martes, 8 de enero de 2013

FIN DE FIESTAS


 

Se terminaron las fiestas. Las fiestas que parecían interminables al fin se terminaron.

Se ha iniciado un nuevo periodo de nuestra vida al que llamamos año.

Los hijos han iniciado de nuevo su asistencia a las guarderías, a las escuelas, a las facultades, a las universidades. Salvo que se les impida de nuevo este derecho básico de todos : El derecho a la enseñanza. De volver a iniciarse el impedimento, deberíamos empezar a pensar en la forma de educar a nuestros hijos sin depender de las escuelas y de los profesores. Si ellos no quieren que haya estudiantes probemos algo nuevo : Educarlos nosotros. Al menos no les dejaríamos sin poder asistir a clase en casa de cada uno.

Tenemos los mejores augurios para este año que empieza y creemos firmemente que no será peor que los años anteriores. Es lo único que podemos esperar ya después de lo que está pasando.

Todos los creyentes estamos convencidos de que no existe nada ni nadie que sea culpable de nuestra desgracia… Eso es lo que nos dicen que debemos creer. A ver quién es el guapo que se opone a esta máxima política ¿?

Los que nos gestionan la vida dicen que todo es culpa nuestra. No sabemos administrarnos. No somos conscientes de que tras años de riqueza llegan los años de miseria extrema. Es lo mejor de lo mejor : Nadie tiene la culpa. Toda la culpa es nuestra y solo nuestra.

Quienes no tengan un buen colchón en los paraísos fiscales, que tiren la primera piedra. O era al revés la parábola del Nazareno ¿?

Da igual. Seguiremos siendo miserables mientras los que nos mandan, nos han mandado y nos mandarán tendrán su vida resuelta. Y bien resuelta. ¡ Vive Dios!. Ya me gustaría a mí tener una milésima parte de lo que ellos han acumulado. Y poder vivir tan bien a cargo de los ciudadanos mondos y lirondos.

Tenemos siempre encima la maldición de nuestra especie : Vivirás con el sudor de tu frente. Pero la frente de los que nos joden no vivirán con el sudor de su frente : Antes vivirán de nuestro sudor. Es así de fácil vivir. A costa de todos viven algunos o muchos. Pero nunca nos darán las gracias. Nos debemos a ellos y nos piden el voto para seguir sangrándonos convenientemente. Para cualquier tontería nos hacen votar. Les va la vida con ello.

Con el fin de las fiestas se han terminado los sueños : No nos ha tocado la lotería ni nos han traído regalos los reyes majos, el papito Noel, el caga tío, etc., etc.

Iniciamos de nuevo un año que será duro : Nos freirán de nuevo a impuestos. Tanto impuestos estatales como impuestos autonómicos o locales. Les llamen como les llamen, ya que para despistarnos les dan los nombres más pintoréscos que se les pueda ocurrir, como tasas, multas, embargos, copago, etc., etc.

Debemos de pagar entre todos los pobres de nuestro país, todos los cuantiosos y enormes gastos con que dilapidaron nuestros políticos nuestro escaso patrimonio.

 Las grandes fortunas, incluidas las de los políticos que se han enriquecido endiabladamente con nuestro trabajo, con los gastos todo pagado y con los % que han estado robándonos cada día y todos ellos.

Todos nosotros pagamos, hemos pagado y pagaremos el pato. Mientras ellos vivirán a lo más grande en los paraísos fiscales que se han montado para su uso y disfrute exclusivo. Nosotros solo podemos aspirar a servirles y seguir votándoles, sea lo que sea que haya que votar para que se enriquezcan más aún. Lo que deberíamos hacer de verdad, lo digo de verdad : Es votarles de una vez. Sacarles de sus poltronas y que paguen todo el mal que han hecho a este país, nación, pueblo, conjunto de personas, etc., etc. (O como quieran que ya llamemos de una puta vez lo que sería normal llamarle España ¿?

Las naciones de la tierra son lo que sus gentes quieren que sean.  Qué queremos ser nosotros ¿?. Alguien lo sabe ¿? Cada político nos lleva al huerto con su mensaje mesiánico y nos llevan de un lado a otro zarandeándonos como peleles. Es que nos consideran peleles ¿? Somos peleles acaso ¿?. Ellos sí que lo creen. Nosotros sabemos que no lo somos. Pero que les importa ¿?

Llevamos casi cuarenta años de un periodo de democracia.

 Podemos llamar democracia a este  mangoneo continuo ¿? Todos los países que se llaman demócratas son como nosotros ¿? Son peores ¿? Son mejores ¿? Son igual que nosotros ¿?. Si es así : Pobres de nosotros como humanidad. Esto es una democracia dirigida por una especie de politburó muy agobiante. Solo falta que nos torturen y nos expriman hasta la última gota de nuestra sangre. Pero siempre que sea en nombre de la libertad y de la democracia. No faltaría más… o Mas.

No era la democracia el gobernar para el bien de todos los habitantes de un país ¿? Porque se ha convertido en una forma de gobierno de unos pocos o muchos pero para el bien de unos pocos, en lugar del bien de todos ¿?.

Estamos hundiendo nuestro entorno. Nuestros habitantes ya no pueden ni vivir, ni comer, ni guarecerse de la lluvia y de los elementos en una vivienda digna. Donde está la tan cacareada democracia ¿?. Y donde están los derechos de educación , vivienda, trabajo y un largo etc., etc.

