Desde hace ya muchos años que he deseado regresar al pasado.
Desde hace muchos años añoro las historias para niños de Peter Pan, Campanilla, el capitán Garfio y los niños huerfanitos de la serie de dibujos animados.
Mis hijos fueron felices con estas historias y muchas otras que les introdujeron en paraísos de felicidad y buen rollo.
Con los años se han ido transformando los dibujos animados y nosotros mismos, de forma ha cada vez más solo podemos ver dibujos de distintas nacionalidades pero siempre con un denominador común de violencia, de crispación de malos tratos, peleas, dibujos en que lo malo es cada dia peor, sin solución de continuidad.
Parece que solo la violencia y los malos tratos y los odios y las grandes catástrofes y los sistemas más infernales, sean lo único que interesa de introducir en las mentes vírgenes de nuestros hijos y nietos. Para que se acostumbren desde bien pequeños a la sociedad que entre todos hemos creado. Sin pizca de buenos sentimientos, de bondad y de ser mejores cada día. Sino al contrario, cada vez más agresivos, con menos bondad en nuestros corazones, con más agresividad a todo nuestro entorno.
Como muestra podemos ver las series de Gornittis, de dibujos de procedencia japonesa, China, otras cuales quiera de nuestro entorno, en las cuales siempre salen escenas de terror, de crispación de odio, de necedad, de ser horribles y de crear malas consecuencias con nuestros hijos y nietos.
Cuando unos dibujos animados para infantiles son tan nefastos para el público a que van destinados, solo se les ocurre a nuestras autoridades indicar que sean programadas en horas protejidas…
Protejidas de qué ¿?
No existe ningún control de horarios protejidos. En cualquier hora del día nos introducen en nuestras casas, o sea, en nuestras televisiones, lo que les da la gana. Sea para adultos, sea para listos, sea para tontos, sea para niños, sea para abuelos, etc., etc.
Cómo podemos saber que una vez estamos viendo un canal no nos ofrecerán imágines poco aptas para nuestros niños. Sean anuncios, sean propaganda de lo que nos darán en otras horas, o sean escenas de violencia, de asesinatos, de cualquier otra forma de anunciarnos las cosas que tienen programadas.
Por todo esto creo que debería de establecerse una hoja de ruta para las emisiones con imágines poco edificantes y que no debieran de estar al alcance tan fácilmente de los niños no fueran emitidas en horarios que es muy normal que lo estén viendo .
Los padres y abuelos podemos hacerles comprender que no deben de ver ciertas cosas, por su corta edad. Pero no podemos estar constantemente pendientes de que nos introduzcan en nuestras casas cosas no buenas en según que edades.
Añoro los tiempos en que se podía estar tranquilo y nuestros pequeños no serian sorprendidos de forma indiscriminada con comentarios, imágines y historietas nada aconsejables para ellos.
Por todo esto empecé este comentario con el título del País del Nunca Jamás.
Parece como que en nuestra sociedad actual se haya perdido la ilusión en soñar.
Parece como que en nuestra sociedad actual no busquemos la felicidad.
Parece como que en nuestro país cada vez estemos más alejados del mítico País del Nunca Jamás.
Si pudiéramos todos los habitantes de España regresaríamos a dicho país.
Pero no nos dejan hacerlo, por si nos gustara más estar en él que en el nuestro.
Si en algún momento de nuestra vida hemos deseado ser nosotros mismos, se nos ha desvanecido inmediatamente por todos los problemas en que estamos inmersos.
Si pudiéramos, haríamos un pase mágico de polvo de estrellas, como la protagonista de Peter Pan llamada Campanilla y que nos entrara en una nueva forma de entender nuestra vida y seguir soñando con que algún día seremos muy felices.
Hoy en Abril del año 2.012 este sueño es imposible, ni de intentar hacerlo realidad, ni de intentar formar algo parecido a un país de futuro mejor, de gran posibilidad, ni de nada de nada.
Hemos sido secuestrados por las formas diabólicas de personas que solo desean su bienestar y les importa un comino lo que necesitamos todos los ciudadanos : Un trabajo, una casa, una familia decente, un futuro más o menos despejado.
Pero sólo nos están proporcionando una deformación de buen ciudadano, del buen gobernante, del buen estudiante, del buen profesor, del buen empresario del buen sindicalista, del buen padre, madre, abuelo, abuela, sobrino, sobrina, tio, tia, suegro, suegra. O sea : de todos y cada uno de nosotros como ciudadanos de un país en caída libre.
Si nuestros gobernantes no saben solucionar nuestros problemas, quizás deberían dejarlo en manos de los ciudadanos de a pié.
