Las riadas han causado más de 1.700 muertos en India y Pakistán
En la zona en la que están los excursionistas de Galdakao han perdido la vida unas 130 personas
Islamabad (Pakistán). Las riadas que se sufren en zonas de India y Pakistán por las lluvias monzónicas que han afectado a los montañeros vascos se han convertido en una catástrofe difícil de detener. Toda la región está viviendo una tragedia, que castiga a una población desprovista de recursos para afrontar las inclemencias climatológicas.
En total, ya han fallecido más de 1.700 personas en ambos países, según estimaciones de la ONU, a las que se suman otras 60 en la vecina Afganistán. A consecuencia de las torrenciales precipitaciones, los damnificados en Pakistán son ya cerca de 15 millones, según las autoridades provinciales.
En el enclave turístico indio de Leh, donde se encuentran los excursionistas vascos, unas 130 personas han perdido la vida a causa de corrimientos de tierra y torrentes de lodo propiciados por lluvias a más de 3.500 metros de altitud.
La tragedia puede agravarse dado que más de 1.300 poblados del sur paquistaní están "bajo amenaza" después de que en la madrugada de ayer las principales presas de la provincia de Sindh, al límite de su capacidad, se agrietaran, informó una fuente oficial.
"Las presas de Guddu y Sukkur ya no son estables. El nivel del agua ha aumentado durante toda la noche y ya están por encima de su capacidad, por lo que la presión que sufren es enorme. Hay grandes fisuras", explicó Ahmad Kamal, un portavoz de la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres (NDMA).
El portavoz agregó que las autoridades, que ya han evacuado a cerca de medio millón de personas, deberán hacer hoy lo propio con varias decenas de miles que aún permanecen en zonas de riesgo.
"La catástrofe es ya muy superior al terremoto de Cachemira de 2005. Entonces, resultaron afectados 3.000 kilómetros cuadrados de territorio. Hoy ya van 120.000 kilómetros cuadrados", expuso Kamal
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