domingo, 26 de abril de 2009

HISTORIA DE UN FUNCIONARIO QUE CREYO EN LAS PALABRAS DE FELIPE GONZALEZ DE QUE TODOS TENIAMOS LOS MISMOS DERECHOS



Domingo, 14 de julio de 1996. AÑO VIII NUMERO 2.433PRECIO: 125 PTS. PTS.


el baúl de la Pavón


El tren de plata, qué bonito va


AURORA PAVON

El fantasma del general Franco, en batín a cuadros, con pijama a rayas y calzando pantuflas, marcaba el paso por la cubierta del Azor en las tibias noches de luna llena y siguiendo el ritmo marcial del himno de la legión --«soy valiente y leal legionario...»-, que el general tarareaba a media voz. Abajo, en el camarote de popa, González no conseguía ni deseaba dormir, quería soñar despierto y con la mayor intensidad sus momentos de gloria mientras el viejo cascarón, yate insignia de otra época, surcaba renqueante las aguas de Portugal.
Ella, la nueva doña Carmen, la de los 149 novelistas y un académico de pitiminí, dormía dulcemente, convencida del triunfo político y social de la familia, el partido, la izquierda, la democracia y la libertad. ¡Oh, «tempora»! Todo era posible y nadie se atrevería a chistar. Y aquel pobre funcionario extremeño que se atrevió a pedir el barco para una juerga particular fue deportado por las gentes del hoy promotor del suicidio colectivo de la dirección del PSOE, Rodríguez Ibarra, a más de 1.000 kilómetros de su hogar. Mientras, el nuevo general, el general González, echaba por la borda el curricán para pescar el bonito mas bonito que nunca fuera visto en la cubierta del Azor.
Ese viaje, llegar y subirse al barco, fue como lo del GAL, llegar y besar el santo del crimen y la corrupción. Y ahora no quieren mirar hacia atrás para ver todo lo que han hecho (incluida la cámara de los horrores de Interior) y todavía piensan que se van a salvar, que escaparán de la Justicia, que recompondrán el PSOE, que se cargarán IU con la ayuda del PDNI de Diego López Galindo (hay que cambiarle el nombre para que sepa con quien va), que usarán a los sindicatos y el imperio de Polanco, como palancas para «renovar la izquierda» y derribar a Aznar, seguros, ellos, de recuperar el poder en el año 2000.
La estrategia del caimán González
Ese es el plan, el gatazo González, el caimán, el ping uino, está hinchado y se viste a lo Carlos Andrés, con la camisa blanca de manga corta y bolsillo, y lleva mariconera porta puros que deja sobre la mesa de cristal. Fue el mismo día que recibieron en Gobelas a don Diego López Galindo, el nuevo traidor de IU, ¡otro Mohedano!, y socio de los jefes del GAL, la tortura, la corrupción, etc. Sí, va a ser desde allí, en la sede bis del PSOE, de Gobelas, donde han decidido planificar la reconquista del poder. Y allí están recostados sobre un nuevo juego de sofás blancos, tipo moro marbellí, como los que tenían en el patio de la Moncloa.
Mientras el caudillo González siga ahí, herido, pillado, de rehén, haciéndose el renco y el muerto, el peligro rondará. Además no está tan solo como creen algunos. Pujol es el pony de Troya que se coló en la ciudadela del PP, el regalo envenenado y corrompido de la investidura de Aznar. Y los incautos del PP todavía se sienten muy orgullosos por no investigar a fondo la corrupción del PSOE, gracias a la nueva teoría de «la subversión de la democracia» inventada por Aznar, según la cual, el Gobierno no puede investigar ni perseguir los crímenes de la etapa anterior.
Así el Gobierno de Aznar se hará cómplice y encubridor (por «razón de Estado») de los delitos del felipismo que conozca y no denuncie. Lo mismo que le pasó al cochero de Drácula, es decir a Belloch (diente de ajo), cuando llegó a las cavernas de Interior. Y ahora, ahí lo tienen, dándose codazos con Bono, Solana, Vázquez, Borrell, etc, por la sucesión, y diciendo que González es el «único que tiene autoridad moral para renovar el PSOE». ¡Autoridad moral! Belloch (tres seises invertidos), hijo, no sufras más, ya sabemos que fuiste el que dinamitó todo con Amedo y Roldán, pero no te pases de látigo, no te flageles más, ¡boyardo de inhóspita mirada!
Los del PP siguen con el borrón y cuenta nueva. No quieren investigar la corrupción, el AVE de plata y oro, y se niegan a entregar a los jueces limpios los papeles del CESID. Y no para tener al gatazo González cogido por el rabo, sino para que el pleno de la Sala Segunda del Supremo, que pronto se reune para deliberar, no disponga de todas las pruebas y se agarre a un clavo ardiendo -sería el imperdonable final del Supremo- para no llamar a González a declarar. Siguiendo la doctrina inaceptable -sobre el valor de las confesiones- que Móner quiso imponer a sus compañeros de Sala desde el diario felipista. Ese es el truco y no las mentiras que cuenta, con tanta facilidad como se enamora, Alvarez Cascos sobre las papeles del CESID y de los GAL.
