viernes, 4 de septiembre de 2009
Aída y la cultura de la igualdad
A la pobrecilla la hizo ministra José Luis Rodríguez Zapatero. Pero, a pesar de eso, es una mujer inteligente, sencilla, de culta conversación y ademanes sosegados. Tiene un gran sentido del humor y se divierte jugando a progresista. Mimetismo zapateresco. Hoy, por ejemplo, el progresismo caviar se ha alineado a favor de los islamistas y en contra de los judíos. Así es que Bibiana Aída, desde la camelancia esa del ministerio de Igualdad, ha recomendado a los jóvenes españoles un curso dictado por el fundamentalista “Mundo árabe”.
Bibiana es muy joven y, entre discurso y discurso de Zapatero, no habrá tenido tiempo de leer El Corán. Debe hacerlo. El Corán, al-Qu´rân, la lectura, es un admirable monumento universal a la espiritualidad, que predica, en líneas generales, la paz y la concordia. Sería gravemente calumnioso, eso sí, afirmar que el texto sagrado islámico defiende esa igualdad de género, tan cara a Bibiana. Por el contrario, es machista.
En la azora IV de El Corán, versículo 38, traducción de Juan Vernet, se lee: “Los hombres están por encima de las mujeres porque Dios ha favorecido a unos respecto de otros, y porque ellos gastan parte de sus riquezas en favor de las mujeres. Las mujeres piadosas son sumisas a las disposiciones de Dios; son reservadas en ausencia de sus maridos en lo que Dios mandó ser reservado. A aquellas mujeres de quien temáis la desobediencia, amonestadlas, confinadlas en sus habitaciones, golpeadlas”. “Golpeadlas”, querida Bibiana, ese es el mandato coránico para tus recomendados de “Mundo árabe”. En la azora II se dice: “… los hombres tienen sobre ellas (las mujeres) preeminencia”. De estas afirmaciones, según Samir Khalil Samir, “deriva una tradición secular que otorga al marido una autoridad casi absoluta sobre la mujer, confirmada asimismo por varios hadices”.
En el islam, el hombre puede tener al mismo tiempo cuatro mujeres. La hembra solo tiene la posibilidad de casarse con un varón. Queda así consagrada la poligamia. En la azora II de El Corán se define a la mujer florero: “Vuestras mujeres son vuestra campiña. Id a vuestra campiña como queráis, pero haceos preceder”.
En el islam, el marido “tiene la facultad de repudiar a su mujer repitiendo tres veces la frase: ‘quedas repudiada’, en presencia de dos testigos musulmanes, varones, adultos y en su sano juicio, incluso sin recurrir a ningún tribunal”. La mujer no puede repudiar al marido.
En la azora IV de El Corán, versículo 11, se establece con relación a la herencia que, si en una familia hubiera varios hermanos, hombres y mujeres, al varón corresponde “una parte igual a la de dos hembras”. En un juicio, según un hadiz de Mahoma, el testimonio del varón vale como el de dos mujeres. La musulmana, por otra parte, no puede casarse con un hombre de otra fe. El varón, sí.
Aunque ciertos alfaquíes se esfuercen por suavizar el alcance de las penas canónicas que se derivan de El Corán, éstas, según Samir Khalil Samir, “prevén la amputación de la mano para los ladrones, de la mano y del pie para los atracadores, cien golpes de caña para los fornicadores, la lapidación para los adúlteros, la crucifixión para los apóstatas”. Rara es la semana que no nos proporciona imágenes de una mujer adúltera lapidada hasta la muerte, salvajada que la sharía aplica implacable.
Si Bibiana Aída ha instado a los jóvenes a hacer el curso del grupo fundamentalista “Mundo árabe”, el Gobierno al que pertenece subvenciona las enseñanzas coránicas en nuestras escuelas públicas. A pesar de la contradicción en la que ha incurrido, Bibiana, en todo caso, es una mujer muy pagada de sus ideas. Al advertir, por ejemplo, que su apellido Aído resulta intolerablemente machista, se dirigió al ministerio de Justicia para cambiárselo por Aída. Ha fustigado a la Real Academia Española por no incluir el femenino “miembra” en el Diccionario. Como “miembra” del Gobierno quiere, incluso, que masculinicen las profesiones de terminología femenina. Si abogado hace abogada; arquitecto, arquitecta o psicólogo, psicóloga, Bibiana Aida quiere que psiquiatra haga psiquiatro; atleta, atleto; ciclista, ciclisto; futbolista, futbolisto; periodista, periodisto. Así hablaremos, como Dios y Zapatero mandan, del psiquiatro López Ibor, del atleto Bolt, del ciclisto Induráin, del futbolisto Ronaldo o del periodisto Anson.
Luis María ANSON
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1 comentario:
Todavía no puedo creer que no sé por dónde empezar, mi nombre es Juan, tengo 36 años, me diagnosticaron enfermedades de herpes genital, perdí toda esperanza en la vida, pero como cualquier otro, todavía buscaba un cura incluso en Internet y ahí es donde conocí al Dr. Ogala. Al principio no podía creerlo, pero también me sorprendió después de administrarle algunos de sus medicamentos a base de hierbas. Estoy muy feliz de decir que ahora estoy curado. Necesito compartir este milagro. experiencia, así que les digo a todos los demás con enfermedades de herpes genital, por favor, para una vida mejor y un medio ambiente mejor, comuníquese con el Dr. ogala por correo electrónico: ogalasolutiontemple@gmail.com también puede llamar o WhatsApp +2349123794867
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