miércoles, 8 de junio de 2011

LOS GUSANOS DE SEDA....

Los Niños y las Mariposas de Seda: Víctimas de un Cruel Comercio
IVU News - Num. 3 - 1998 - English

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Cuando Sargunam necesitó 5,000 rupias (150 dólares) para pagar una operación para extirpar su útero, hizo lo que por generaciones ha estado haciendo la gente de su aldea cerca de Kancheepuram - hipotecó a su hijo de once años Ravi Kumar para obtener el dinero. Igualmente, Chinakuzhantha, de 38 años, empeño a su hija de 12 años Ramani para pagar los gastos médicos de su esposo. Anteriormente, había hipotecado a su hijo mayor para saldar otras deudas.


Leela pidió prestadas 2,000 rupias (60 dólares) para poder reparar su casa. Como contrapartida, ofreció a su hijo de diez años Muthu y lo comprometió a trabajar doce horas al día en una de las unidades locales de telares de seda para pagar su deuda. Su labor consistía en estirar las urdimbres del telar y alimentar manualmente los hilos para hacer los intrincados diseños de los saris de seda, ganando la miserable cantidad de 10 rupias (30 centavos) al día.
Es fácil conseguir dinero 'anticipado' a cambio del trabajo infantil en la floreciente industria de la seda de Kancheepuram en Tamil Nadu. Como la cantidad que se ofrece - entre 60 y 450 dólares - es más alta que en cualquier otra industria, los padres se sienten fácilmente alentados a arrendar sus hijos como algo rutinario.




La mayoría de las familias que nutren el mercado de trabajo de menores se encuentran por debajo de los límites de pobreza, pero la razón principal de este anacronismo es la avaricia y no la pobreza. Las madres siempre expresan remordimiento y arrepentimiento, pero la mano de obra infantil barata continúa. "Mi esposo gana tan poquito y tengo dos niños más pequeños que alimentar," fue la explicación de Kannimma por haber empeñado a su hija Satya, de doce años, por el equivalente a 60 dólares. Según The Times of India, en Jammu y Kashmir los contratistas estafan a los campesinos comprando los capullos de seda por tan sólo 150 rupias (4 dólares) por kilogramo.
Aquellos con intereses creados indudablemente argumentan que la pobreza se incrementará si la gente deja de comprar seda. Pero si tal patronato a lo largo de las generaciones hubiera mejorado el estandar de vida de los pobres, estas personas no continuarían sentenciando a sus pequeños hijos a largas jornadas de trabajo por cantidades tan miserables.

Tanto si tienes un hijo de doce años como si no, te instamos a que dejes de usar la seda de Kashmir o cualquier otra seda de Kancheepuram, y recomendamos enérgicamente el uso de otros materiales para evitar dañar a ambos los gusanos de seda -una de las criaturas de Dios más pequeñas- y a los niños desafortunados cuya servidumbre y esclavitud nos empequeñece a todos.

El nuevo folleto informativo de Beauty Without Cruelty (Belleza sin Crueldad) llamado "The Silk Moths Undoing" describe cómo millones de gusanos de seda son matados por la industria de la seda: para obtener un gramo de seda hilvanada 15 gusanos de seda son hervidos vivos dentro de sus capullos. El folleto tambien lista materiales y productos que contienen o no contienen seda. Cualquiera que se preocupe por el daño y por las serias implicaciones éticas involucradas en la producción de la seda y que quiera recibir una copia gratuita de este folleto, en inglés o hindú, debe mandar el equivalente de un sello postal a: Beauty Without Cruelty, Post Box 18, Pune 411001, India.

[Adaptado de “Children Mortgaged for Money (Niños Hipotecados por Dinero)” de Purnima Toolsidass, publicado en Compassionate Friend (Amigo Compasivo) por Beauty Without Cruelty (Belleza Sin Crueldad), India.]

¿Qué hay de malo en la Seda?
Es costumbre hervir los capullos que contienen la larva viva de la mariposa para obtener la seda. De esta manera se obtienen hilos de seda más largos que si se permitiera salir a la mariposa. Los gusanos de seda indudablemente sienten dolor y se retuercen y contorsionan cuando son heridos.




El Moderno Comercio de Esclavos y la Explotación Animal:
su origen común es la avaricia humana.


Aunque la esclavitud teóricamente fue abolida hace cerca de 200 años, millones de seres humanos -así como un sin número de miles de millones de seres no humanos- continúan siendo tratados e intercambiados como si fueran la propiedad personal de otras personas sin consideración alguna a sus derechos.


Según la Coalición del Sur de Asia sobre la Servidumbre Infantil, 80 millones de niños han sido secuestrados o forzados por sus propios padres a la esclavitud para saldar las deudas familiares o como pago de préstamos con altos intereses. Ya sea para ganar dinero fácilmente, por servilismo sexual o para trabajos forzados, no sólo millones de mujeres sino también niños de tan sólo 6 a 8 años continúan siendo vendidos y forzados a una relación feudal impuesta por las condiciones de trabajo que se dan en las fábricas de alfombras, el comercio de la seda y otras industrias sin escrúpulos que los explotan.
La insensibilidad y avaricia humana que permite que niños de 5 a 12 años trabajen en las fábricas de alfombras de los estados hindúes como Bihar, que dos millones de niños sean víctimas del comercio internacional de prostitución infantil en Bangladesh, Cambodia, Tailandia, las Filipinas, India, Nepal y Sri Lanka, como también en América, Europa y el Oriente Medio, que permite que adolescentes sean sometidos a trabajos forzados en condiciones infrahumanas en Asia, Africa, y Latinoamérica, claramente demuestran que cinco siglos después del florecimiento del tráfico de esclavos a principios del siglo XVI, la continua explotación de seres humanos, empezando con las mujeres y los niños, así como nuestro propio futuro, se mantiene inextricablemente relacionada con el destino impuesto egoístamente sobre esas otras víctimas - los animales desesperadamente explotados por su carne, su piel y otros productos innecesarios que los humanos en su vanidad los consideran más preciados que la vida misma.

Hasta la primera mitad del siglo XIX el tráfico de esclavos, tan lucrativo para países como Holanda, Portugal, el Reino Unido, Francia, España, Dinamarca, Suecia y los Estados Unidos, transportaban gran número de personas a través del Atlántico. Hoy en día, la mayoría de los nuevos esclavos son mujeres y niños incapaces de liberarse de las condiciones infrahumanas y de las largas horas de trabajo impuestas por sus amos - mientras las naves de esclavos modernas continúan ejerciendo su maldito negocio, atestadas de seres inocentes destinados a la exterminación en las fábricas de la muerte del supuesto mundo civilizado.

-- Francisco Martín



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Traducido por Karla Torres

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