Se pasan las páginas, se echan borrones, y sobre los restos del felipismo aparece el aznarismo, o la herencia del ayer. Nada de cambio democrático, nada de libertad de expresión de verdad, nada de Parlamento, ni de jueces independientes. El aznarismo es «el felipismo sin crispación». Otro régimen, de menor cuantía aún incipiente, de pactos y repartos, sin controles democráticos pero sin corrupción a borbotones, ni crímenes a granel, partitocracia «light» a ritmo de bolero, comparado con el «hard rock» de la etapa anterior.
Mas, ¡cuidado con el pequeño Aznar!, que no hizo la mili y quiere un ejército profesional, y meternos de bruces en la desvaída OTAN. Cuidado con el tío del bigote, que ya le he pillado con la mano en la sien haciendo un saludo militar a los «picoletos» de la Moncloa, o a las tropas de Bosnia, como si fuera un teniente general, o el presidente de los Estados Unidos, que es además comandante en jefe del ejército. Está entrando en el síndrome de la Moncloa y ve Maastricht como si él fuera el Gran Capitán al frente de los tercios, en pos de la conquista de una simbólica ciudad que, todo hay que decirlo, no está lejos de Waterloo.
No quiero cansar ni aburrir. Pero es mucho más importante que se haga Justicia con el GAL y la corrupción, que trabaje el Parlamento (e investigue el AVE), que se recuperen las maneras y la cultura democrática y que suban los niveles de libertad de expresión, que llegar a Maastricht con la lengua fuera, la tensión social, el felipismo redivivo, cabreada media España y confusa la otra mitad. Y es que al sargento Aznar, que aún no sueña despierto en el Azor -sus desvelos los decora Porcelanosa a la orilla del Mediterráneo- empieza a sufrir la fiebre de la pompa internacional (atención a los próximos asuntos de Matutes). Quiere ser el jefe de la tercera potencia europea -con el récord en paro- y de la séptima mundial -sin industria, ni tecnología- quitándole a Italia el sillón del «G7» para sentarse él, Aznar, pequeño emperador, séptimo del mundo y tercero de Alemania.
La pinza, la catarsis, el otro gobierno posible, IU-PP, debió limpiar la España felipista, con un plan de democratización a ocho años vista. Y ahora, por separado, PP e IU se pueden estrellar en el año 2.000 y a las puertas de Maastricht. Si el Gobierno no llega a la hora lo pagará como fracasado, y si llega mal y con la bronca política y social -uniendo a la izquierda IU-PSOE, que suman 12 millones de votos- también perdería porque no tendrá tiempo de disfrutar esas ventajas que dicen que trae Maastricht. Y el Frente Popular sacaría el doberman de verdad y ganaría las elecciones. Cuatro años no dan para nada. Pueden ser un paréntesis en el felipismo y nada más.
Izquierda limpia e izquierda sucia
Aznar tiene pendiente la recuperación democrática y Anguita la recuperación de la Izquierda. IU y sindicatos no pueden dejar la «izquierda limpia» en manos de la «izquierda sucia» felipista. Si lo hacen y Aznar abandona el centro -empujado por la «banda conservadora» que domina su actuación, Pujol Arzallus, Chirac, Kohl-, el felipismo tendrá otra gran oportunidad a lomos del tándem González-Polanco, que nada tiene que envidiar al de Craxi-Berlusconi, y que controla el centro izquierda en lo político, ideológico y cultural, a la espera que el PP les pase las páginas de la corrupción y el GAL
¿Quien compite en el centro izquierda con el gran meollo felipista-polanquista? Nadie, el vacío está ahí y seguirá mientras el PP vira a estribor convirtiéndose en el partido conservador y olvidando que sólo 300.000 votos les separaron del PSOE, en pleno festival del GAL y la corrupción. Y a no perder de vista a Pujol, que cambia de caballo con la misma facilidad que Gallardón quien acaba cumplir un año de gestión y fracasos sin par, como justo pago a su intento fallido de parvularia ambición y clara traición: el caballo Remondo cojo, el Goya falso, la Salgado destituida, Cablevisión aplazada, Telemadrid en venta, Terceiro al borde de Caja Madrid, y su «compi» Barrionuevo hasta las cejas. ¡Menudo carrerón! Y Scalfaro no lo condecora porque prefiere a Manzano.
El Azor navega por la Atlántida como en un cuento de Peter Pan, con Franco y González echando la caña, mientras Pujol y Aznar se van a la playa, de gañote, a veranear. Y España, lejana y sola como Córdoba, ahí está viajando del felipismo al aznarismo en ese tren de plata y oro que nos lleva hacia Maastricht a toda velocidad, mientras los parados, al borde de la vía, suspiran y dicen: ¡qué bonito va!.


