La secuencia de mis escritos me
lleva al número 123 de la serie.
No soy ningún experto en
demoscopia.
Creo solo en lo que veo.
No creo en lo que nos dicen los
telediarios ni en los periódicos y revistas.
No creo en lo que nos dicen los
tertulianos con un amplio sentido de nuestra mente. Todos están conchabados con
alguno de los partidos políticos que nos mangonean.
Solo creo, como santo Tomás, en
lo que toco y compruebo por mí mismo.
Todo este preámbulo es a cuento
de lo que nos sucede desde hace mucho, mucho tiempo. Más tiempo del necesario
para que los seres humanos reaccionen. Pero no es así. No reaccionamos ante
nada. Aunque esto sea nuestra extinción como conglomerado de ciudadanos de una
nación, país, o simplemente pueblo. Nuestra perdición. Nuestra evolución hacia
cotas retrocesivas.
Estamos demasiado imbuidos de
nuestro botellón particular. De nuestro andrógeno interno. No respondemos a
ningún estimulo bienintencionado. Nos sumergimos en la vorágine de nuestras
neuronas malignas. Todo es mejor que ser alguien con cerebro lleno de neuronas
activas y productivas que nos induzcan a ser personas conscientes y pensantes.
Tenemos mucho que aprender de
nuestros ancestros y no les prestamos atención. Siempre que vemos o escuchamos
algo de nuestros antepasados no les prestamos atención alguna. Siempre somos
nosotros mejores y más inteligentes. Sin pensar en que todo lo que somos se lo
debemos a los que nos han precedido en esta vida.
Creemos que somos los más
excelsos productos de nuestra existencia y conspiramos contra todo lo que no
sea nuestro propio ego. Si algo nos molesta en demasía debemos de extinguirlo
sin piedad. No sea que nos cause un grave problema y nos deje sin nuestra
ración de ego.
Entendemos más y mejor lo que
representa nuestra vida en este mundo finito. Gracias a lo que pensaron y
crearon los que nos han precedido.
Pero no somos capaces de
discernir entre lo bueno y lo malo de nuestra existencia terráquea.
Tenemos una fuerte y negativa
creatividad sobre lo anterior a nosotros. No queremos ser herederos de nuestros
ancestros. Somos el producto de la razón. Nadie nos condicionará jamás. Somos
dioses. O casi.
Tenemos una existencia finita y
nos hemos creado la figura a semejanza de unos seres inmortales y con una
definición ancestral de eternidad.
Todos, sin ninguna excepción
creemos que somos inmortales. Que debemos pleitesía a todos los personajes que
en nuestra época nos ha tocado sufrir. Sean ídolos tan efímeros como los
actores, cantantes, bufones, cómicos, contadores de chistes malos, contadores
de cuentos, creadores de sueños o creadores de ensueños, como los políticos a
la vieja usanza.
No tenemos posibilidad de influir
en los destinos de la humanidad. Pero siempre nos dicen lo que debemos de hacer
para que sigamos siendo pasto de los depredadores. Nos tienen a todos
encerrados en el redil. Para que demos nuestra savia y nuestra sangre a las
nuevas generaciones alimentadas por la insustancialidad de sus vidas.
Tenemos mentes privilegiadas.
Estamos mejor formados e informados que lo estuvieron nuestros ancestros. Qué duda cabe ¿?
Pero que nos puede decir un
Alejandro Magno, un Julio Cesar, un Gengis Kang, un Atila de los Unos, un
Stalin, un Hitler, un Hiro Hito, un Mobutu, un Etsombe, un Chavez, un Evo, un
Churchil, un Musolini, un Gandi, una Buto, un Amin, un Walesa, un Soliman, un Mohamed V, un Gadafi, un MubaraK,
un Profeta de los dioses, un gran compositor musical, un gran erudito, un gran
poeta, un gran humanista, un gran matemático, un gran físico, un gran químico,
un gran hombre dedicado a la paz universal, Etc., Etc. ¿?
Yo creo que todos ellos y muchos
más nos pueden decir que no nos empeñemos en cosas sin sentido alguno. Que
seamos seres humanos y nos centremos en
lo que interesa a nuestra generación.
Cuando los seres humanos dejan
volar su imaginación se convierten en casi dioses. Pero cuan difícil es que
esto suceda ¿?
No nos encerremos en nuestra
mente obtusa y seamos creativos. Pera el bien de todos.
Las generaciones futuras nos lo
agradecerán, aunque nosotros ya no estemos para verlo.
Tenemos posibilidades. Solo falta
que las identifiquemos y las afloremos.
