martes, 14 de julio de 2009

EL FATAL DESTINO DE UNA FAMILIA !



El fallecimiento de Rayan sobresaltó ayer doblemente a los españoles puesto que ya era tristemente conocido por las circunstancias de su nacimiento.
LA CORTA VIDA y la trágica muerte de un bebé llamado Rayan en uno de los mejores hospitales de Madrid es una de esas noticias espeluznantes e increíbles, tanto por la magnitud del drama de una familia como porque en un país del primer mundo, con una atención sanitaria avanzada, es muy difícil asumir que una enfermera titulada confunda una vía intravenosa con una sonda nasogástrica. El fallecimiento de Rayan sobresaltó ayer doblemente a los españoles puesto que ya era tristemente conocido por las circunstancias de su nacimiento. Su madre, Dalilah, de origen marroquí, ingresó embarazada en el Gregorio Marañón y le fue detectada la gripe A. Ante la gravedad de la paciente, los médicos le provocaron el parto y nació Rayan, sietemesino, un día antes de que su madre se convirtiera en la primera víctima mortal de la gripe A en España. El bebé -lógicamente en la UCI- evolucionaba bien, libre del virus, hasta que ayer el director del hospital informó que «un terrorífico error» médico le había matado. El centro asumió todas las responsabilidades y achacó el fallecimiento, de acuerdo con los datos facilitados hasta el momento, a que la enfermera de guardia se equivocó al alimentar al bebé.
Tanto la muerte de este recién nacido como los antecedentes del fallecimiento de su madre han de hacer de este caso un aldabonazo sobre la atención sanitaria en Madrid. La familia de Dalilah había denunciado reiteradamente que la joven acudió en varias ocasiones a urgencias y que la despacharon con un antipirético, sin detectar que tenía la gripe A más que cuando su estado ya fue grave. Las explicaciones que ofrecieron tanto los responsables de Sanidad de la Comunidad de Madrid como el Ministerio parecieron convincentes ya que, según los partes médicos, Dalilah sufría una dolencia previa que se le complicó debido al virus de la gripe A. Por ello, como primera reflexión, si ya en todos los casos deben extremarse los cuidados de un prematuro en una UCI, puede decirse que Rayan, debido a sus antecedentes, tendría que haber gozado de una especial atención.
La dirección del hospital anunció ayer que asume la responsabilidad «humana, profesional y patrimonial» de la muerte del bebé porque «la negligencia no tiene excusa». Es una reacción adecuada para el primer día, pero no basta. Hay muchas preguntas que se hacen los profesionales de la sanidad pública y que la dirección del Gregorio Marañón tiene que responder para que no quede ninguna sombra de duda. Tanto CCOO como el sindicato de enfermería señalaron ayer que es prácticamente imposible que un profesional cometa un error tan «absurdo y tan tonto». La enfermera supuestamente responsable de la muerte de Rayan -que ha sido apartada de su puesto junto a la supervisora- procedía de otro servicio y era su primer día con neonatos. El sindicato profesional Satse señaló que «no se pueden tener enfermeras generalistas que un día están con un neonato y otro con un enfermo cardiaco, no son chicas para todo».
No cabe descartar que, efectivamente, la muerte de Rayan se haya debido a la única y exclusiva negligencia de una profesional de la medicina. Pero los interrogantes que pesan sobre el caso son tantos que la dirección del hospital debe llevar a cabo una investigación exhaustiva y en un plazo de tiempo breve, ha de ofrecer ante la opinión pública una explicación detallada sobre las circunstancias de lo que el propio centro califica como «terrorífico error». Un país avanzado con una medicina pública de calidad no puede quedarse con la fatalidad como explicación del triste destino que aguardaba en Madrid a una familia de inmigrantes marroquíes que buscaba El Dorado y se encontró por dos veces con la muerte.
España
Mohamed, padre del bebé Rayan, tenía como "única esperanza" a su hijo tras la muerte de su mujer Dalilah
Denunciará al Hospital Gregorio Marañón
Ricardo Domínguez
lunes, 13 de julio de 2009, 22:07
Madrid.- Mohamed, padre del bebé Rayan, fallecido por un “terrorífico error” del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, y marido de Dalilah Mimouni, primera víctima de la gripe A en España, había depositado todas sus esperanzas en que su hijo saliera adelante.
“Era la única esperanza que nos quedaba”, aseguró Abdallah Dadach, el portavoz de la familia, refiriéndose al pequeño Rayan. “Hemos recibido dos palos, primero se ha muerto la madre por un descuido de los médicos de urgencias y ahora el bebé por otro error médico”.
Hace dos semanas, cuando se produjo la muerte de Dalilah, Mohamed afirmó que Rayan estaba "estable, dentro de la gravedad" y todo había estado correctamente durante el embarazo. “Tengo todos los informes de ginecología y no tiene ningún problema”, dijo.
Mohamed tenía acceso a Rayan a todas horas y sin restricciones, lo que le permitió comprobar cómo su hijo aceptaba bien el tratamiento del hospital y se iba estabilizando en su incubadora con el paso de los días.
RABIA CONTENIDA
Sin embargo, estas medidas no fueron suficientes para calmar la rabia de Mohamed, que desde el principio no dudó en culpar al Hospital Gregorio Marañón de la muerte de su esposa.
En aquella ocasión, Mohamed culpaba a “los médicos de urgencias”, que fueron quienes atendieron a su mujer Dalilah. “No le dieron el trato que se merecía. No hicieron nada para calmar sus dolores y la atendieron con una sangre muy fría. Tal y como estaba el primer día que la llevé, nadie le habría dado el alta”.
El fallecimiento de Rayan ha sido la gota que ha colmado el vaso y Mohamed emprenderá acciones legales contra el Hospital Gregorio Marañón.
A pesar de todo, como asegura Abdallá Dadach, “Mohamed está destrozado” por la doble tragedia y nada podrá reparar el daño cometido.
Por expreso deseo de Mohamed, el pequeño Rayan, que actualmente se encuentra en el tanatorio del hospital madrileño, será enterrado en la ciudad marroquí de M'diq, de donde era originaria Dalilah.

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