Ahora otra reseña de otro periodico del año 1985.

Felipe González, sorprendido por las críticas a su viaje en el yate 'Azor'
El presidente del Gobierno concluyó su crucero
ALFREDO RELAÑO - Sevilla - 29/07/1985


Felipe González se encuentra sorprendido por el negativo eco que ha tenido su excursión de pesca en el yate Azor, que fuera frecuentemente utilizado durante años por el general Franco. El presidente del Gobierno, que desembarcó a última hora del sábado en Ayamonte, pasó la noche en el chalé de su hermana en las proximidades de Sevilla, y en la mañana de ayer se trasladó a Madrid para mantener diversas reuniones de trabajo. Tras pasar parte del mes de agosto en Palma de Mallorca, proyecta completarlo en algún punto de Andalucía que todavía no ha decidido según explicó ayer a El Correo de Andalucía en entrevista que publica hoy ese periódico.
La noticia en otros webs
El viaje de Felipe González a bordo del Azor se inició el pasado jueves en Lisboa, donde el presidente del Gobierno embarcó acompañado de su hermana Lola, el marido de ésta, Francisco Palomino, y el secretario general de Pesca, Miguel Oliver. Palomino ya había sido compañero en viaje de pesca de Felipe González en una reciente excursión por el mar de Alborán, entre las costas de Almería y Melilla. En esa ocasión utilizaron un barco privado, alquilado por el propio cuñado de Felipe González.El viernes recogieron. en la localidad portuguesa de Portimao a la esposa del presidente, Carmen Romero, que fue trasladada allí en helicóptero. Carmen Romero, que llevaba varios días en Sevilla, donde ha asistido a alguna representación en el anfiteatro de Itálica y al descubrimiento de un importante mosaico en Casariche, participó sólo de la última etapa del viaje.
El presidente del Gobierno ocupó su tiempo en la pesca, en las modalidades de curri y curricán, al parecer sin mucha fortuna, y se sorprendió notablemente cuando tuvo conocimiento de la impresión negativa que su excursión en el Azor estaba teniendo en la opinión pública española. La primera noticia de ello la tuvo, según comentó a un redactor de El Correo de Andalucía, en la noche del viernes, cuando había desembarcado en Portimáo para dar un paseo en coche con un amigo.
Desde la radio del coche sintonizó el programa Popular, popular, de la COPE, en el que Alejo García entrevistaba al actor José Sacristán; ambos estuvieron comentando la decisión del presidente del Gobierno de embarcarse en el Azor, y ésta fue la primera referencia que Felipe González tuvo de las críticas que su viaje estaba suscitando.
El final del viaje se produjo a las 20.00 del sábado, en Ayamonte. A esa hora, dos lanchas procedentes del Azor, que llevaba tiempo fondeado en las proximidades llegaban a la zona conocida como punta del Moral, una plaza de la localidad onubense de Ayamonte, junto a la desembocadura del Guadiana. Una de las lanchas llevaba a Felipe González y a sus acompañantes, y la otra, los equipajes.
Una cerveza para el recuerdo