Solo existen los derechos de manifestarse, de huelga, de protestar, de ser insolidarios, de poner la zancadilla a todos, sean del pelaje que sean. Pero lo que es evidente es que los ciudadanos menos culpables han de soportar todos los inconvenientes y problemas, sin poder ni decir esta boca es mia : No sea que un sindicalista liberado le rompa la cara. Perdón : Le informe de forma contundente. Quería decir…

Como este proceso está durando ya más de cinco años, (Este año que se inicia será ya el sexto y posiblemente no sea el último), debemos de ser creyentes en la bondad de nuestro ser supremo, sea de la religión que sea, para pensar que este año de 2.013 será lo mejor posible, dadas las circunstancias. Al menos que no sea peor. No lo resistiríamos.

No hay ningún precedente de que una crisis dure eternamente. Siempre ha terminado cuando los ciudadanos normales, sin fortuna, pero con ideas, han iniciado una senda de crear y trabajar para el bien de todos. No esperemos que nos lo solventen ni los ricos. Ni los políticos. ni los sindicalistas. Todo depende de nosotros. Los pobres y sufridos trabajadores que de tanto sufrir y trabajar enderezan las cuentas del estado y su administración.

Hasta que no se inicie la creación de empresas por los potenciales emprendedores y no sé pueda dar trabajo a los potenciales trabajadores, no seremos de nuevo un país, nación, o pueblo próspero. En eso al menos tienen razón los poderosos, ricos, políticos, sindicalistas. Y no se cansan de decírnoslo a todas horas. Nosotros tendremos la culpa de que nos aprieten más y más el torniquete alrededor de nuestro pobre cerebro.

No me refiero a que sean emprendedores políticos, ni que sean trabajadores públicos. Me refiero a los que darán el callo por el país, en lugar de hundirlo, como hemos visto en estos más de cinco años de crisis galopante.

Seguramente de no habernos metido los políticos en los gastos faraónicos que nos metieron,  sin posibilidades de realizar los pagos, cuando tocaban pagarnos, no habrían cerrado por quiebra las más de 400.000 empresas y autónomos. Si las entidades públicas hubieran cumplido con los pagos que prometieron pagar en su momento, no habría ni mucho menos esta grave crisis. No habrían cerrado tantas y tantas empresas dejando en la calle a millones de trabajadores.

 Digo trabajadores normales y corrientes. De los otros no han dejado su puesto de trabajo ni uno. Los funcionarios, políticos y sindicalistas siguen teniendo su trabajo para siempre. Nadie los dará de baja. De por vida son necesarios, aunque no se sepa que hacen.

Este año que se inicia debe de ser el que nuestros políticos, sean de la facción que sean, reconozcan su responsabilidad y reduzcan sus prevendas, sus sueldos, sus amiguetes colocados en los miles y miles de empresas públicas , en las comisiones de cualquier pelaje que forman cada día en el parlamento, en el senado, en el gobierno y sus ministerios, en las autonomías, etc., etc.  y que cobran sueldos y dietas.

 Si se anularan de una vez todas las formas de vivir que tienen los políticos y los que les rodean, el país sería de nuevo un país rico y prospero. Sin reducir a todos estos mangantes será imposible salir del subsuelo en que nos han metido (Léase cloacas).

Porqué existen tantos ex algo que tienen unos gastos de oficina, secretarias, personal, y asesores, a cargo de nosotros los pobres parias de la tierra ¿?. Si ya no son nada en la vida política, porqué mantener su gasto ¿?.

Es que ya no saben vivir como personas normales ¿?

 Se les ha metido tanto en su corazón el que deben de vivir a nuestro cargo hasta el día en que les den.. el adiós definitivo en este mundo ¿?

Si es verdad que llegó el fin de fiestas para todos los habitantes de este país : Porqué no les llega el fin de su fiesta particular a ellos. Después de haberlas disfrutado, en infinidad de casos, durante toda su vida de adultos ¿? Hasta cuando esperan vivir con coche, chofer, y personal pagado por todos ¿?

Alguien en su sano juicio puede esperar vivir siempre del cuento ¿?

Solo a los delincuentes se les puede atribuir esta idea.

Pero por desgracia es la idea central de cualquier persona que se inicia en el mundo de la política.

Si quitamos a los niños y los ancianos tenemos unos millones de personas en edad de trabajar.

Cuantos de estas personas en edad de trabajar están en realidad viviendo a costa de todos nosotros ¿?

Debería de hacerse un estudio bien mesurado de esté problema enquistado en nuestra sociedad. De su resultado dependería sin lugar a dudas el iniciarse una reforma de nuestra forma de entender nuestro mundo laboral.

Sin una revisión a fondo de nuestro sistema laboral no es posible que seamos un país competitivo y entremos de nuevo en el grupo de países que más tiran del carro en el mundo.

Siempre es preferible ser un país que tire del carro que ser un país sin nada que ofrecer al resto del mundo.

En fin. Que podemos hacer si somos así : Quizás intentar cambiarlo no sería mala idea ¿?

Fin de fiestas.

Iniciemos una nueva manera de vivir. Demos el callo y consigamos levantar el país (Aunque haya muchos que no se lo merezcan). Hagámoslo por nosotros, nuestros hijos y nuestros descendientes en general. Ellos si que nos lo agradecerán.
 
El Abuelo cabreado

 

 

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