martes, 21 de junio de 2011
UNA VIEJA HISTORIA
Los hermanos De la Vega hacen negocio inmobiliario gracias a Franco
El Semanal Digital
La vicepresidenta del Gobierno vuelve a estar en el ojo del huracán por motivos económicos personales ajenos a su labor política. No es la primera vez que el clan salta a los medios.
Los hermanos De la Vega vuelven a copar los titulares de los medios por motivos económicos muy alejados de la labor política de la vicepresidenta primera del Gobierno. Y es que la mano derecha de José Luis Rodríguez Zapatero, y su hermano Jesús Fernández de la Vega pudieron haber aprovechado el puesto de funcionario del Ministerio de Trabajo en el franquismo de su padre Wenceslao para sacar rédito inmobiliario, según informa este jueves La Gaceta.
De hecho, De la Vega es propietaria de un piso situado en la madrileña calle de Hernani cuyo valor actual se aproximaría a los 600.000 euros, mientras que su hermano Jesús tuvo otra casa en la misma finca que vendió en 2002 por 420.708,478 euros.
Hasta ahí, nada fuera de lo normal, si no fuera porque ambos pisos (con una superficie total de 128 metros cuadrados cada uno) están dentro de un inmueble expropiado a sus legítimos dueños durante el régimen de Francisco Franco, y que fue vendido posteriormente por el Ayuntamiento de Madrid al Patronato de funcionarios del Ministerio de Trabajo, según consta en sendas inscripciones del Registro de la Propiedad número 6 de Madrid.
Según el diario, los hermanos De la Vega se convirtieron en propietarios de los inmuebles gracias a que su padre era abogado-inspector de Trabajo y desempeñaba sus tareas como funcionario en el ministerio del ramo, trabajo que posteriormente también desempeñaría Jesús.
La finca de la discordia tiene una extensión de 3.913 metros cuadrados y fue expropiada en la década de los años 60 por la Comisión de Planeamiento y Coordinación del Área Metropolitana de Madrid (Coplaco), dentro del llamado "ensanche de la Castellana".
En cualquier caso, lo que queda demostrado es que a los hermanos De la Vega les gusta hacer negocios juntos. Así, no es la primera vez que protagonizan una noticia de este tipo. En enero del año pasado saltó a los medios que el pequeño imperio eléctrico que creó la familia en la década de los ochenta había crecido como nunca y sus beneficios prácticamente se habrían duplicado desde que María Teresa se convirtiera en vicepresidenta del Gobierno.
Se informaba entonces de que en el holding empresarial Hidroeléctrica Vega también llegó a participar el padre de la vicepresidenta y que posteriormente lo encabezó, entre otros, su hijo Jesús, que fue director corporativo de Recursos Humanos de Repsol.
Precisamente por su labor en Repsol, los hermanos volvieron a colocarse en el ojo del huracán. Tanto es así, que Jesús presentó en noviembre de 2008 su renuncia "irrevocable" al cargo de director gerente de la Fundación Repsol para evitar que su nombre pudiera ser utilizado para "empañar" la reputación de la empresa o "dañar" la trayectoria de su familia. De hecho, las especulaciones sobre un posible caso de enchufismo se extendieron por todos los medios nada más conocerse la noticia.
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