Todos tenemos nuestras ideas de cómo hacer algo a favor de nuestros conciudadanos, pero no tenemos medio de ponerlo en marcha. Quizás sea el tiempo de tomar la iniciativa y demostrarles a los políticos que algo se puede hacer bien en nuestro país.
En lugar de ahogar cada vez más a las pobres gentes que integran nuestro país, quizás lo más racional sería crear de una vez los medios para que todo el mundo pudiera crear su propia vida, su propia empresa, su propio trabajo, su propio entorno de supervivencia : Como en una sociedad autosuficiente para vivir y desarrollarse.
No hace falta tantos y tantos cerebros pensantes, que nos cobran miles y millones de euros para no hacer nada positivo.
No hace falta que hayan tantos y tantos políticos si no saben que hacer para que nuestro país sea realmente una sociedad civil que se desarrolle y siga la vida natural de cualquier conjunto humano.
No hace falta tanto y tanto tiempo de discusión entre todos los políticos si al final no llegan a ningún acuerdo y la sociedad civil ha de tomar las riendas de su propia vida para poder subsistir, al margen totalmente de nuestros gobernantes, sindicalistas, banqueros, etc., etc.
Quizás deberíamos volver al trueque. El sistema que funcionó durante muchos miles de años.
Quizás deberíamos empezar a tomar cada uno sus propias decisiones sin esperar a que otros tomen las decisiones por nosotros.
Decisiones, que cuando las toman, son siempre en contra de nosotros los ciudadanos comunes.
O existe una diferencia muy grande entre que nos digan lo que debemos hacer y lo que desearíamos tener que hacer ¿?
Si que existe una muy gran diferencia.
Nosotros no perjudicaríamos a ninguno de nosotros. Intentaríamos tener todo controlado, sin grandes beneficios, sueldos, sueños irrealizables.
Al contrario de los que mandan que solo saben que reclamarnos sacrificios y ellos se mueven en unos términos de grandeza, de riqueza, de acumulación de riquezas, sin límite alguno.
Pero siempre sus delírios nos empobrecen, aunque nos los venden como que es lo mejor para nosotros los pobres y miserables que no nos podemos autodirigir solos : Nos deben de dirigir ellos. Y solo ellos.
No comprenden todos los políticos que si un país se hunde salen muy mal parados todos ellos¿?
Creen que se dará la culpa a unos y que los otros de enfrente serán premiados ¿?
No ven que un país es lo que desean sus gobernantes ¿?.
Quién es capaz de realizar algo que mueva hacia un lado o hacia otro los derroteros que toma un país por voluntad de los políticos que gestionan la cosa pública ¿?. Nadie puede sacarnos de este marasmo. Solo los políticos que sean capaces de ello y lo quieran hacer para el bien de los habitantes del país.
Mientras no exista está idea básica de que todos los que se dedican a la política están involucrados en crear los parámetros justos para que el país funcione bien y nos conduzcan de forma coherente, no lograremos salir de este espiral de errores en que estamos inmersos.
Se que para un político es vital tener asegurado el voto de los ciudadanos, pero solo pensando en el dichoso voto nos han conducido a límites de desastre nacional.
Ya es hora de que se dejen de ambiciones personales y actúen en bien del país y de todos sus ciudadanos, sin distinción del color del voto, de la creencia e ideología política, o de si somos de distintos colores, estaturas, lenguas, o formas de nuestro cuerpo.
Desde hace muchos años se está recordando por parte de destacados personajes del mundo político, sindical, económico, etc., etc. que España se pudo estructurar al inicio de la actual democracia, con lo más normal del mundo : Con un gran pacto entre todas las fuerzas políticas, sindicales, económicas y de entidad varia. Fueron los ya célebres Pactos de la Moncloa.
Todos renunciaron a sus apetencias personales para crear una forma de iniciar el gran despegue de la nueva democracia.
Todos dejaron de lado este mezquino del “ Y tu más” que existe desde hace ya muchos años. Más de los que podemos tolerar los ciudadanos de a pié.
Sin una clase política que esté dispuesta a sacrificios en aras de conseguir un más y mejor bienestar para todos los ciudadanos, sean sus votantes o no, España no tendrá futuro. La intervendrán desde Europa y seremos una tecnocracia al estilo de Grecia Italia y Portugal.
Entonces nos queda la pregunta más inteligente que hacer : Para qué queremos pues a nuestros políticos si nos mandarán otros de fuera de nuestra gran y antigua nación ¿?
El Abuelo cabreado
No hay comentarios:
Publicar un comentario