El presidente del Gobierno, que desembarcó con ropa deportiva (vaquero, zapatillas y una camisa), charló con algunos curiosos y se tomó una cerveza en un chiringuito que lleva el nombre de Antonio Casado, donde recibió las excusas de la dueña por no poder atender a su deseo de comer unas sardinas asadas porque la plancha aún no estaba encendida para preparar las cenas.
Tras consumir su bebida, Felipe González subió con sus acompañantes en el helicóptero. El recipiente en el que bebió su cerveza ha quedado expuesto en el chiringuito, sobre el televisor, con un cartel que dice: "Aquí bebió cerveza Felipe González".
El helicóptero trasladó a Felipe González y a sus acompañantes al chalé que el matrimonio compuesto por Francisco Palomino y Lola González posee en la localidad sevillana de Dos Hermanas, muy próxima a Sevilla. En esta casa suele alojarse desde hace tiempo Felipe González en sus viajes a Sevilla, muy contados desde que accedió a la presidencia. Una vez allí, donde llegó a las 21.30 del sábado, tuvo más noticias sobre las críticas en la Prensa a su decisión de utilizar el Azor, y comentó con sus familiares su sorpresa por ello. Abandonó el chalé ayer por la mañana, poco después de las once.
El mismo helicóptero le trasladó al aeropuerto de San Pablo, en Sevilla, donde tomó el Mystère de la Fuerza Aérea que le llevó a Madrid. En la capital tenía previstas una entrevista con el ministro Francisco Fernández Ordóñez, una intervención en un programa de televisión en tomo a Perú y alguna otra reunión de trabajo.
A primera hora de la mañana de ayer Felipe González recibió en el chalé de Dos Hermanas a dos redactores de El Correo de Andalucía, diario sevillano que publica hoy una amplia entrevista con el presidente del Gobierno.
En la misma, Felipe González expone su extrañeza por la polémica que ha originado su viaje, a tiempo que reivindica su derecho a tomar unas vacaciones tranquilo sin sentirse perseguido. Igualmente explica sus planes de completar su estancia en Palma de Mallorca con una o dos semanas en algún punto de Andalucía suficientemente aislado como para no recibir visitas que importunen su descanso.

Mama pi dice:
Curiosamente este funcionario fué trasladado a Barcelona como castigo, yo escuche sus comentarios: me han trasladado a Barcelona, en un despacho, con una mesa y sin nada que hacer, por lo visto fué una osadia pretender viajar con mi familia en el azor, ya que el presidente Gonzalez dijo que ahora todo era posible en el partido socialista OBRERO ESPAÑOL. El pobre señor creyo que el tambien tenia el mismo derecho. Pobre iluso, al cabo de un año aproximadamente, murio debajo de las ruedas de un taxi, cuyo nombre jamas se supo, publicado en una pequeñita reseña de un periodico local. El pobre funcionario solo habia pedido unas vacaciones para su esposa y sus hijos pequeños, ya que si felipe gonzalez lo usaba el tambien tenia derecho.

1 comentario:

Rafael del Barco Carreras dijo...

Más sobre corrupción...

9-05-09 JUICIO EN BARCELONA POR EXTORSIÓN Y DENUNCIAS FALSAS.

ACUSADOS, RAFAEL JIMÉNEZ DE PARGA, ALFREDO SÁENZ ABAD Y OTROS.



