
"Con menos de la mitad de esos recursos, sería posible erradicar el hambre del mundo. La lucha contra el hambre sigue, sin embargo, prácticamente al margen de la acción de los gobiernos. Es como si fuera invisible", añadió.
Un argumento casi idéntico el que defendió su homóloga chilena: "Así como el mundo fue capaz de gastar trillones de dólares para evitar el desplome económico, ahora es necesario un esfuerzo similar para evitar un desplome social".
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