jueves, 3 de septiembre de 2009

: Opinio d'un lector...






Yo . ya no puedo decir, como funcionario, que me siento seguro sobre mi futuro laboral y económico. Te lo he reconocido muchas veces.

Me hice funcionario por el único motivo de buscar una seguridad y unos salarios y unos sobornos sobredimensionados que por mi capacidad laboral e intelectual jamás podía haber conseguido en la empresa privada por mis propios meritos.

Y te he reconocido también muchas veces que en mi trabajo, (que dicho sea de paso, con lamerle el culo al alcalde no requiere otra obligación o preparación) es mucho mas fácil caer en la inercia funcionarial de trabajar lo justo porque no hay aliciente en saber que hagas lo que hagas, tu sueldo mas tus trienios te van a seguir llegando a tu cuenta corriente sin importar que salgas a tomar café dos veces cada mañana, o que llegues al trabajo media hora tarde y te vayas cada día media hora después.

Es la obligación que nos imponen muchos de nuestros jefes, y también muchos compañeros cuando le dicen al recién llegado funcionario o interino que baje el ritmo de trabajo para no dejarles en evidencia a los demás, y así vivir de puta madre, con más días libres que cualquiera, bajas por depresión del 50 % de la plantilla, mínimo de dos meses de vacaciones al año, acumulando trienios y sabiendo que cuando ya has conseguido tu puesto, nadie te lo puede quitar, robes lo que robes, chantajees a quien chantajees (siempre que sea un ciudadano que trabaja en la privada, pero nunca a un político o burócrata)

Por lo menos, eso es lo que yo pensaba hasta hace unos meses. Tengo un nudo en el estómago que supongo es el mismo que puedan haber sentido muchos trabajadores cuando su empresa les dice que no se les renovará el contrato. Nosotros, los funcionarios, veíamos esas cosas como desgraciadas historias que no nos podían suceder.

Pero ahora mi Ayuntamiento está en la lista de los que pueden seguir la suerte del de Roda de Bará y los otros que han empezado a despedir a trabajadores. Tú sabes cual es, pero te ruego que no lo digas, porque oficialmente nada se sabe a pesar de los rumores que oímos en los pasillos y de la realidad que vemos cada día, cuando ante nuestro ojos se recortan gastos de todo tipo y hasta los servicios sociales están pidiendo ayuda a empresas que suelen hacer aportaciones anuales para bancos de alimentos y el albergue municipal.



Tengo amigos en el Ayto. de Roda de Bará. Por muy funcionarios que sean, se parecen a los trabajadores de la privada en que si estos están pagando sus hipotecas y otros gastos nosotros estamos pagando el crédito de nuestros yates, o los estudios de los retardados mentales de nuestros hijos en Yale o en Búfalo (Ya pasado de moda mandarlos a la Universidad de Navarra: los ayuntamientos del P.S.O.E. nos subvencionan mas si los llevamos a U.S.A., aunque saben que la U. de N. o la U.N.E.D. dan una enseñanza de muy superior calidad a menos de un quinto del precio de las otras) o el piso que nos compramos para instar en el mismo a nuestra fulana emigrante a espaldas de nuestras familias.

Ahora tienen miedo y con razón. Aunque también es verdad que más de uno tuvo la ventaja de poder pedir créditos que a otro trabajador no se lo hubiesen dado, por el simple hecho de ser funcionario y tener nómina de una administración pública. No te puede imaginar los rumores que nos llegan de otros ayuntamientos, con los que hay trato y comunicaciones diarias, sobre como está la situación.



Por eso, aunque estoy totalmente seguro de que ya lo habrás leído, te envío este enlace de una noticia de este periódico El economista, que me recomendaste hace tantos años. Fíjate lo que son las cosas.

Te dije que nunca leería este periódico porque eran un atajo de fascistas, como nos gusta decir a los incondicionales de El País, que dicho sea de paso, nos lo subvenciona el mismo ayuntamiento, y tendríamos problemas políticos si en Cataluña nos verían leyendo otro (aparte del Avui) y es uno de los escasísimos que me ha abierto los ojos en este par de años que llevamos de crisis. Qué razón tenías.

Yo no tengo ni el aguante necesario para escribir en un blog cada día ni creo que tenga el talento necesario para hacerlo bien: soy funcionario, y mi función es aplaudir al Señor Alcalde..... y lamerle las almorranas cuando precisa apoyo ... y todo lo demás es pura perdida de tiempo: a los administrados que les den por culo, que por algo votan: son ellos los culpables de este desastre.

Así que, mientras no muestres mi identidad, emplea este escrito como bien te parezca. Saluda a tu mujer y a tu hija y diles que nos acordamos mucho de vosotros en casa. Mi mujer os manda un beso. (por cierto: ¿ te ha funcionado la empresa que me dijiste hace un año que ibas a montar o todavía o te han dado las licencia? Si preciosas apoyos ante la administración, a cambio de unas pocas monedillas para nuestro señor alcalde me ha dicho que puede allanarte el camino.

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