Rafael del Barco Carreras



Hasta el lunes 11-05. Un paréntesis. Se juzgan 40 años de una forma de hacer de las clases dirigentes barcelonesas, y los cinco oyentes, tres tomando notas, periodistas y yo, y dos supongo abogados, definen el escaso interés despertado. Diría que el interés se centra en el banquero, Alfredo Sáenz Abad, segundo de Emilio Botín. Para mí, su presencia en el juicio, es secundaria. Los buitres, abogados y juez, utilizaron la denuncia del Banesto, como lo hicieron con tantas otras para extorsionar a clientes propios y ajenos. Clientes que unos, no tenían ni idea que su abogado, el de la parte contraria, y hasta el juez, iban al unísono a por su dinero, o culpándole librar a otro que pagaba más, y otros, maldecían su mala suerte, porque eran muy conscientes de la tela de araña en que cayeron.

El tema es tan pútrido, que mejor no menearlo en Prensa y menos en la Tele, así la mayoría de los ciudadanos no sufrirá el mal olor. En las cuatro sesiones, en casi exhalaciones, se han nombrado directa o indirectamente a todos los grandes poderes y empresas barcelonesas. Quizá soy el único de los presentes que deduzco que FALSIFICAR es propio de mi gran Ciudad. Lo mismo se falsifica si se factura con iva o en negro, que en una gran y doble contabilidad, en cuentas falsas en la banca, terrenos que no existen, denuncias, o las actas en un juzgado.

Muy curioso que los abogados defensores, al carecer de pruebas de las relaciones de los acusadores y antes acusados con Banesto y Harry Walker, objeto del juicio, lejos de referirse a las citadas en un acta judicial firmada por el Juez Pascual y su defendido Jiménez de Parga, conscientes de su falsedad, se dedican a desacreditar a los declarantes, gente rica y con conexiones suizas. Se nombró más a una gran inversora suiza GESTOR que a Banesto. Iban a por el “algo harían”. Ni yo, ducho en banca, entendía nada.

Así se justificaba el juez Luis Pascual Estevill, látigo de los grandes burgueses catalanes, todos tan tramposos, que él y su grupo de grandes bufetes “asociados” se dedicaron a vaciar sus cajas fuertes. Alfonso Escámez y los suyos, Banco Central, sacaron 300 millones de FECSA, de 50 en 50, en bolsas del Corte Inglés, contaron… a Bertran de Caralt, familia Güell, le pedían la misma cantidad, pero en nuestro breve encuentro en La Modelo, 1993, le recomendé cambiar de abogado, Piqué Vidal por Octavio Pérez Victoria, también íntimo del juez, pero hombre más moderado, que sin duda moderaría la ansiedad dineraria de Pascual, ludópata empedernido. En juicio mantuvo que él no pagó al juez, pero los solo seis días en La Modelo, en la celda contigua a la mía, me confirmaría lo contrario. Sitúo la escena para que quienes me acusan de mentir puedan comprobar en lugar de insultar. Varios de los que no pagaban, porque no tenían dinero, permanecieron en prisión mucho más tiempo.

Imaginarle llegar con el Jaguar y Montecristo en la boca a su gran y preciosa mansión en Sitges, contar el dinero, e irse al cercano Casino de San Pere de Ribas, asiduo, no requiere demasiada imaginación. Aunque el tener allí “cuenta abierta”, ilegal, (yo presencié su firma en una ficha contable el día antes de que me encarcelaran y celebrando con él un supuesto sobreseimiento de mi caso Consorcio) hace innecesario sacar el dinero de las bolsas y así se ingresaban en los bancos cercanos a su bufete. Alguna bolsa pudiera figurar en el HABER de esa ilegal cuenta compensando las enormes pérdidas que cualquier ludópata sufre en los casinos (o blanqueando) y máxime si el dinero le entra con tanta facilidad. La absoluta creencia en su IMPUNIDAD se convirtió en una más de las pruebas acusatorias.

Me pregunto cuantos de los 25 millones de aquel domingo 10-09-94 fueron a su bolsa y cuantos a la del abogado Jiménez de Parga que proporcionaba clientes y falsedades. El tema da para tantos limitados comentarios en Internet… que seguiré… sobretodo tras la declaración del propio Pascual Estevill