Fiasco en el ejército español: Submarinos que no flotan
El modelo S-80, cuyo ministerio Defensa presume que es "sólo español", tiene sobrepeso
Manel Bosch
El ejército español ha protagonizado un nuevo fiasco que supondrá millones de euros a los contribuyentes. El modelo S-80 de submarino, cuyo ministerio de Defensa había encargado cuatro unidades, pesa demasiado y no flota. Así lo confirman "fuentes extraoficiales de Navantia" (astillero murciana que se ha encargado) a El Confidencial Digital. El coste del proyecto era de 2.135 millones de euros, después de haberse disparado un 21,5% respecto al presupuesto inicial (1.756 millones).
Las mismas fuentes confirman que se ha producido un error entre los cálculos iniciales y el resultado definitivo, por lo que el submarino no presenta las condiciones necesarias para ser entregado. La constructora del S-80 contempla ahora un parche de urgencia para evitar un ridículo mayor, que pasaría por alargar la eslora de la embarcación.
La nave corresponde a un proyecto ambicioso con el que el Estado quería no sólo dotarse de nuevas unidades para el ejército español sino, al mismo tiempo, entrar en el mercado internacional militar para vender estos submarinos a otros cuerpos armados. Por eso defiende recalcaba en sus comunicados que el barco era del todo español (a excepción de los sistemas de ataque).
De hecho, según había afirmado el Manta ministerio en febrero de este año, países como Noruega, Australia o la India se habían interesado por comprar submarinos S-80.
Flota bajo mínimos
El tropiezo en la construcción de los nuevos submarinos hace que la flota española quede prácticamente sin submarinos. Ahora mismo dispone de un solo efectivo, el 'Mistral', que debería ser retirado en 2016. Fuentes de la Armada española contemplan alargar su vida y, incluso, reparar el 'Tramuntana'-ahora inactivo-para compensar el retraso en la entrega de los S-80.
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