2005
CONMOCIÓN EN PARAGUAY TRAS EL CRIMEN DE LA SECUESTRADA
Cecilia Cubas murió asfixiada
Los captores arrojaron el cuerpo de la hija del ex presidente en un túnel. Hay crisis en el gobierno. Se refuerza el vínculo con la guerrilla colombiana.
FUENTES: EFE, TELAM-SNI, ABC DE PARAGUAY Y REUTERS
Luego de casi 150 días desde que la secuestraron, Cecilia Cubas, hija del ex vicepresidente de Paraguay Raúl Cubas, fue hallada asesinada antenoche, y los primeros datos de los forenses confirmaron ayer que murió asfixiada hace por los menos un mes. Tras su muerte fue arrojada a un túnel de dos metros y cubierta con cal, según la investigación judicial.
Ante el estupor que generó la noticia en el país, el gobierno del presidente Nicanor Duarte Frutos prometió perseguir a los responsables, mientras que la familia Cubas pidió la pena de muerte para los captores. En el frente investigativo se reforzó el vínculo entre el grupo izquierdista paraguayo, a quien se le atribuye el secuestro de la joven de 31 años el pasado 21 de septiembre, y la guerrilla colombiana conocida como las FARC.
A poco de hacerse público el hecho, se encendió una crisis dentro del gobierno paraguayo, ya que la casa donde Cecilia estuvo secuestrada está muy cerca de la residencia de los Cubas y porque hace meses funcionarios del lugar habían denunciado movimientos raros en la zona, pero la pista fue pasada por alto por las autoridades policiales.
El cadáver de Cecilia Cubas fue encontrado en avanzado estado de descomposición, con una cinta de embalar que le tapaba la boca y la nariz, en una fosa unida mediante un túnel al patio de una vivienda que fue allanada por la Policía en el municipio de Ñemby, aledaño a Asunción.
Los peritos descartaron que la chica haya sido enterrada con vida y también que su muerte haya sido violenta pues el cuerpo no tenía fracturas de huesos ni heridas de bala o arma blanca.
Pasada la medianoche del miércoles, los expertos confirmaron que el cuerpo hallado en la fosa era el de Cecilia Cubas tras identificar particularidades físicas de la joven, como un tatuaje en la zona lumbar, una cirugía mamaria y prótesis dental.
En la vivienda también hallaron un video sobre secuestros extorsivos, chalecos antibalas, elementos que sirven para hacer explosivos caseros, antenas, "cabellos rubios teñidos", restos de alimentos y ropas quemadas.
Cecilia fue secuestrada el 21 de septiembre pasado en una operación en la que, a punta de pistola, un grupo de hombres interceptó su vehículo a 50 metros de su residencia en San Lorenzo, municipio contiguo a Asunción.
Los secuestradores y la familia mantuvieron en secreto la marcha de las negociaciones y el pago en noviembre de una cantidad que rondó entre 300.000 y 800.000 dólares de un monto exigido de 5 millones de dólares.
En diciembre la comunicación entre los captores y la familia Cubas se suspendió y el mes pasado los familiares hicieron un desesperado pedido público de liberación de Cecilia, que nunca se cumplió.
Ayer, el presidente paraguayo Duarte Frutos denunció que los asesinos de la joven son criminales que actuaban disfrazados de políticos, en directa alusión al izquierdista partido Patria Libre, y prometió castigo para los responsables.
Este pavoroso crimen tocó muy de cerca al poder, al parecer, por ocultamiento de pruebas y desviación de pistas. Ayer se anunció la renuncia del jefe de Policía, comisario Carlos Zelaya, y del ministro del Interior, Nelson Mora, pero hasta anoche ninguno de los dos la había hecho efectiva.
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