Debemos de ser de nuevo seres
humanos creativos. Nuestros antepasados nos dieron un camino. Nosotros hemos
cegado este camino. Volvamos a abrir el camino y andemos por él. Conseguiremos
metas nunca soñadas si lo hacemos y nos empeñamos en ello.
Todos nuestros ancestros han sido
más creativos que sus predecesores. Porqué nosotros no ¿?
Porqué nos empeñamos en
despreciar nuestra inteligencia ¿?
Debemos de ser humildes y
proseguir nuestro caminar en este mundo inóspito consiguiendo ser mejores cada
día.
Tenemos muchos ejemplos. Solo
falta que nos desprendamos de nuestra
costra de inmunidad y nos sumerjamos en el nuevo magna que nos hará
mejores y más creativos, para el disfrute de nuestros sucesores en la vida.
El sistema de la vida se alimenta
de todo lo pasado para crear el futuro. No lo menospreciemos. Seamos
conscientes de nuestro lugar en esta escala de la evolución. No abdiquemos de
nuestra responsabilidad. Seamos conscientes de nuestro entorno y demos lo mejor
de nosotros mismos para que sigamos en este mundo.
Debemos ser consecuentes.
Si no se crea una forma de
convivencia que propicie la humanidad. No seremos humanos.
Estamos degradando tanto nuestra
convivencia que no somos capaces de saber el límite de nuestras posibilidades.
Destruimos nuestro mundo sin cesar. No tendremos nada si seguimos así. Es vital
que nos demos cuenta todos de esta gran verdad.
Cualquier ser humano puede intuir
que no podemos seguir con la degradación actual de costumbres, de sentido de la
convivencia, de saber cómo debe de ser la relación entre las personas. Si no
existe límite a la relación humana : Como podemos prosperar y seguir la vida en
la tierra ¿?
Estamos acostumbrados a que
cualquier cosa sea posible entre nosotros. Si tenemos consciencia de lo que
somos podremos saber qué es lo que nos debemos a nosotros mismos.
Todos los seres humanos que
convivimos en un momento determinado estamos condicionados a ser consecuentes y
poder llevarnos bien con los demás habitantes de nuestro entorno.
Debemos de dejar de lado todo el
egoísmo de nuestra forma de vivir, para poder asumir lo que se nos presenta
como que a los demás les es necesario en su forma de vida.
Lo malo de este enunciado es que
tú debes de ser consecuente y que pasará si los demás no son igualmente
consecuentes con lo que tu creas que deben de hacer ellos ¿?
Por más que queramos entender a
los demás, no lo conseguiremos. Es un acto de fé. Sin este acto de fé no habrá
reciprocidad en nuestros actos y los de nuestros congéneres en nuestra vida.
Debemos estar preparando ya
nuestro particular volver a vivir.
Si no iniciamos esta forma de
entendernos. No conseguiremos tener una vida más llevadera.
Espero que todos nos
concienciemos y procuremos ser personas más amables, mas caritativas, más
entusiastas en lo que hagamos, más solidarias, más buenas personas, más
propensas a tener conciencia de que todos los que vivimos en un momento dado en
este mundo somos iguales.
Estamos en los primeros días del
nuevo año de 2.013 y debemos de esperar que todos los ciudadanos de este país,
España, o Nación Española, o conjunto de autonómias, de pueblos y de villas de
nuestra zona de vivir y convivir, (Ya no sé cómo debemos llamarnos) sea cada
vez más facilitado el derecho que tenemos todos por haber nacido aquí de a
vivir y progresar en un entorno amable ( No un entorno hostil y degradado como
nos quieren hacer creer). Veremos si nos lo permiten entre todos. Solo queremos
lo que es nuestro derecho : Vivir sin sobresaltos.
Nuestra primera idea es siempre
la vital : Todos tenemos derechos. Todos tenemos obligaciones.
Porqué nuestro entorno solo
quiere saber de derechos y ninguno quiere asumir obligaciones ¿?
Nuestro país está inmerso en una
grave disyuntiva : Todo lo que nos prometieron eran solo derechos ¿? No había
también obligaciones ¿?= Parece ser que no. Todo son derechos.
Como podemos pensar en derechos
si no existe nadie que tenga obligaciones ¿?
Que todos los políticos nos
contesten a esta pregunta.
Como es posible pagar todo el gasto de los más
de 47 millones de habitantes de nuestro país, sin que hayan ingresos en nuestra
economía ¿?
Que alguien me conteste. Yo no lo
entiendo.
Como podemos vivir en un país en que unos pocos trabajen y
muchos vivan de los que crean productos y
los venden ¿?
Las reivindicaciones solo son
posibles en un entorno de creación de riqueza. Sin creación de riqueza no se
puede repartir nada más que miseria.
Volvamos a vivir. Si nos dejan.
El Abuelo cabreado!!!!
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