martes, 17 de enero de 2012

LA CORRUPCION NO SABE DE NACIONALIDADES!!!


Los italianos indignados. Su clase política pide sacrificios, pero ellos ostentan despilfarros
Esta es una de las fotos que han enardecido los ánimos de los italianos. Mientras el gobierno pide sacrificios a su población, su clase política demuestra lo contrario, ostentación de lujos y derroches. En la foto de la revista Chi, vemos al presidente de la Cámara de Diputados de Italia, Gianfranco Fini, disfrutando de unas vacaciones de fin de año. Lleva el sugestivo título de El descanso del guerrero.

El escándalo ha vuelto a salpicar a la clase política italiana. Mientras el Gobierno de Mario Monti pide sacrificios a sus ciudadanos para hacer frente a la crisis que vive el país, sus políticos pasan sus vacaciones de Año Nuevo cubiertos de lujo en las islas Maldivas.

Importantes nombres como Renato Schifani, presidente del Senado, Gianfranco Fini, presidente de la Cámara de diputados (aunque no compartió la misma isla), Pier Ferdinando Casini, líder de Unión de Centro Democrático, Francesco Rutelli, senador y ex presidente del Comité Parlamentario para la Seguridad de la República, o Stefania Craxi, política italiana que fue viceministra durante el Gobierno de Silvio Berlusconi.

Como se puede ver en las imágenes publicadas por el semanario ‘Oggi’ y por ‘Chi’, estos políticos disfrutaron, acompañados de sus mujeres, hermanas e hijos, de unas lujosas vacaciones codeándose con estrellas del fútbol, como Christian Panucci o Francesco Totti.



Según el semanario, deportistas y políticos se cruzaron varias veces en el restaurante del hotel, aunque no hubo más relación que un saludo cordial. Lo que sí se ha podido ver es a los políticos italianos disfrutando de una copa de champán, paseando por las paradisiacas playas de la isla Madhiriguraidhoo o disfrutando de un buen baño de sol.

Una forma de despedir el año y recibir al nuevo que cuesta en torno a los 550 dólares la noche por persona. Sin embargo, estos políticos no se conformaron con esto y prefirieron ir a todo gas y alojarse en las villas que tiene el Palm Beach Resort y pagar entre 2.550 dólares y hasta 5.700, según ha informado el diario italiano ‘Corriere della Sera’.

Razones más que suficientes para provocar la indignación de los ciudadanos italianos, que mientras ven como su Ejecutivo les exige cada vez más y más esfuerzos y les implanta más recortes, sus políticos se gastan cantidades indecentes de dinero en unas vacaciones.

El que no sabe es un imbécil. El que sabe y calla es un criminal". Bertolt Brecht
Insultos y gritos contra Fini por revelar que la esposa de Bossi se jubiló con 39 años
Corrupción a la italiana


Se llama Manuela Marrone, era maestra y con 39 años decidió jubilarse. Desde aquel lejano día de 1992, y han pasado 19 años desde entonces, cobra una pensión de jubilación de las arcas del Estado italiano. Con el detalle de que Manuela Marrone es la esposa de Umberto Bossi, el líder de la Liga del Norte que con tan encendido fervor se opone a una reforma en profundidad del sistema de pensiones del país.
Gianfranco Fini, presidente de la Cámara de los Diputados y líder del partido Futuro y Libertad, tuvo el lunes por la noche la osadía de citar el ejemplo de Manuela Marrone en un programa de televisión al hablar de los ‘baby-jubilados’, como se conoce en Italia a aquéllos que se retiran del trabajo para cobrar una pensión siendo aún jóvenes y estando en edad de ganarse el pan.
Un comentario que, evidentemente, no ha gustado nada a los miembros de la Liga del Norte, el partido que lidera Bossi. La prueba es que esta mañana, varios diputados de la Liga del Norte la han emprendido a gritos y a insultos contra Gianfranco Fini. Hasta el punto de obligar a suspender durante algunos minutos la sesión.
Todo comenzó con una intervención de Marco Reguzzoni, el portavoz de la Liga del Norte en la Cámara de los Diputados, quien tomó la palabra para quejarse de que Fini hiciera referencia a la esposa de Bossi. “Es inoportuno que el presidente de la Cámara de los Diputados haga política y participe en transmisiones de televisión”, se quejaba. “No toleraremos violencias e injusticias”, hacía saber a grandes voces. “Dimisión, dimisión”, comenzaron a gritar los miembros del partido de Bossi pidiendo la cabeza de Fini como presidente de la Cámara de los Diputados.
Por su parte Fini, ex aliado político de Berlusconi hasta que en julio del año pasado decidió romper con él, ha permanecido bastante impasible y se ha limitado a señalar que el Parlamento no era la sede en la que podía dar una respuesta a esas acusaciones políticas, señalando que, si lo hiciera, sí que podría ser acusado de partidismo.

Pero los insultos, los gritos y las recriminaciones habían alcanzado tal nivel que sólo la intervención de los empleados ha evitado la pelea. Mientras que Fabio Granata, de los bancos del Grupo de Futuro y Libertad, gritaba en contra de los miembros de la Liga Norte, su compañero Claudio Barbaro se levantaba, se dirigía a los bancos de la Liga y estuvo a punto de levantar las manos y agarró del cuello a Fabio Raineri.
En ese momento le fue bien a Rosy Bindi, en calidad de vicepresidenta de la Cámara de los Diputados, suspender la sesión. Y pedir perdón a algunos chavales que asistían desde la tribuna de invitados al debate parlamentario. “Perdón por el espectáculo tan poco edificante al que habéis asistido“.

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