miércoles, 20 de mayo de 2009

ANTONIO GAMONEDA, ESO NO SE DICE!!!!


romiso vuelve a subrayar al personaje tan premiado por la monarquía
Publicado el Martes 19 de mayo de 2009, a las 21:11




Julio Castro – laRepúblicaCultural.es
No me gusta hablar acerca de tipos como Antonio Gamoneda, básicamente porque son del género cuya escuela se fundamenta en que hablen de ellos “aunque sea bien”, de aparecer en los medios sin necesidad de merecerlo en positivo. Sin embargo, es la enésima vez que le veo con el mismo discursillo despreciable, en el que demuestra fundir su pensamiento con el de la línea alienante de los franquistas, tratando de deslindar el arte y la cultura en general, de la vida y de los problemas sociales.
Y tal vez en algunos campos, a algunos supuestos artistas, les sea fácil dar muestra de ello, sin embargo, no es así en la poesía. Hablamos de un campo que refleja lo más profundo de la esencia humana en palabras tangibles con mensajes que, alcancen más o menos a poner en comunicación el pensamiento desde el emisor al receptor y viceversa, deben transmitir algo, ya que de lo contrario, en sí mismas, las palabras sin concepto nada valen.
No invento nada, ya me gustaría, pero el lenguaje cultural, y el de la comunicación no son algo nuevo. Tampoco creo escuela, porque el concepto del arte de la belleza como término último de la expresión, sin trasfondo de ningún tipo, no existe. Y quien afirma lo contrario, o bien desconoce el sistema de comunicación que le transmite ese atractivo o repulsión por la obra en sí, o bien intenta evitar que se genere el mensaje. También en este último caso podemos ver dos opciones: la del ignorante integral y la del que nada tiene que aportar.
Tanto da dónde se ubique a este Gamoneda, porque no he visto mayor venta al mejor postor que la de defender a toda costa la consecución de unos premios y su roce con monárquicos otorgadores de los premios, antes que la valía del contenido, por una parte, y de lo que se premia, por otra.
No ceso de escuchar las patochadas en las que ya ha caído de manera repetitiva este patético personaje de las letras españolas: las letras de cambio, claro. Porque sólo toca aquello que puede desprestigiar y sacar de su auténtico contenido, cuando se trata del compromiso. Salvo, claro está, que el compromiso sea con él y lo que representa.
Así, Juan Gelman, magnífico autor argentino, cuya vida y obra ha vinculado profundamente a la lucha contra los que desaparecieron a parte de su familia, (desde su país o desde su exilio) tuvo que presenciar en vivo y en directo cómo Gamoneda le explicaba a él, a todo el público asistentes y a la prensa, que en realidad su poesía y su vida nada tenían que ver con la política. Reescribo lo que ya en su momento cité de la boca de Gamoneda, acerca de Gelman y la poesía “un lenguaje ajeno a la programación política y a la expresión ideológica. Es por su naturaleza y su historicidad un lenguaje subversivo, pero subversivo dentro del lenguaje lingüístico, no estoy hablando de otro tipo de subversiones […] el lenguaje poético no tiene nada que ver con el lenguaje del pueblo. El lenguaje poético no tiene esas pretensiones” [ver más]. Qué triste ser perro del mensaje de Franco; sí, aquel que decía “Usted haga como yo, no se meta en política”, pero claro, nada como recibir los premios de quienes le mantienen en tan alta estima.
Ahora le tocó el turno a Benedetti: hay que ser miserable para esperar a que Mario Benedetti muriese y declarar las bazofias que Gamoneda ha declarado. Al menos esa es mi opinión, especialmente conociendo la trayectoria de este individuo venido a más. Cito sus aseveraciones acerca del poeta uruguayo "Era un ser admirable pero el utilizaba un lenguaje normalizado, el lenguaje de la comunicación coloquial que, aunque lo respeto muchísimo, no lo comparto" y esto sin dejar de afirmar "La palabra meramente informativo se puede encontrar en las columnas de periódicos, en televisión y hasta en los púlpitos, pero la poesía para mi es otra cosa, no es un pensamiento reflexivo ni discursivo". Entre otras lindezas, se permite soltar estas estulticias. Y, mira tú por dónde, que voy a coincidir con Chus Visor, cuando afirma que “si a Benedetti no le han dado el Cervantes es porque se lo dan a poetas como estos”. Sé perfectamente que una parte de la opinión de Visor se debe a que es parte de su negocio editorial, pero también pudo callar a la espera de publicar y vender algo del nefasto Gamoneda. Es igual, prefiero que Benedetti no recibiera ese premio, señal del rasero de la monarquía y tantas veces resultado del mamoneo político.
Menos mal que en este ancho mundo, queda el consuelo de que Mario Benedetti es uno de los poetas del pueblo, y que será comprendido como lo pudieron ser otros de tan lejana trayectoria y tan cercano corazón. Y qué patético tener que maldecir a los muertos a la edad de Gamoneda. Despreciable. A ver si ahora coincidimos y vamos comprendiendo quién es cada cual.
NOTA DE MAMAPI: Desde que el presidente Zapatero ha dicho de su obra, que sus poesias son el libro de cabeza de su mesita de noche...COMO SE LE HAN SUBIDO LOS HUMOS!!!

He copiado un poema sobre el amor Antonio Gamoneda y otro de Mario benedetti, que cada cual saque su conclusion:


ENAMORARSE Y NO (mario benedetti)

Cuando uno se enamora las cuadrillas
del tiempo hacen escala en el olvido
la desdicha se llena de milagros
el miedo se convierte en osadía
y la muerte no sale de su cueva
enamorarse es un presagio gratis
una ventana abierta al árbol nuevo
una proeza de los sentimientos
una bonanza casi insoportable
y un ejercicio contra el infortunio
por el contrario desenamorarse
es ver el cuerpo como es y no
como la otra mirada lo inventaba
es regresar más pobre al viejo enigma
y dar con la tristeza en el espejo


Poema Amor de Antonio Gamoneda

Mi manera de amarte es sencilla:
te aprieto a mí
como si hubiera un poco de justicia en mi corazón
y yo te la pudiese dar con el cuerpo.
Cuando revuelvo tus cabellos
algo hermoso se forma entre mis manos.
Y casi no sé más. Yo sólo aspiro
a estar contigo en paz y a estar en paz
con un deber desconocido
que a veces pesa también en mi corazón.

No hay comentarios: